El gobierno del PP debería retirar el proyecto de fusión de los reguladores

He terminado una versión del artículo sobre la fusión de los reguladores sectoriales con la autoridad de defensa de la competencia en España. Mi conclusión es que, aunque la regulacion en España está necesitada de una reforma que le otorgue mayor estabilidad y calidad, éstas no se van a coseguir con la fusión de las actuales agencias. La razón principal es que las labores de regulación siguen necesitando un espacio específico e independiente del gobierno. Los ahorros en costes que pretende obtener el gobierno, supuestamente, podrian conseguirse mejor por la vía de crear reguladores convergentes, por ejemplo aumentando las competencias de la CMT a cuestiones audiovisuales y de gestión del espectro radioléctrico. No hay ninguna experiencia de un país parecido a España que intente fusionar la regulación (que es contínua y específica) con la política de defensa de la competencia (que es esporádica y genérica). La semana pasada, el gobierno del PP recibió una amenaza de sanción por parte de la comisaria Kroes. El gobierno se ha apresurado a decir que cumplirá con las peticiones de la comisaria, y en particular que no devolverá al ministerio competencias que hasta ahora tenía la CMT, y que retirará las más flagrantes vías por las que pretendía reducir la independencia del nuevo regulador en relación con los existentes. Pero el gobierno no piensa retirar su proyecto, que ha sido inspirado descaradamente por las grandes empresas, y en particular por Telefónica, que pocos días antes de que el gobierno anunciase su proyecto, hizo público un informe de consultoría aconsejando exactamente lo mismo. El gobierno debería retirar el proyecto de ley e iniciar un largo proceso de debate por el que se reformen los organismos de regulación sectoriales para que contribuyan a que el conjunto del marco regulatorio sea de mayor calidad, más justo y más estable de lo que ha sido hasta ahora.