jueves, 31 de diciembre de 2015

2016: ¿año del escarabajo?

A veces recuerdo una frase que le leí al escritor mexicano Héctor Aguilar Camín: "no tenemos de la mosca la voluntad tenaz". Pero deberíamos tenerla. La mosca no es la única que nos puede dar lecciones útiles en tiempos de turbulencias. El escarabajo parece que es uno de los animales más antiguos del planeta. Ya convivía con los dinosaurios, y está preparado incluso para sobrevivir a una catástrofe nuclear. Otros animales son más vistosos, diríamos en el lenguaje de hoy que se mueven más a base de golpes de efecto, como el pavo real. Pero en tiempos de incertidumbre, como los que suelen suceder a las grandes crisis financieras, con recuperaciones lentas y difíciles, es el escarabajo quien nos puede ayudar más. Será la lucha sorda y constante de las estrategias sólidas la que nos permita avanzar en formas mejores de convivencia, no la retórica vacía ni el tancredismo. En el libro de Víctor Lapuente "El retorno de los chamanes" se nos advierte contra los charlatanes y los poseedores de una retórica inflamada, de líneas rojas y remedios fáciles. Propone en contraposición la estrategia de la exploradora, quien busca pequeñas soluciones por ensayo y error. El escarabajo se sitúa sin duda más cerca de la exploradora. El libro de Lapuente incurre en la contradicción de tener una explicación demasiado unicausal de los fenómenos (es impropio de una exploradora pensar que todo se puede explicar con la metáfora del chamán), y por eso la parte en la que aboga universalmente por los pequeños países (por ejemplo, dividir Italia en tres) no se fundamenta en nada sólido (¿dividimos también Alemania en tres?). Pero el escarabajo admite la imperfección, porque los seres vivos somos propensos al error. Quienes luchamos contra los poseedores de la verdad estamos en una lucha desigual, porque no podemos vender grandes victorias, ni días míticos, pero no estamos solos, nos acompañan en fin de año las palabras de sabios como Luis Moreno o Siscu Baiges, que también tienen de la mosca la voluntad tenaz. Feliz año 2016.

viernes, 25 de diciembre de 2015

L'hybris d'Ada Colau

Pasqual Maragall va ser alcalde de Barcelona (després d’haver-se format i treballat a la universitat espanyola i estrangera) entre 1983 i 1997. Després d’aquest període, el millor de la seva carrera política, es va prendre un any de reflexió i treball universitari a Itàlia i va decidir presentar-se a la presidència de la Generalitat en 1999, tot i que no va accedir a aquest càrrec fins a 2003, 20 anys després d’accedir a l’Alcaldia de Barcelona. Entremig, va fer una feina tossuda, llarga, continuada i difícil (per cert, sempre en governs de coalició d'esquerres) per liderar el canvi de la ciutat. El seu ritme a l’alcaldia costava tant de seguir que alguns només el podíem acompanyar uns pocs anys. Però la seva prioritat estava ben clara mentre va ser el primer regidor: Barcelona i els seus habitants.
Això contrasta amb les presses i la falta de concentració en la seva feina de l'actual alcaldessa de Barcelona, Ada Colau. Va accedir a l’Alcaldia de Barcelona fa mig any aproximadament, si no vaig errat. Avui, el diari El Pais explica que va llençada i s’ha convertit ja en una alternativa a Artur Mas i a Pablo Iglesias, i fins i tot en un referent de l’esquerra europea.
El protagonisme frenètic de l’alcaldessa de Barcelona em recorda el concepte grec d’hybris, ben descrit a Viquipèdia. Jo no sé els problemes de Barcelona, perquè francament fa més de 20 anys que vaig deixar de pensar-hi seriosament (tot i que em sembla que l'alcaldessa no ha fet la feina ni de formar un govern sòlid), però els problemes generals dubto que es resolguin amb hybris. Els greus problemes de Catalunya, Espanya i Europa dubto que se solucionin amb exhibicions de retòrica i sobre-exposició mediàtica i plans de xoc i especulacions d’una aliança estreta amb l’esquerra anti-europeista i unilateralista. Tinc en canvi més esperança en el diàleg, la paciència i el treball col·lectiu, amb grans acords al voltant de les idees de la socialdemocràcia i el federalisme, les que ja han salvat Europa diverses vegades i esperem que ho tornin a fer. L’hybris de Colau pot espatllar el viatge de Podemos cap a la socialdemocràcia. Si Pablo Iglesias vol contribuir al progrés d’Espanya i Europa ha de decidir entre assemblar-se a Joshka Fischer o a Carod-Rovira. Ada Colau l’empeny en la direcció d’aquest darrer. On estan els “realos” de Podemos?

