lunes, 8 de agosto de 2016
¿El único cambio es que CDC se quede sin grupo?
Quienes se presentaron a las elecciones prometiendo un big bang institucional parecen conformarse con que el gran cambio en la política española sea que CDC se quede sin grupo parlamentario. Que conste que a mi no me entristece nada que quienes llevan décadas proclamándose "los catalanes" en Madrid se queden sin grupo parlamentario. Pero las grandes reformas que necesita España se refieren a aspectos mucho más profundos de su estructura institucional, a la corrupción, a la eliminación de niveles superfluos y clientelares de la administración, a la neutralidad de medios de comunicación y organismos reguladores. Estas son reformas que no necesitan ni un gobierno de izquierdas. Por supuesto, quienes además deseamos redistribuir la renta y mejorar el Estado del bienestar, deseamos un gobierno de izquierdas. Pero sería francamente sorprendente que Ciudadanos posibilitara un gobierno del mismísimo Mariano Rajoy sin que éste introdujera ningún cambio sustancial en sus políticas. Con mucho respeto a otras posiciones, que entiendo, sigo pensando que el PSOE debería votar que NO a la investidura de Rajoy, A NO SER QUE el PP se avenga a una reforma federal avanzada de la Constitución, abriendo una comisión de reforma constitucional presidida por un diputado socialista (¿Manuel Cruz? ¿Gregorio Cámara?). En tal caso, el PSOE podría abstenerse y permanecer en la oposición al gobierno, que no en la oposición a las reformas de Estado co-lideradas por él (pero que necesitan el apoyo de la derecha, o NO se harán nunca). Si el PP no se abre a esta posibilidad, debería entrarse sin demora en una negociación para un gobierno reformista de PSOE, Ciudadanos y Podemos. Para ello quien debería ceder más es Podemos, que ya perdió la oportunidad hace unos meses de hacer posible este tipo de gobierno. Pero Podemos debe hacerse mayor, a no ser que quiera pasar a la historia como la fuerza que convirtió las energías del 15-M en combustible para que el PP se eternizara sin cambiar sus políticas en el gobierno. Tiene razón Antonio Franco en un reciente artículo, donde defiende que este tipo de gobierno cubriría un período pre-constituyente de dos años, previo a la necesaria reforma federal en profundidad que necesitamos, a la que o ahora o entonces debe sumarse una derecha española que por fin haya hecho examen de conciencia. Estas son las palabras del Franco bueno: "La falacia de que estamos en un momento en que son las demás formaciones quienes tienen que hacer la concesión de dejarles seguir, no va a ninguna parte. Los últimos movimientos de Rajoy retocando superficialmente 125 medidas vagas y dispersas de su programa electoral confirman que no tiene voluntad de fondo de hacer cambios, sino de sobrevivir con los menos cambios posibles. Se equivoca de diagnóstico. Este país no está buscando Gobierno, lo que necesita es un nuevo rumbo. Y lo de la mayoría relativa del PP es un gran obstáculo para hallarlo porque emborrona la visión de las cosas. En España ahora sí que hay una mayoría absoluta clara: la de quienes no creen que ni Rajoy ni el PP actual estén ya en condiciones de hallar ese rumbo y transformar las cosas. Es en lo demás donde existen las diferencias entre las otras formaciones políticas y entre las voluntades de los electores."
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