25-M y después: federalismo o barbarie

El próximo domingo 25 de mayo está en juego el avance del proyecto europeo hacia cotas superiores de unidad y democracia, contra el riesgo de mayores repliegues identitarios y nacionalistas. La mayoría de los graves problemas que tenemos planteados sólo tienen una solución en el ámbito europeo, o incluso mundial (pero para incidir en éste sólo podemos hacerlo a través de una Europa más fuerte). Federalistes d’Esquerres se ha pronunciado con claridad al respecto. Eugenio Scalfari explicó el pasado domingo qué le lleva a apoyar a Martin Schulz como presidente de la Comisión y yo me sumo a sus argumentos. Como ejemplo de la enorme confusión que introducen en Europa los partidarios del repliegue identitario, es útil repasar lo que nos ofrecen los partidos nacionalistas catalanes, algunos neo-nacionalistas españoles, y algunos que actúan bajo presión nacionalista:

-CiU: sus euro-diputados elegirán a dos candidatos a presidente distintos, y pertenecerán a dos grupos parlamentarios distintos. Los de Unió votarán al mismo presidente que el PP. Los de CDC votarán a un liberal federalista, Guy Verhofstat, que no quiere ni oir hablar de su consulta. La Lega Nord, único partido relevante en Europa que apoya los planes soberanistas de Mas, está a favor de la salida del euro.

-ERC:  ¿son socialdemócratas, como dicen Ernest Maragall y Toni Comín?  ¿Son verdes? ¿O comparten las tesis neo-liberales del grupo Wilson sobre la irrelevancia de la UE y su preferencia por una asociación simplemente de libre comercio? Xavier Vidal-Folch ha escrito un artículo devastador al respecto. ¿Alguien sabe quiénes son sus aliados a nivel europeo? ¿Se puede votar a un partido para un Parlamento en el que no se sabe que va a hacer? Parece que su candidato Terricabras está muy contento porque tendrá tiempo para escribir libros de filosofía.

-Ciudadanos: los neo-nacionalistas españoles tampoco saben con quién aliarse a nivel europeo. A pocos días de las elecciones, su líder Albert Rivera dijo sin ruborizarse que ya decidirán a qué grupo piden apuntarse cuando estén ahí (Ana Pastor, en La Sexta, siempre tan incisiva, no le insistió al respecto). No saben si son liberales, socialdemócratas o mixtos.

-ICV-IU: sus euro-diputados apoyarán a dos candidatos a presidente. ICV es la única fuerza política catalana que ha conseguido arrancar un compromiso de una candidata, en este caso de los Verdes europeos, a presidir la Comisión, de apoyar la consulta de autodeterminación (perdón, del derecho a decidir) en Cataluña. No aclara la candidata si aceptará lo mismo de cualquier parte de un estado miembro, y en todo caso cómo se gestionaría una Europa donde proliferen los referéndums de autodeterminación, en lugar de emplear las energías en luchar por una unión más estrecha, federal  y democrática (como hacía Daniel Cohn-Bendit, que por desgracia ahora se retira).

-Las CUP, otra fuerza que apoya la consulta de autodeterminación en Cataluña, ni se presenta, porque no cree en la Unión Europea (como ERC, pero por lo menos lo dicen abiertamente).

En conclusión, las fuerzas que monopolizan el debate soberanista en Cataluña carecen de proyecto europeo. En realidad (con la excepción de una ICV confusa), Europa les molesta profundamente. Es algo que tienen en común con fuerzas euro-escépticas.

Hay que ir a votar por una Europa más unida y democrática. Y a partir del día siguiente, a seguir luchando por el federalismo en Europa y el mundo, para lo que estáis todos-as invitados-as al acto del Palau Macaya en Barcelona el día jueves 29 de mayo a las 19 horas.