martes, 22 de diciembre de 2015

Guía de auto-ayuda para sobrevivir al tsunami populista

Mientras le estaba afeando a un amigo mío su veloz trayectoria de los principios del socialismo a los del independentismo, me salía otro diciendo que él quería seguir militando en el PSC pero que había votado a Podemos en el Congreso y al juez Vidal (independiente por ERC y autor de una constitución de una hipotética Cataluña independiente) en el Senado, y que Asturias tenía derecho a la autodeterminación, porque “quien era él para decirle a los asturianos lo que tenían que hacer”.
Esto fue ayer por la noche, pero como en realidad llevo varios años encontrándome en situaciones parecidas, ofrezco aquí una modesta lista de sugerencias, basada en mi experiencia personal, a modo de guía práctica de auto-ayuda para los socialistas del conjunto de España que ahora empezarán a vivir lo que los socialistas catalanes que resistimos con cierto espíritu crítico llevamos viviendo desde hace algunos años (políticos con verborrea ilimitada que parecen inteligentes, derecho a decidirlo todo, retórica demagógica, reducción de efectivos de propios, presión social por todos los lados, lectura de obituarios del socialismo, etc.):
1.Apoyar políticas económicas expansivas que creen empleo, lo que hoy día difícilmente se puede hacer si no es a escala europea. Y políticas redistributivas que reduzcan las desigualdades, para lo cual hay más margen, pero también sin perder de vista que ello requiere un federalismo postnacional.
2.No ponerles las cosas fáciles a los demagogos, lo que se ha hecho por ejemplo eligiendo candidaturas que parecen diseñadas por el adversario, o como mínimo por el competidor (me refiero a la candidatura encabezada por Carme Chacón y “reforzada” por José Zaragoza). Al contrario, trabajar en la mejora del capital humano de los partidos socialistas y en la regeneración y modernización organizativas.
3.Defender una reforma federal de la Constitución aprobada por el criterio de las grandes mayorías y a la vez un gobierno progresista, siendo conscientes de que ambas cosas son difíciles y quizás las dos a la vez son casi imposibles. Se puede defender el federalismo plurinacional sin que ello suponga el derecho a la autodeterminación, sino la constatación de la diversidad de todos los territorios especialmente la lingüística.
4.Obligar a los emergentes a emerger definitivamente, es decir, a ponerles ante sus responsabilidades, exigirles que las asuman, fiscalizarles cuando lo hagan, y no que las rehuyan con reivindicaciones maximalistas.
5.No perder la ocasión de defender los valores de la socialdemocracia y el federalismo (el sistema de gobierno en el que viven la mayoría de demócratas del mundo), y de una democracia estructurada de calidad (muy distinta del “vamos a decidirlo todo” de cualquier manera). Estos valores son los que desde las dos guerras mundiales del siglo XX (que nacieron en Europa -y la segunda empezó de facto en España) nos han dado paz, bienestar y progreso.

