La mayoría de socialistas sensatos apoyamos a Rubalcaba y Valenciano en el último congreso del PSOE. La alternativa era y sigue siendo una huida hacia adelante, o hacia no se sabe dónde. La línea de actuacion de no hacer con el PP el tipo de oposición que el PP hizo con el PSOE es lo sensato y civilizado. Sin embargo, el PSOE sigue sin despegar en las encuestas y en Madrid algunos manifestantes indignados protestan ante las sedes del PP pero también ante las del PSOE. Por otro lado, difícilmente Rubalcaba puede ser visto como una apuesta de futuro por sí solo, y la alternativa puede ofrecer el señuelo de lo joven y lo nuevo. En este contexto, se sugiere considerar dos ideas:
-Trabajar a largo plazo. Si el corto plazo es muy complejo y hay pocos réditos electorales a capturar, trabájese en la reflexión y elaboración de nuevas propuestas y formas de actuación.
-Impulsar nuevas formas de activismo (más centradas en el voluntariado social que en la formación de cuadros para el poder institucional) y nuevos protagonistas, como por ejemplo lo que el movimiento "Avancem" está haciendo en Cataluña.
Si no se trabaja en estas dos líneas, o en otras parecidas, apuntando más hacia el futuro que hacia el presente, y no digamos el pasado, la huida hacia ninguna parte se producirá, y con ella quizás la recomposición total, probablemente para peor, del mapa de partidos políticos en España. En el Reino Unido, no sin dificultades, los laboristas vuelven a encabezar las encuestas, pese a que su experiencia de gobierno no está tan lejos. Si se trabaja bien, en España no tiene porque ser distinto, pero hace falta alejar a un nuevo partido socialista de las costumbres y hábitos burocráticos del poder.
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