jueves, 29 de agosto de 2013
Chacón debería recibir clases, y no darlas
Creo que Carme Chacón ha tomado una buena decisión yéndose un año a dar clases a los Estados Unidos. Se me ocurre una larga lista de personajes públicos que podrían imitarla en beneficio de todos, empezando por Mariano Rajoy y Artur Mas. Pero creo que sería mejor para ella, y para sus objetivos políticos, ir más allá. No sólo debe parecer que tiene inclinaciones académicas, sino que éstas deberían ser reales. Debería pasar más de un año alejada de la política y dedicada a la academia, y en lugar de dar clases, las debería recibir. Recuerdo que cuando estaba viendo su discurso ante el Congreso del PSOE en Sevilla que la rechazó como líder del partido, en beneficio de Rubalcaba, le envié un mensaje a un amigo mío que la estaba observando en vivo ahí mismo, y me dijo que parecía Cristina Kirschner (no era un elogio). Chacón cometió numerosos errores en su aspiración a dirigir el PSOE. Es legítimo que en el futuro quiera tener un papel protagonista en la necesaria renovación que debe producirse. Pero para liderar uno de los principales partidos políticos, sería deseable que, aparte de rodearse de mejores compañías, hiciera un esfuerzo de modestia, para darse cuenta que, a pesar de que ha ocupado cargos muy importantes (muchos pueden pensar que antes de tiempo), desde que la metieron en la política profesional y le hicieron jugar a hacer el paper de "la Chacón", no ha tenido tiempo para culminar su formación adecuadamente. Dice que estará en Estados Unidos un año pero sin perder de vista la política española, incluso piensa asistir a un evento del PSOE en otoño. ¿Tendrá un ojo en twiter y otro en los libros? Mejor que estudie de verdad, como hemos hecho tantos españoles pasando varios años en universidades extranjeras con el anonimato del becario.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Amic Xavier (per Toni Comín)
Celebro que la
meva entrevista a El Punt/Avui hagi suscitat la teva resposta (i celebro que en
Quico t’hagi fet de “ventre de lloguer”, com diu ell). Com bé saps, debatre amb
tu és per mi un exercici del tot estimulant. No ho dic amb segones. Intento,
per tant, contestar els arguments que contraposes a les meves paraules
publicades dijous 25.
- Dius “les teves declaracions confirmen els pitjors auguris sobre la divisió d’aquest país”. Sincerament, jo entenc que l’entrevista va en la direcció contrària. Reclamo que els federalistes no fem antiindependentisme, de la mateixa manera que convido els independentistes a reconsiderar les virtuts del federalisme. Crec que això és tot el contrari de contribuir a la divisió del país. Estic convençut que entre federalistes (si som federalistes coherents) i independentistes hi ha punts en comú: el rebuig del statu quo i el compromís amb el dret a decidir. No veig per enlloc de quina manera una entrevista que subratlla els punts en comú entre aquests dos projectes pot “confirmar els pitjors auguris” sobre la divisió de Catalunya.
En tot cas, tal i com vaig declarar fa poc, si algú entén que el procés que
està vivint avui el país obre una fossa entre el que alguns ja anomenen les
“dues Catalunyes”, jo ja aviso d’entrada que tinc la intenció d’estar amb les
dues. Es més, crec que hi ha massa gent avui al PSC que creu que per fer de
pont entre Catalunya i Espanya s’ha de renunciar a fer de pont entre aquestes
“dues Catalunyes”. I per això justifiquen que el PSC no s’assegui al Pacte
Nacional pel Dret a Decidir (PNDD) o que mostri el seu menyspreu al Concert per
la Llibertat, o que voti amb el PP contra el PNDD a Barcelona, a Mollet, a
L’Hospitalet o a Tarragona. Greu error! La realitat és justament la contrària:
només si com capaços de fer de pont entre les “dues Catalunyes” seguirà
havent-hi alguna possibilitat de fer de pont entre Catalunya i Espanya. Perquè
de les “dues Catalunyes”, avui per avui, la que vol marxar és més forta i més
majoritària que la vol quedar-se. Ho demostren les enquestes i els resultats
electorals.