jueves, 17 de diciembre de 2015

La admiración de Sala i Martín y Garicano por Reagan y Thatcher

Si dos economistas académicos han jugado un papel importante en el debate político en España, incluyendo Cataluña, en los últimos tiempos, incluyendo esta campaña electoral, estos han sido Luis Garicano y Xavier Sala i Martín. Aunque lo que ellos intentan destacar más en sus intervenciones es su tono regeneracionista uno, y su planteamiento independentista el otro, lo cierto es que es mucho más lo que les une que lo que les separa. Y lo que les une es su apoyo a un estado más débil, y su admiración por los líderes políticos del neo-liberalismo a nivel mundial. Esto es lo que Garicano decía sobre Margaret Thatcher en 2013 (no es de extrañar que la prensa liberal británica apoye a Ciudadanos): "Inteligencia inusual, enorme capacidad de trabajo, capacidad de comunicación y valor. Esos fueron los ingredientes necesarios para una líder capaz de sacar al Reino Unido del desastre de la posguerra, de dar esperanza al país, de movilizar las energías creativas de los ingleses y enfocarlas, no a protestar o a manifestarse o esperar el subsidio, sino a crear prosperidad para ellos y sus hijos".
Y esto es lo que decía Sala i Martín de Reagan en 2004 (hace poco recibió un galardón de un think tank de la extrema derecha chilena, así que no creo que haya cambiado de opinión, si no es para endurecerla): "Reagonomics y derrota del socialismo. Dos caras de la misma moneda. Dos victorias de Ronald Reagan que quedan pequeñas al lado de su mejor logro: liderar al país en un momento de crisis y conseguir que los norteamericanos volvieran a sentirse orgullosos de serlo". En España y Cataluña puede parecer que los economistas académicos son de derechas, pero los economistas debemos rebelarnos ante eso. En los Estados Unidos y en el resto de países europeos esto ya no es así en general (Krugman, Piketty...), si lo ha sido alguna vez. Va siendo hora de que los economistas de la academia alcemos la voz contra las recetas insolidarias. Populismo no, pero neo-liberalismo tampoco.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Colusión o regeneración

La acusación de Pedro Sánchez a Rajoy de ser un político indecente pilló a los líderes “emergentes” Rivera e Iglesias con el pie cambiado. Aunque estos dos políticos profesionales, a quien les une que intentan disimular con éxito desigual que uno es de centro-derecha y otro de extrema izquierda, llevan igual o más tiempo en el circo que Sánchez, lo que les convierte en novedosos es que por primera vez en unas elecciones generales sus partidos pueden obtener una representación parlamentaria substancial. Pero esa posibilidad les debería llevar a entusiasmarse cuando alguien le cuenta las verdades al jefe de Bárcenas y Granados: la representación que obtengan deberían ponerla al servicio de un proyecto viable de regeneración y reformas serias y profundas. Y lo que hicieron tras el debate Sánchez-Rajoy fue demostrar que la colusión táctica y tácita les impedía reconocer el acierto del líder socialista porque había expresado más claramente que ellos lo que se supone que les une, que es la lucha contra la corrupción.
A ver si resultará que son tan fieros como las CUP, que pese a todo el griterío anticapitalista y anticorrupción, hoy sirven para alargar la agonía de Mas y para que el Parlament de Catalunya no haga un pleno sobre la pobreza y las políticas sociales, o para que el gobierno de Boi Ruiz e Irene Rigau vuelva a prorrogar sus presupuestos. Rajoy y Mas no son decentes en la medida que han liderado partidos y gobiernos embarrados en la corrupción mientras pedían enormes sacrificios a la ciudadanía. Llamarles indecentes no es un insulto: es una descripción rigurosa (y que Homs y Duran Lleida no se llamen indecentes no es un mérito, es colusión que oculta la verdad a una parte de Cataluña que vive en una realidad paralela desde hace tiempo). Hay que llamar a las cosas por su nombre y es indecente que fuerzas supuestamente emergentes o supuestamente progresistas les hagan el juego y pongan en el mismo saco a quienes se esfuerzan por enfrentarse a ellos y plantear alternativas viables.
A partir del 21D hay que facilitar un gran acuerdo por la regeneración democrática y social, que incluya una reforma ambiciosa de la Constitución española, y que gire en torno a tres aspectos básicos:
-Igualdad, para salvar y modernizar el estado del bienestar con una presión fiscal adecuada y un mejor mercado de trabajo especialmente al servicio de los sectores más vulnerables.
-Europa y Federalismo: una arquitectura institucional que respete la diversidad y la innovación institucional y facilite la solidaridad y la cooperación. Como el enfermo de Molière que hablaba en prosa sin saberlo, en España habrá una mayoría de diputados federalistas, muchos sin saberlo (y algunos sin decirlo). Les sacaremos de su ignorancia (o de su silencio).
-Una democracia mejor, que permita una mejor rendición de cuentas y combata la corrupción que tanto nos avergüenza.
Yo en estas elecciones podía haberme planteado votar a Podemos. Soy un militante y votante socialista no del todo disciplinado, con una tendencia enfermiza a votar a candidatos críticos dentro de mi partido y con un pasado de voto no siempre fiel. Pero los ataques exagerados  e injustificados de Iglesias y Ada Colau a los socialistas, y sus propuestas irreflexivas y populistas que les alejan de escuchar consejos amables, me inclinan a volver a ser disciplinado: lo siento Pablo, pero voy a votar a Pedro.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Estafadors, il·lusionistes i reformistes

