domingo, 28 de abril de 2013
¿Hay vida inteligente en el "debate" del fútbol?
Uno de los terrenos donde se da más el llamado "sesgo de visibilidad", por el que tendemos a sobre-reccionar ante aquello que tenemos más vivo en la memoria (y que no siempre nos permite tener una visión objetiva de las cosas) es el del fútbol. Muchas de las cosas que se han escrito y dicho desde el partido de ida entre Bayern de Munich y FC Barcelona reflejan este sesgo, por lo que puede tener cierto interés analizar científicamente cómo es posible semejante fenómeno. Más que resumir todo lo que se ha dicho, creo que es mejor elegir un ejemplo y pregutarme cómo es posible que alguien que pasa por normal diga eso. El que pasa por ser uno de los gurús del Barça, Pichi Alonso, ascendido este año de TV3 al Canal Plus, escribió al día siguiente que el Barça debía renovarse por completo, acudir al mercado de fichajes y realizar como mínimo cinco nuevas incorporaciones para reforzar su plantilla. Este "experto" debe ser muy cotizado en el mercado de "analistas" futbolísticos porque es un ex-futbolista relativamente conocido que habla más o menos bien y que es elegante y bien parecido. Aunque como entrenador no tuvo mucho éxito, si que lo ha tenido en el mencionado sub-mercado laboral en España por lo menos. Uno se pregunta qué hubiera dicho si el Barça hubiera empatado, o perdido por uno o por dos, porque ni él ni la inmensa mayoría de comentaristas habían hablado de una renovación drástica hasta el día antes del partido. Como ha revelado una de las pocas luces de inteligencia en el debate del fútbol, el libro Soccernomics de Kuper y Szymanski, el mercado de fichajes es una de los más ineficientes del mundo económico, proclive al depilfarro y a los errores más ridículos. El Barça ha cometido históricamente numerosos errores en dicho mercado, por lo que en los últimos años había alcanzado cierto reconocimiento al basar su éxito en una mayoría de jugadores formados internamente en el club. Uno se pregunta qué pasará con este modelo si de repente se realizan cinco fichajes. Probablemnte, habrá que hacerles hueco, con lo que cinco jugadores (probablemente de la cantera) deberán hacerse a un lado, y se bloquerá el acceso al primer equipo de otros jugadores jóvenes. Gracias a este recurso a la cantera y a la consolidación de una identidad propia a través de un cierto estilo del juego, el Barça ahorraba dinero en el mercado de fichajes porque había conseguido recurrir poco a él, y atraer a jugadores que estaban dispuestos a cobrar menos por estar en este equipo. Como revela otra pequeña excepción en el mar de fanatismo que es el debate futbolístico, el magazine on line de Martí Perarnau, el Barça durante esta temporada, había perdido parte de su estilo, y no hacía falta esperar al partido del Bayern para darse cuenta que son necesarios ciertos ajustes, que deben pasar por una mejora del modelo existente, que es el unico sostenible y serio. Y una mejora significa trabajar mejor con los jóvenes, realmente atreverse a ponerlos, poner a raya el exceso de confianza de los más exitosos (especialmente aquellos que suelen salir en la prensa del corazón), y mejorar profesionalmente el scouting de jóvenes por todo el mundo, sometido hoy a una intensa competencia. Y darse cuenta que difícilmente se volverán a ganar tantos títulos en poco tiempo, no se volverán a tener en el mismo equipo a los tres mejores jugadores del mundo y formados en casa, aunque sí se puede continuar e incluso mejorar, un modelo sostenible de forjar una identidad propia que sea admirado en todo el mundo.
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