- Dius també que “és ben trist que des d’una posició suposadament progressista apostem pel tan discutible eix nacional”. Primer un apunt personal: tinc pocs dubtes sobre el meu progressisme. Les meves eleccions a la vida han estat orientades, fonamentalment, pel compromís amb la justícia social: els meus estudis, els meus voluntariats, les meves militàncies en la política i en la societat civil. Dels centenars de pàgines que he escrit al llarg dels anys, potser un 80 % o un 90 % estan dedicades a repensar el socialisme, a la democràcia econòmica, a l’altra globalització possible, a la regeneració democràtica, etc. Es fàcil de comprovar. Explico això per aclarir que dono per fet que el “suposadament” de la teva frase no es refereix a mi. (La totalitat de la rèplica de Toni Comín a Xavier Roig es pot llegir aquí )
domingo, 25 de agosto de 2013
La solución federal con la vista en Europa
La Unión Europea, y la zona euro en particular, se encuentra
en una encrucijada. O realiza avances sustanciales hacia la unión política (que
incluye la unión fiscal y bancaria) o corre el riesgo de, en el mejor de los
casos, seguir estancada durante un buen tiempo, y en el peor de los casos
desintegrarse y dejar herido de muerte el proyecto europeo. Y dejar herido de
muerte el proyecto europeo significa resucitar los fantasmas que dicho proyecto
había contribuido a enterrar.
En este contexto es en el que debería plantearse un debate
serio de reformas institucionales, como el que sugieren artículos recientes de
Habermas y Vives, entre otros. Si éste fuera el punto de referencia (es decir, la
propuesta de avanzar hacia una Europa unida sin fronteras, federal), debates
como el que se plantea sobre el encaje de Cataluña en España se verían desde
una perspectiva muy distinta. Pero como los sectores soberanistas han tenido el
acierto de plantear la “independencia” como punto de referencia del debate, y
esta independencia a mucha gente sensata, pero poco dispuesta a movilizarse, le
parece un disparate, ha terminado ocurriendo que a mucha de esta gente le
parezca aceptable, en comparación, algo tan difícil de casar con el
proyecto europeo como el “derecho a decidir”, en forma de una consulta etérea
donde sólo se sabe que en algún momento deberíamos votar si queremos o no un “estado
propio” supuestamente miembro de la Unión Europea, aunque los dirigentes de la
UE ya han dicho que, si Cataluña se independizara, quedaría fuera de la Unión.
Más bien al contrario, parece que la independencia de Cataluña sólo ocurrirá si
se desintegra la UE. Pero esto los soberanistas no lo dicen, porque la mayoría
de ellos alardea al mismo tiempo de europeísmo.
Tras la interpretación equivocada que hizo Artur Mas de la manifestación del 11S de 2012, convocó
con dos años de antelación unas elecciones autonómicas con el cálculo de
obtener una mayoría absoluta, y en cambio quedó en manos de ERC, un partido con
una clara agenda independentista. Con mucha menos épica, pero con importantes
apoyos y argumentos, apareció la “Crida Federalista i d’Esquerres” en Cataluña,
que fue seguida por un manifiesto de intelectuales españoles a favor del
federalismo, y por una propuesta de orientación federal del PSOE en la declaración
de Granada. En la actualidad, la “Crida” se encuentra en proceso de
constituirse en plataforma permanente.
Levantar la voz por un federalismo de orientación europea es
imprescindible, porque las derechas nacionalistas se alimentan mútuamente bajo el
supuesto implícito de que ciertos frenos automáticos acaban evitando males
mayores. Pero no hay ninguna garantía de que estos frenos automáticos sean
eficaces en un momento de populismos alimentados por una dura crisis económica,
y por fuerzas políticas, como CiU, ansiosas de liberarse de la crítica a los
recortes presupuestarios y a gravísimos casos de corrupción.