En les campanyes electorals i en les propostes polítiques en general, podem distingir tres tipus de personal: els estafadors, els il·lusionistes i els reformistes. En la campanya electoral de les eleccions generals espanyoles del 20D estem veient tot el ventall. Són estafadors els amics de Pujol, Sumarroca i Millet que es presenten sota el nom de "Democràcia i Llibertat" i han segrestat els mitjans públics de comunicació i corromput la democràcia catalana fins a extrems impensables. O els amics de Bárcenas i Granados que tornen a prometre baixar els impostos quan ja han incomplert aquesta promesa i saben que la pressió fiscal espanyola està encara molt per sota de la mitjana dels països amb els que ens volem assemblar. Són il·lusionistes els que identifiquen bé els problemes, encara que s'inspirin en el kirchnerisme i el "chavisme", però fan propostes que els poden fins i tot empitjorar, aquests problemes. Per exemple, prohibir que els ex polítics tinguin feines posteriors a l'empresa privada faria que els polítics s'eternitzessin en els càrrecs o que persones qualificades mai decidissin tenir una responsabilitat política temporal. Jo també crec que les portes giratòries són un problema, que per cert es presenta a totes les democràcies. És un problema que convé enfocar amb més transparència i amb períodes raonables de temps en què un ex-polític(a) no pugui treballar en empreses que ha regulat. Però és un problema que no es resol en cap país del món amb una prohibició de per vida de treballar a les empreses privades (per què no en una empresa privada i sí en una universitat, quan les universitats també estan molt regulades?). Un altre exemple de proposta que pot agreujar els problemes: prometre un referèndum d'autodeterminació vinculant a Catalunya "al primer any de legislatura", que dividiria fins a extrems impensables la societat catalana ara que el soufflé comença a baixar, crearia una crisi constitucional sense precedents al avant-posar-la a una reforma constitucional, i ajornaria durant encara més temps la solució a les autèntiques urgències socials que sí que tenim plantejades. Clar que ja sabem que per captar els vots de la CUP (en aquest cas dels votants d'aquest partit, que no es presenta a les generals), hi ha dirigents polítics que estan disposats a defensar propostes en les que no hi creuen ni ells. En canvi, si els socialistes en la setmana que queda són capaços d'accentuar el seu missatge reformista, de mantenir o augmentar la pressió fiscal i d'introduir reformes federals que facin possible la convivència i la solidaritat a Espanya i a Europa, tenen una possibilitat real de ser el pal de paller d'una nova majoria progressista. És l'actitud realista i constructiva que contra tot el vent de cara han mantingut els socialistes francesos i que els ha permès aquest cap de setmana liderar dos grans èxits per a la humanitat: l'acord de París per frenar el canvi climàtic, i el fre a les aspiracions de l'extrema dreta racista de controlar governs regionals. En tot això devia pensar fa poc la presidenta de la Cambra de Diputats italiana, Laura Boldrini, quan deia a Il Corriere della Sera"Europa experimenta unes grans dificultats sota la pressió de l'onada de nacionalisme i populisme. A tot i això s’hi afegeix que massa sovint guanya l’interès nacional a l’hora d’inspirar l’acció dels governs i del Consell Europeu que els agrupa tots. És el moment d'actuar. Qui ens vol fer creure que els Estats nacionals poden competir a escala global amb els gegants de l'economia i la política és un il·lusionista que no té per objecte resoldre els problemes, sinó només capitalitzar-los en benefici electoral. Fan falta en canvi propostes realistes que responguin a les necessitats de les persones començant pel creixement i la creació de nous llocs de treball”.

jueves, 10 de diciembre de 2015

És Esquerra Republicana un partit seriós?

