El escritor de origen chileno formado en México y fallecido hace diez años en Barcelona, Roberto Bolaño, se ha convertido en objeto de culto desde su desaparición a los 50 años de edad debido a una enfermedad. Somos muchos los que hemos leído todos sus libros desde que alguien nos impulsó a comprar el primero, y es difícil no preguntarse qué diria hoy Bolaño, no sólo sobre su tardía fama, sino sobre lo que pasa en el mundo, en Chile, en México, en España, en la literatura. Beatriz Silva en la revista chilena "Caras" ha investigado el rastro que ha dejado este escritor en Barcelona entrevistando a quienes fueron sus amigos, que no fueron pocos. Sus lectores quedaremos para siempre marcados por la contundencia y profundidad de su prosa y por la universalidad de sus tramas y personajes. En el libro que reúne sus artículos de prensa, discursos y ensayos breves (incluso un pregón en Blanes, la última localidad donde vivió antes de fallecer en Barcelona, en el cual glosó la tolerancia de los catalanes), "Entre Paréntesis", así como en entrevistas que aparecieron en libros póstumos, Bolaño, además de confesar sus filias y fobias literarias y hablar bien de sus mundanos amigos catalanes, revela la simple decencia de su pensamiento político, cuando se confiesa de izquierdas y crítico con la dictadura cubana y otros experimentos anti-democráticos. Así empieza el reportaje de Beatriz:
"Ahora que se cumplen diez años de la muerte del escritor chileno,
Barcelona le rinde homenaje. Una mega exposición permitió, por tres
meses, atisbar en su archivo personal lleno de manuscritos, textos
inéditos y un sinfín de cartas, poemas y diarios de vida. hoy Su
presencia está en las tertulias, en la calle y en sus personajes que
siguen vivos".
(El reportaje completo puede leerse aquí)
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