Ante ello, el federalismo no arrastra multitudes ni tiene
banderas con que engalanar edificios emblemáticos y balcones, pero se nutre de
una fértil tradición de las izquierdas catalanas y españolas y de la referencia
de grandes países exitosos en cuanto a su estructura institucional (Estados
Unidos, Canadá, Suiza, Alemania, Australia…). En un mundo de soberanías
compartidas y solapadas, de creciente globalización, el debate de ideas entre
federalismo e independentismo, en el seno de la UE, no tiene color. Quizás por
eso el independentismo catalán ha fracasado estrepitosamente en su búsqueda de
aliados, y por eso los delegados de la Generalitat en Bruselas y Madrid han
presentado su renuncia, porque no quieren morir de vergüenza defendiendo las
ideas de Mas (o de ERC) fuera de Cataluña.
En el mundo hay 4000 realidades nacionales sin estado, y en
Europa las culturas, nacionalidades, y lenguas se solapan a través de las
fronteras. El futuro económico de una Cataluña sin España y una España sin
Cataluña se presenta cuanto menos muy incierto, y supondría un riesgo económico
y geoestratégico que Europa y sus aliados no se van a permitir. Los
soberanistas plantean el debate económico como si la capacidad económica se
fuera a mantener y los catalanes pudieran disponer de una parte más grande del
pastel, pero la primera consecuencia de la independencia sería la pérdida de
aliados comerciales, la fuga de empresas, la probable salida de Europa, y por
tanto la incapacidad de mantener la actual de generación de recursos.
Las incógnitas de la independencia son conocidas y nadie las
aclara: forma de estado, defensa, seguridad social, validez del pasaporte para
entrar en otros países, futura integración en la UE (¿qué estados miembro
reconocerían a Cataluña y aceptarían su integración en la UE?). No se aclaran
porque no se pueden aclarar, y porque nadie tiene un proyecto serio de
independencia, porque no puede existir, al menos en la UE y la zona euro.
Ello no impide una campaña de exaltación nacionalista en
Cataluña, financiada por los poderes públicos y sus medios de comunicación afines.
Los federalistas queremos que las
cuestiones se decidan con procedimientos y maneras estrictamente democráticos.
Pero una consulta etérea donde haya que votar sí o no a algo parecido a la “independencia”
no es la única forma de decidir. También lo es un proceso deliberativo que
acaba proponiendo a la ciudadanía una propuesta que pueda unir a una gran parte
de la población (que tiene distintas sensibilidades respecto a la relación con
España, con una gran mayoría que en distintos grados comparte catalanidad y
españolidad), como por ejemplo una nueva constitución federal (que aclare
competencias, cree una cámara territorial y reconozca el multilingüismo), de
vocación regeneracionista y claramente orientada a la unión política europea.
Mientras tanto el clima social en Cataluña se ha enrarecido:
existe una fuerte presión social a favor del soberanismo, aunque no haya un
proyecto claro de cómo llevarlo a cabo en el contexto europeo; una creciente
intolerancia, con insultos y amenazas en las redes sociales o en las sedes de
partidos no independentistas; y falta de neutralidad/pluralidad de los medios
de comunicación. Pero como los “moais” de la Isla de Pascua (esas grandes
estatuas que eran el resultado de la competencia entre clanes) la campaña
soberanista mira hacia adentro pero no hacia afuera. España es plural y
Cataluña también es plural, y en este sentido la campaña soberanista se ha
revelado muy eficaz para dividir a la izquierda catalana (entre partidos y
dentro de sus partidos) entre partidarios y contrarios al soberanismo. Difícilmente
conseguirán la independencia de Cataluña, pero ya están consiguiendo la
división de la izquierda, porque probablemente de eso se trataba, por lo menos
para muchos dirigentes de CiU.
Pero si los federalistas consiguen conectar su mensaje
con el de una Europa sin fronteras, más federal que intergubernamental, eso
puede hacerles más convincentes e ir menos a la defensiva. Los dos sentidos de
federal (descentralización e integración) se unen en la idea de una España
federal (más y mejor descentralizada, más plural en su identidad) en una Europa más integrada sin
fronteras, y más democrática. Los poderes públicos deben tender a tener el
tamaño de los mercados, para regularlos y equilibrarlos. Rodrik dice que eso
puede implicar reducir el tamaño de los mercados. Pero en Europa es demasiado
tarde para eso, y además sería indeseable hacer marcha atrás, porque eso sería
un riesgo enorme para la paz, la prosperidad y el modelo social europeo. Sólo
hay un camino: hacia adelante, hacia el federalismo.
miércoles, 21 de agosto de 2013
Sonaran ara totes les alarmes?