Tinc respecte pels votants i militants d'ERC i crec que molts d'ells van fer aportacions positives al benestar dels ciutadans de Catalunya durant els anys dels governs d'entesa (malanomenats del tripartit). Tinc bona opinió de persones com Joan Ridao o Josep Bargalló (encara que no entenc la seva infantil alèrgia a les corbates). Acostumo a discrepar del que diu l'ex-conseller Tresserres, però em sembla una persona seriosa i respectable. Però sembla que des que ERC va abandonar la seva aliança amb les esquerres i s'ha abraçat amb la Convergència de Pujol i Mas en l'acceleració independentista, ha quedat en mans d'una sèrie de dirigents que progressivament van abandonant tota pretensió de respectabilitat. El candidat que han triat per encapçalar la llista per al Congrés de Diputats, el senyor Rufián, s'ha cobert de glòria ja diverses vegades en els pocs dies que portem de campanya, un dia anomenant feixistes als pares de la Constitució (encara que entre ells hi hagi persones que haguessin patit la repressió franquista com Jordi Solé Tura), un altre dia sabent-se que va abandonar la seva feina per finançar amb el subsidi d'atur la seva participació en la campanya electoral, i dia si dia també obsequiant-nos amb una retòrica entre descarada i pueril. Com serà la seva falta de seriositat que en els cartells el partit ha decidit tapar-li el protagonisme amb algú tan poc seriós també com el senyor Joan Tardà. Aquestes són les persones que tristament avui dominen a ERC, junt és clar amb el seu líder Oriol Junqueras, un senyor que no va aconseguir consolidar-se com a professor universitari, i que tenia com a feina anterior ser presentador d'un reality show històric a la televisió. Això no impedeix que ara se'ns asseguri que dirigirà les conselleries econòmiques al govern de la Generalitat. Agafem-nos fort. Tot això és rellevant perquè jo sóc dels que creu que Esquerra és l'únic partit de veritat independentista a Catalunya. Convergència ha utilitzat de forma oportunista l'independentisme, però amb molts dubtes sobre la seva viabilitat, i la CUP vol utilitzar l'embolic independentista també de forma instrumental per capgirar-ho tot (a Catalunya, és clar, no als paradisos fiscals). Però ERC és genuïnament independentista, s'ho creuen i ho volen com a prioritat davant d'altres coses. El que passa és que sorprèn llavors que no facin cap esforç per semblar que tenen estadistes, que deriva d'Estat. I també sorprèn que amb dirigents d'aquest nivell alguns ex-socialistes hagin agafat aquest partit com a partit de referència, pensant-se que serien el nou pal de paller de l'esquerra catalana. Si algun d'ells de veritat es creu que Rufián i Tardà negociaran seriosament a Madrid la independència de Catalunya, crec que s'ho haurien de fer mirar. (M'adono que he aconseguit escriure un post sobre la falta de seriositat de l'actual ERC sense parlar del seu principal candidat al Senat, el jutge Vidal...).

martes, 8 de diciembre de 2015

Un catalanisme al marge de la federalització d'Espanya i Europa?

El proper 20 de desembre amb una alta probabilitat quedarà configurat un parlament espanyol favorable a una reforma de la Constitució espanyola. En promig, les forces reformistes estaran d'acord en un projecte institucional que accentuï els aspectes federals que facin que Espanya s'aproximi més a l'arquitectura de realitats com Canadà, Alemanya, els Estats Units, Suïssa i Austràlia, tots ells exemples d'estabilitat i desenvolupament. Al mateix temps, amb tots els seus problemes, Europa està deixant enrere la crisi de l'euro i, en la mesura que la moneda comuna és acceptada per les nostres democràcies i no la volem abandonar, haurà d'anar acompanyada d'una unió política i fiscal que requerirà cessions creixents de sobirania des dels estats membre cap a les autoritats europees, que hauran de ser cada vegada més democràtiques i transparents. Una gran majoria dels catalans i dels espanyols estan d'acord a avançar en aquesta direcció, incloent els nacionalistes bascos. Seria imperdonable que en aquesta cojuntura històrica forces importants que es reivindiquen catalanistes volguessin quedar al marge d'aquest procés. Jo no crec com diuen molts que la majoria dels catalanistes s'hagin fet independentistes. Fins i tot tinc localitzats bastants independentistes que jo no hagués dit mai que eren catalanistes, i que dubto que pateixin molt pel futur de la llengua i la cultura catalana, a les quals se serveix millor buscant aliats a tots els països de parla catalana, a Espanya i a Europa, que no pas buscant aliances amb forces euro-escèptiques de diferent signe com les CUP o la Lliga Nord italiana. Però és hora de reivindicar que els objectius del catalanisme (bàsicament, l'auto-govern i la defensa de la llengua catalana) en el món d'avui només es poden fer realitat amb aliats. Han comès un greu error els qui durant anys van participar en forces federalistes i ara havien pensat que aliant-se amb ERC o el que quedi de CDC abraçaven una nova centralitat que faria irreversible la independència de Catalunya i deixaria arraconats com a forces marginals els que no s'hi sumessin. Efectivament, hi ha projectes molt il·lusionants i plens de banderes (com el de Marine Le Pen a França), i la majoria que s'hi enfronta té menys il·lusió i no prevaldrà sense un bon projecte de creixement econòmic. Però aquest projecte serà europeu o no serà. Això no ho entenen els dirigents d'ERC, que creuen que persones com Jordi Solé-Tura eren feixistes. El que es sorprenent és que persones civilitzades que els han acompanyat en els darrers anys no aprofitin per desmarcar-se'n,