Alguns venim dient des de fa un temps que hi ha clars símptomes d'una intolerància creixent a Catalunya. Des de l"Espanya contra Catalunya" (curiós que en aquest cicle de debats no es faci servir el concepte d'"estat espanyol", que potser per una vegada hagués estat apropiat), fins a l'intent de boicot a una obra de teatre amb participació d'una signant d'un manifest federalista, ja hi havia hagut símptomes d'aquest clima per dir-ho suaument poc procliu a la tolerància. Quan alguns parlaven amb mesura i prudència d'un risc de xoc identitari, immediatament algun portaveu nacionalista li saltava a la iugular. Pau Solanilla lamenta que articles com els de Vicent Partal dient textualment que el PSC es troba en una deriva "feixista" no facin sonar tots els senyals d'alarma. Ara ja no és un anònim a les xarxes socials o en els comentaris d'un blog, sinó una persona més o menys "homologada" en els cercles nacionalistes, amb noms i cognoms, qui mostra al mateix temps la seva ignorància i el seu odi. Cal recordar que el PSC fou fundat molt principalment per membres del POUM derrotats a la guerra civil pel feixisme (i reprimits per cert no només pel feixisme)? Cal recordar que el PSC pertany a la mateixa família política que el president Allende o que els joves assassinats a Noruega per un feixista fa ben pocs estius? Que el PSC és el partit d'Ernest Lluch, assassinat per ETA malgrat ser partidari del diàleg amb ETA? Que és el partit de qui va democratitzar l’exèrcit espanyol? Que és el partit que va portar a la presidència de la Generalitat un català nascut a Andalusia que per encapçalar una manifestació defensant la voluntat del poble català, convocada per Omnium Cultural, va patir un intent d'agressió per part d'un grup d'exaltats nacionalistes?
D’on ve l’odi al PSC?...que ja es va donar quan el servei
d'ordre de Covergència va fer seu el Parlament amb motiu de la segona
investidura de Pujol i les manifestacions contra la querella de Banca Catalana. Alguns hem crescut amb aquest odi a l'esquena ("Maragall borratxo", "PSC botifler"). No és el full de serveis a la democràcia, la unitat civil i el catalanisme ben fèrtil amb la immersió del català a la Barcelona metropolitana o amb la projecció de la Barcelona olímpica? Els mateixos que recolzen l'impuls governamental a una campanya d’exaltació nacionalista
amb utilització de mitjans i recursos públics ens diuen a nosaltres feixistes... L'altre dia llegia que el conseller Vila creia que el seu concepte de país era el mateix que el d'un Nadal o una Geli. Això no té cap mèrit. El mèrit és que el concepte de país d'un Reventós sigui el d'un Fernández Jurado, o el d'un Soto el d'un Trillas. I la resta són punyetes. Potser ja és hora que sonin tots els senyals d'alarma.
domingo, 18 de agosto de 2013
L'alberg català
Les dues nits anteriors a aquesta les he passat en família a
l’alberg Pic de l’Àliga de la Generalitat de Catalunya a Núria. Abans de dir
res més, vull deixar clar que recomano a tothom visitar la Vall de Núria i
allotjar-se en aquest alberg, que està situat en un dels indrets de bellesa
natural més impactants de Catalunya. El tracte a l’alberg és correcte i l’alimentació
és suficient (és un alberg, no el Princesa Sofía). Que el manteniment físic de
l’edifici no sigui el millor no treu que l’entorn és tan formidable que
realment l’alberg s’hauria de caure a trossos per retirar la recomanació. Si
podeu, aneu-hi. Ara bé, al marge d’això, m’agradaria comentar un parell de
cosetes que m’han fet pensar que l’alberg és un microcosmos de la Catalunya
actual. Un metre aproximat fora del perímetre de l’alberg (marcat per un tancat
de fusta perquè no hi accedeixin les vaques i els cavalls que hi pasturen a la
vora) hi ha clavada a terra, amb ferro i ciment, una bandera estelada,
independentista. Com que està per poc però rigorosament a fora del perímetre,
suposo que no es pot elevar una queixa formal. Però la bandera presideix la
perspectiva de la façana principal de l’edifici (dintre del perímetre hi ha la
senyera, l’oficial, la nostra, la de tots). Al costat de la recepció hi ha un
espai amb la premsa, on hi ha els quatre pricipals diaris amb la seva edició
principal a Catalunya (tots ells subvencionats per la Generalitat), i just a
sobre d’ells un anunci sobre com contribuir financerament a la cadena humana
independentista de l’onze de setembre. Suposo que tot això és legal, com ho és
que malgrat que el minutatge dels informatius de TV3 respecta la pluralitat
política, tota la resta (esports, home del temps, tertúlies, humor) de TV3
sigui un monument al sectarisme i respongui a una visió esbiaixada de Catalunya.