domingo, 6 de diciembre de 2015

La paradoxa de Bourg-Madame

El passat divendres vaig assistir com a membre del tribunal a la defensa de la tesi de Rafael Rubio a la Universitat de Barcelona. El contingut de la tesi feia referència a diferents aspectes relacionats amb la regulació del sector de les telecomunicacions, en especial en els mercats de banda ampla i telefonia mòbil. Tot i que els exercicis empírics continguts en la recerca tenien a veure amb el cas espanyol, a la tesi també hi havia referències al debat europeu sobre aquestes qüestions. En el darrer capítol s'apuntava que en els darrers temps semblava haver-hi per part de les autoritats europees un intent d'afavorir una indústria europea de les telecomunicacions més concentrada, per poder fer front en la competència internacional a les grans multinacionals nordamericanes i asiàtiques. Tot i que sembla que aquesta estratègia és encara objecte de debat en el nivell europeu, jo vaig apuntar una idea que ja havia escrit en un recent article per a una revista de la UOC, Oikonomics. Aquesta idea fa referència a la necessitat d'avançar cap a un autèntic mercat europeu de telecomunicacions, i que fós en aquest context, i només en aquest context, on fós possible augmentar el nivell de concentració empresarial, és a dir, on fós possible disminuir el número d'empreses a través de fusions i adquisicions, i per tant augmentar la dimensió mitjana de les empreses competidores. Així seria possible assolir les economies d'escala i la capacitat d'innovació que són possibles en grans mercats com la Xina i els Estats Units. Serviria de poc que augmentés la concentració si seguim amb mercats artificialment nacionals. És una gran paradoxa que a Europa un ciutadà s'adongui que està creuant una frontera només perquè sent un xiulet al telèfon mòbil. Per exemple, avui quan passegem o circul·lem en cotxe entre Puigcerdà (Espanya) i Bourg-Madame (França), no s'ha de fer cap tràmit doaner, ni s'ha de canviar de moneda, però es canvia d'operador telefònic, quan precisament la tecnologia ho requereix menys que mai. En la legislació, també canvien altres coses, tot i que no les fonamentals. Però és absurd que avui les llicències de telefonia mòbil segueixin controlades pels estats-membres, quan podria haver-hi grans operadors competint per tot el mercat europeu com ho fan als Estats Units, sense "roaming" ni canvis d'operador. Igual que és absurd que els operadors de televisió per satèl·lit tinguin llicències nacionals, en comptes de poder disposar de plataformes de televisió per satèl·lit d'escala europea, o de programació compartida en la televisió digital terrestre. Quan un partit polític posarà en el seu programa que es pugui veure la televisió pública britànica o la francesa a la TDT? Suposo que abans que això passi Internet ens acostarà més al món desitjat que la legislació, però seria millor acostar-nos-hi per una via ordenada i regulada.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