Que se’ns espatllés la cadena del vàter al matí i que el xicot encarregat, molt
amable, vingués a solucionar-ho calçat amb unes bambes amb l’estelada (no és
broma) no va millorar la meva impressió. Si jo fós el responsable, resisitiria
l’impuls inicial de privatitzar la instal·lació (hi ha moltes empreses
lucratives i no lucratives que podrien competir per fer-ne una gestió millor i
políticament neutral), i almenys en el cas d’un alberg com aquest, situat al
mig dels Pirineus i a uns metres de la “frontera” entre Espanya i França, el dedicaria
a promoure missatges d’ecologisme i europeïsme (que poden unir molt més els
catalans i altres alberguistes que no pas l’independentisme) i hi afegiria a l’oferta
de diaris Le Monde i El País. I al català i l’anglès amb què hi ha la informació
a l’alberg hi afegiria el francès i el castellà (idiomes de bona part de la
clientela), com fa qualsevol bar de la zona o el mateix tren Cremallera que porta
fins a pocs metres de l’alberg.
jueves, 15 de agosto de 2013
Fam a Catalunya
L'informe sobre la malnutrició infantil a Cataunya fet públic pel
Síndic de Greuges hauria de ser de lectura obligatòria a totes les llars
catalanes. Forma part d’un programa d’estudis continuat per part d’aquesta
institució sobre la pobresa infantil, i arriba a conclusions semblants a les
que comenten a diari les entitats que treballen amb infants d’entorns
vulnerables:
c) Hi ha 650 infants menors de setze anys amb codis diagnòstics de problemes nutricionals relacionats amb la pobresa extrema i els baixos ingressos. L’edat mitjana és de quatre anys, una quarta part són menors d’un any i majoritàriament de nacionalitat estrangera (56%), segons dades del mes de juny de 2013 de la història clínica informatitzada de l’atenció primària de l’Institut Català de Salut.
d) Les situacions associades a la pobresa severa, que actualment afecten una desena part dels infants (130.000), s’han multiplicat els darrers anys a Catalunya. La prevalença de llars catalanes (amb infants o sense) que no es poden permetre carn o peix almenys cada dos dies l’any 2011 és quasi sis vegades més elevada que la de l’any 2008 i les llars catalanes que pateixen una privació material severa l’any 2011 són més del triple que les de l’any 2008.
Amb el suport d’ERC, el govern de CiU ha decidit no comparèixer al Parlament per a debatre aquest assumpte. Com es diu en l’informe, l’alimentació és un dret fonamental, entre d’altres, perquè condiciona enormement el gaudi d’altres drets humans. Sense alimentació, no hi ha llibertat. Un bon motiu per a fer un concert de protesta o una cadena humana.
a) La taxa de risc de pobresa infantil a Catalunya se situa en el
28,0%, amb aproximadament 345.000 infants menors de setze anys afectats.
b)
El 4% dels infants menors de setze anys pateix privacions materials que afecten
l’alimentació: en concret, quasi 50.000 infants catalans d’aquesta edat no es
poden permetre carn o peix almenys una vegada cada dos dies, és a dir, no
mengen proteïnes de manera regular.c) Hi ha 650 infants menors de setze anys amb codis diagnòstics de problemes nutricionals relacionats amb la pobresa extrema i els baixos ingressos. L’edat mitjana és de quatre anys, una quarta part són menors d’un any i majoritàriament de nacionalitat estrangera (56%), segons dades del mes de juny de 2013 de la història clínica informatitzada de l’atenció primària de l’Institut Català de Salut.
d) Les situacions associades a la pobresa severa, que actualment afecten una desena part dels infants (130.000), s’han multiplicat els darrers anys a Catalunya. La prevalença de llars catalanes (amb infants o sense) que no es poden permetre carn o peix almenys cada dos dies l’any 2011 és quasi sis vegades més elevada que la de l’any 2008 i les llars catalanes que pateixen una privació material severa l’any 2011 són més del triple que les de l’any 2008.
Amb el suport d’ERC, el govern de CiU ha decidit no comparèixer al Parlament per a debatre aquest assumpte. Com es diu en l’informe, l’alimentació és un dret fonamental, entre d’altres, perquè condiciona enormement el gaudi d’altres drets humans. Sense alimentació, no hi ha llibertat. Un bon motiu per a fer un concert de protesta o una cadena humana.
martes, 6 de agosto de 2013
Sin cohesión no hay progreso
Científicos sociales como Elinor Ostrom, Samuel Bowles y
Jareed Diamond han explicado lo importante y a la vez difícil que es la
cooperación humana para alcanzar la prosperidad. La cohesión social es el
resultado de la cooperación entre
individuos y grupos que pueden tener rasgos o intereses parcialmente distintos.
La cohesión se ha demostrado fundamental para la acción colectiva de la
izquierda a nivel internacional y local, más allá de diferencias nacionales,
religiosas, lingüísticas, éticas o identitarias. La izquierda es eficaz cuando
o no se enfrenta a divisiones por dimensiones no materiales, o cuando es capaz
de superar estas divisiones mediante un relato compartido.
La historia de las relaciones entre nacionalismo y
socialismo o socialdemocracia es en este sentido muy ilustrativa. El socialismo
democrático fue una de las víctimas del estallido de los nacionalismos con la
primera guerra mundial, pero se recuperó con la paz internacional que siguió a
la segunda. Desde un punto de vista “positivo”, economistas como Bandiera o
Roemer han mostrado desde perspectivas teóricas y empíricas cómo las élites
juegan a agrandar las dimensiones no materiales para dividir a las mayorías
partidarias de una mayor igualdad. Desde un punto de vista “normativo”, ¿qué
criterio moral o de justicia social basado en ideas progresistas puede
justificar preocuparse por “los míos” y no por los otros o los de más allá? La
existencia de razones históricas (ya sea el Holocausto para los israelíes o la
construcción de un estado centralizado de matriz castellana heredado del
franquismo en el caso español, u otras cargas heredadas en otras realidades)
justifica unas cosas pero no otras. Encontrar el acento justo no es fácil, pero
es un imperativo moral, porque de ello depende nuestra libertad.
Existen hoy dos alternativas en esta parte del hemisferio
norte (y existen dilemas parecidos en otras latitudes): construir una Europa
unida sin fronteras dedicada a la prosperidad con equidad (donde todas las
identidades sean respetadas), más federal que inter-gubernamental, o favorecer
el nacionalismo y el populismo. Quienes desde posturas pretendidamente
progresistas erosionan la cohesión de las fuerzas partidarias de una mayor
igualdad y deciden cabalgar en la ola de los nuevos vendedores de milagros,
oscilan entre la ingenuidad y la inmoralidad, pasando por el oportunismo. No me
refiero a criticar a los partidos de la izquierda tradicional por su falta de
democracia interna y sus casos de corrupción, que eso está muy bien y es
imprescindible. Me refiero a, en lugar de hacer eso, dedicarse a ponerse detrás
de los movimientos populistas o identitarios cediendo a la presión social o
intentando ganar una fácil cuota mediática con la anti-política o con el
nacionalismo barato (de un lado o de otro). Los partidos de izquierdas deben
evolucionar hacia organizaciones más modernas y democráticas, pero me resisto a
que sean sustituidas por movimientos populistas e identitarios cuyo liderazgo
intelectual parece ejercido por las secciones de deportes de cadenas de
televisión sectarias (en Cataluña, en el Madrid de la TDTParty, en Serbia o en
la Padania). En juego está culminar con la unidad política europea el sueño de
paz y progreso de nuestros abuelos políticos, o deshacer el camino andado y
caer de nuevo en la división y el retroceso económico y social ante las grandes
potencias emergentes.