100.000 visitas y acelerando hacia el federalismo del bienestar

Esta noche alguien ha visitado este blog y ha puesto el casillero en 100.000 visitas. Ya sé que Paul Krugman debe recibir este número de visitas en una tarde, y yo he tardado más de cuatro años, pero como es un número redondo, lo celebro igualmente contigo, fiel lector. Gracias a tod@s, también a l@s que habéis discrepado.
Me alegro de que esta humilde y virtual celebración coincida con la constatación de que algunas de las ideas que se han defendido aquí se abran paso en nuestra sociedad (a pesar de mi torpeza), más de lo que cabría prever hace no mucho tiempo. Como dice hoy Jordi Gracia, es muy posible que en unas semanas tengamos en España un parlamento favorable a una reforma constitucional. Como dice Antoni Puigvert, ya todo el mundo se da cuenta de que el intento de los independentistas catalanes de alterar a la brava las fronteras de la Unión Europea está saltando por los aires. Y como dijo Pedro Sánchez en el debate con Iglesias y Rivera, es hora de apostar por lo fundamental, que es el Estado del bienestar. Estas ideas son hoy mayoritarias en Cataluña y en España. Sería una lástima que se impusieran las ideas y quedaran relegados quienes las han defendido en los momentos más difíciles. Ya sé que lo importante es que entre la pelota y no el delantero, pero las metáforas futbolísticas tienen un límite, y en la evolución social las jugadas y los partidos no terminan nunca, así que los jugadores que han apostado por las ideas más robustas son quienes deben prevalecer. Y no se trata de elegir entre estado del bienestar y federalismo, entre poner el énfasis en un tema o en otro. No existe un "eje social" y un "eje nacional". Existe la realidad en toda su complejidad. En el siglo XXI, una arquitectura institucional federal es lo que se necesita, especialmente en Europa, pero también a nivel global, para hacer frente a los grandes retos sociales. Es imprescindible una forma de organizarnos racional, una democracia multinivel que permita a los gobiernos adaptarse a la escala real de los problemas, que permita la cooperación y la solidaridad, a la vez que el respeto a la diversidad. El mundo está cambiando, y el estado del bienestar hoy se defiende apoyando el federalismo del bienestar.

martes, 1 de diciembre de 2015

Contra el capitalisme i a favor de l'estat-nació?

Sorprèn la contradicció entre l'aparent coratge de les CUP a l'hora de manifestar amb orgull la seva oposició al capitalisme i el "sistema", amb la disciplina amb la qual es manifesten sense dubtes a favor de la independència de Catalunya, no només fora d'Espanya sinó fora de la Unió Europea. El seu lema "independència per canviar-ho tot" sospito que és vist amb un suspir de tranquil·litat per part dels defraudadors d'impostos i dels voltors del capitalisme català, alguns dels quals no es belluguen gaire lluny de les seves taules de negociació (de les quals sembla que els costa molt aixecar-se, malgrat el seu aparent coratge). I és vist amb un suspir de tranquil·litat perquè una força que es plantegi combatre el capitalisme del segle XXI només des de Catalunya li farà ben poc mal als aspectes més desagradables del nostre sistema econòmic. Avui el capital no coneix fronteres, ni el frau fiscal tampoc, ni el mercat desregulat que contribueix al canvi climàtic. Amb el comunitarisme assembleari de facultat al capitalisme no se li fan ni pessigolles. Els capitalistes poden dormir ben tranquils amb les CUP. La seva devoció per l'estat-nació es contradiu amb el fet que aquesta institució va néixer amb el capitalisme per facilitar les economies d'escala i el monopoli de la violència a l'escala amb què es desenvolupaven els mercats a l'inici de la Revolució Industrial. L'estat-nació, i la responsabilitat limitada de l'empresa capitalista, van ser segons el gran economista Samuel Bowles, dues de les grans institucions que van permetre l'acumulació de riscos a una escala inimaginada fins aleshores. El gran pensador i crític del nacionalisme, Ernest Gellner, ben llegit per un dels nostres bons historiadors, Josep M. Fradera, ens ha explicat com el nacionalisme va sorgir impulsat per la burgesia precisament en aquesta època per refer els lligams comunitaris que s'havien perdut amb les noves aglomeracions urbanes i per diluïr la lluita de classes. Hi ha poques institucions més capitalistes que l'estat-nació. Per això el gruix de l'esquerra sempre ha begut de l'internacionalisme, i les crisis de les esquerres són els èxits del nacionalisme. Per això cantem La Internacional, encara que amb diferents lletres. I per això en aquelles societats on s'imposa el nacionalisme, com en el passat a Irlanda o Israel, o en el present a Escòcia, les esquerres són arraconades més d'hora o més tard. Per això també sorprèn que alguns líders de Podemos i les seves forces afins s'emmirallin en l'exemple escocès, en comptes d'abraçar les idees del federalisme, com ja fan alguns dels seus sectors més lúcids, que responen a la crida amable que se'ls va fer fa uns mesos. Només una arquitectura institucional federal ens permet dotar-nos d'instruments públics a l'alçada dels reptes del capitalisme d'avui, per fer una societat més justa, solidària i sostenible. Pel contrari, les CUP i els sectors que els hi riuen les gràcies s'empassen la vella lògica dels "pensadors" nacionalistes (una espècie de la qual Gellner deia que no n'havíem d'esperar gran cosa), que sempre parlen de l'existència d'un "eix social" i un altre "eix nacional", com si aquests tinguessin lògiques diferents. No hi ha dos eixos: el nacionalisme és una eina social de la burgesia per mantenir a ratlla les forces del canvi social. I l'estat-nació és un instrument obsolet que cal substituir per un sistema democràtic multinivell flexible adaptat a la dimensió dels problemes d'avui, amb conceptes com els de "sobirania nacional" o "subjecte polític" passant a millor vida. I el repte més urgent d'aquest nou ordre avui és el de fer una Europa més integrada, democràtica i sobirana que ens permeti defensar l'estat del benestar en els temps convulsos que vivim, i que els dirigents de les CUP i els seus fans i imitadors crec que no acaben d'entendre.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Una universalitat que trontolla