Es decisivo mantener la unidad civil y comunitaria de las
sociedades cruzadas por la diversidad identitaria (la mayoría en Europa y
quizás en el mundo). Sólo así prevalecerán los objetivos de libertad e
igualdad. Europa no avanzará a golpe de referéndums de autodeterminación de
cada una de sus partes. Vivimos en un mundo de soberanías compartidas y
solapadas donde hay que hacer compatible una creciente transferencia de
soberanía en el nivel europeo, con una democracia mejor (que no necesariamente
será una democracia más radical) y con el principio de subsidiariedad.
Es necesario en 2014 (centenario del inicio de la primera
Guerra Mundial, y por lo tanto del apogeo de los nacionalismos y de la división
de Europa) en las elecciones europeas reducir y no ampliar el peso del
nacionalismo y el populismo en el Parlamento europeo. Para ello hay que extender
el proyecto exitoso de la socialdemocracia más allá del Estado-nación (disolviéndolo
en una realidad sin fronteras legislativas y regulatorias y creando en lo que se refiere a nuestro
continente un Estado federal europeo), y adaptarlo a realidades más complejas,
con el triple objetivo de: 1) avanzar de forma coordinada hacia el crecimiento
económico y la prosperidad; 2) conseguir en un gran esfuerzo europeo cotas más
elevadas de igualdad en el ingreso y en el acceso al poder político y social,
mediante una fiscalidad elevada, justa y eficiente, y un estado del bienestar
modernizado; y 3) contribuir a proteger el medio ambiente y frenar el cambio
climático, poniendo un precio a las emisiones contaminantes y promoviendo bajo
el liderazgo de un sector público coordinado a nivel europeo y una gran empresa
privada comprometida éticamente con objetivos sociales una nueva revolución
industrial basada en las energías verdes.
Hacen falta partidos políticos, sindicatos y organizaciones
que construyan un relato común con personas provenientes de comunidades e
identidades distintas, huyendo como de la peste de partidos políticos u otras
organizaciones cortados por identidades lingüísticas, étnicas o culturales a la
belga o a la post-yugoslava. Deberíamos tener como objetivo construir partidos
políticos europeos que se rijan por reglas del juego europeas, donde la carrera
política de un alemán se juegue también en l’Hospitalet, o donde los casos de
corrupción del PP o de CiU sean investigados por un finlandés.
No basta con la razón, hay que construir una épica y
una emotividad de una Europa sin fronteras, pero primero hay que dejar de
reírles las gracias a quienes quieren dividir a las fuerzas de progreso. Y con
ello contribuyen a impedir que las fuerzas democráticas se regeneren para hacer
realidad los sueños de paz y libertad que han llegado hasta nosotros de la mano
de Stefan Zweig, George Orwell, Tony Judt o Claudio Magris entre muchos otros
(y no de Beppe Grillo o Pilar Rahola).
viernes, 2 de agosto de 2013
Lectures sense fronteres per un món millor
Ara que ve l’estiu i molts fan veure que llegiran, es reflexiona
aquí sense massa disciplina sobre alguns llibres comprats o llegits, per si el lector vol
conèixer alguns biaxos de l’autor d’aquest blog.
-“The
importance of being civil. The struggle for political decency”, de John A.
Hall, un dels experts en el pensament de l’expert en nacionalisme recomanat per
Samuel Bowles, Ernest Gellner. Sobre com fer possible la convivència
quan les relacions entre estats, nacions I identitats són complexes.
-“La cárcel de la identidad”, d’Eugenio García Gascón, sobre
l’exemple d’Israel, tan estimat per alguns nacionalistes catalans, i l’infern
en què ha degenerat. Em recorda “Informe Shilock” el llibre de denúncia del
fantatisme identitari escrit per l’escriptor jueu nordamericà Philip Roth. Per
cert, una de les conseqüències de les presons identitàries, tal com han predit
els economistes Bandiera i Roemer, entre altres, ha estat diluïr les reivindicacions
distributives mitjançant la divisió i silenciament de l’esquerra.
-“Anàlisi del federalisme i altres textos”, de Daniel J.
Elazar, dintre de la colecció Clàssics del federalisme. Sobre la tradició i el
referent que representa la gran esperança per a Catalunya, Espanya i Europa. Perquè
el federalisme avança: tothom ens vol donar lliçons de federalisme, als qui sempre
hem dit que som federalistes, des que vam aprendre-ho treballant a les revistes
properes al PSC L’Opinió Socialista i Cuadernos Noventa a cavall dels anys 80 i
90, fins avui. Aquestes són les arrels, les nostres idees, i les seguirem fent
servir per evitar el trencament, sobretot el trencament de la societat
catalana. I si es produeix, lluitarem per tornar a la concòrdia, igual que a
Israel segueix havent-hi col·lectius i individus que lluiten, en minoria,
perquè el seu país deixi de ser una presó identitària.
-“Secesión”, d’Allen Buchanan, que també cita Ernest Gellner
i un altre gran expert en nacionalismes i estats, Will Kymlicka. Una guia perquè
aprenguem a decidir conjuntament: és un referèndum consultiu amb una pregunta
sobre si volem ser un estat d’Europa, com reclama avui Jordi Gràcia a El Pais,
una forma útil de decidir? Es pot crear aquesta expectativa sense aliats
internacionals i creant un problema a la UE? Té raó Jordi Gracia quan diu que
cal una reacció política, però aquesta em semblaria molt més lògic que fós una
reforma constitucional, que faci més acceptable quedar-se en una Espanya més
amable i una Europa sense fronteres. Jo votaré que no si em pregunten per la independència,
però no tinc ni pressa ni desig de fer-ho: el que vull és una Europa sense
fronteres. Desitjo votar que sí a un projecte compartit per la immensa majoria
dels catalans (com ho van ser la Constitució i els estatuts), i que sigui
compatible amb una Europa unida i federal que mantigui i millori el seu model
social en la sortida de la crisi i després. Stéphane Dion i Fradera/Alvarez Junco
van argumentar molt millor que jo per què un referèndum és traumàtic i pot
arribar a treure el pitjor de tots plegats (que ja comença a sortir).
-“Qué hacer con España”, de César Molinas, sens dubte la
gran pregunta, però no estic segur que amb la resposta adequada. És necessari buscar
explicacions institucionals a la crisi. Però la democràcia és més forta del que
creu Molinas i els problemes distributius més punyents. Trencant fronteres
metodològiques, em llegiré bé Molinas i intentaré fer-ne un comentari per
alguna revista acadèmica, però avanço que hi ha millors lectures sobre economia
institucional que la de Molinas: Bowles (com diu ell, una Micro d’esquerres), i
Aoki, entre altres, que s’han d’anar rellegint, almenys si sou economistes. L’organització
de les societats i la seva relació amb nocions de justícia social, fan que els debats sobre el dèficit fiscal o sobre
ordinalitat siguin una distracció menor (importa molt com ens repartim el que
queda si aconseguim que quedi poc perquè tothom va a la seva en un món
globalitzat?). Les plaques tectòniques de la història, els mecanismes de les
quals ens ensenyen aquests autors amb les tècniques més modernes, deixen en un
segon lloc la fal·làcia dels grans homes.
-Sobre economia més convencional, recomano el llibre de
Blyth (entrevistat recentment a SiscuTV) sobre austeritat i el de Baumol i els seus coautors sobre la malaltia dels costos en el sector públic.
No patiu més del compte per la meva salut mental,
també intentaré trobar un forat nocturn per acabar de llegir Zweig, Roth,
Coetzee i per llegir “Freedom” de Jonathan Franzen (res a veure amb el concert
de Lluis Llach). I quan estigui moderadament content amb les parts de tot això
que hagi aconseguit llegir (o portser abans) em compraré el llibre “Walls:
Travels Along the Barricades”, del canadenc
Marcello de Cintio, que ha rebut un comentari elogiós de l’autor
palestinià Raja Shehadesh al Financial Times titolat “A world of false
frontiers” (“un món de falses fronteres”).
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