Mentre el Conseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya gaudia dels canapès a la llotja del camp del Barça, el gran escriptor universal i català, veí de la ciutat de Barcelona, Enrique Vila Matas, rebia a Guadalajara (Mèxic) el premi literari més important d'Amèrica Llatina, en el context de la trobada més important de la literatura en llengua castellana, la segona més universal del món. Per a vergonya de tots nosaltres, els catalans i les catalanes, Vila Matas va ser presentat amb raó com a “Símbolo de la hoy tambaleante universalidad de Barcelona”, en referència al moviment sobiranista català. Barcelona va ser una de les grans capitals del món, en un procés que probablement va culminar amb els Jocs Olímpics de Barcelona. Alguns que érem joves en aquella època crèiem que allò era l'inici de quelcom magnífic, però en realitat va ser el final. Si volem tornar a ser universals, caldrà tornar a començar. Mentre Vila-Matas pronunciava un fantàstic discurs on feia referència als que creuen inventar-se coses que es van acabar fa cent anys (com la novel·la tradicional, com, afegeixo jo, el nacionalisme), a Catalunya seguien passant coses ridícules, de les quals és difícil escapar si no és fugint cap a Mèxic o cap a qualsevol lloc. Jo intento fugir de l'estupidesa dominant, per exemple no veient TV3. Però igualment, com a Poltergeist o a Alien, el monstre es filtra per qualsevol escletxa. Veient Barça TV, apareix sense que ningú li demani el ridícul Artur Mas fent un gest amb una mà amagant un dit, en un discurs al sopar de jugadors veterans del Barça, i els alliçona dient-los (a ells, que han portat el nom de Catalunya arreu del món amb més honor) que allò vol dir "Visca Catalunya". Primera notícia. Per a mi, el gest vol dir "mireu com m'assemblo a líders que van portar a la humanitat al desastre, excepte en un dit". O vaig a la Fira de Santa Llúcia, una fira innocent de figuretes de pessebre, amb la meva filla, i veig estelades en forma d'estels d'Orient o d'angelets de la cova de Betlem. Per sort, Catalunya segueix sent encara la casa de Vila-Matas, d'Eduardo Mendoza, de Juan Marsé, que és difícil d'entendre que suportin tanta estupidesa i no se'n vagin per no tornar.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Economia social i socialdemocràcia a la Fundació Campalans

He assistit avui a Barcelona una jornada molt interessant sobre economia social organitzada per la Fundació Rafael Campalans i altres think tanks propers a la socialdemocràcia europea. Hi han participat alguns dels principals experts catalans, espanyols i europeus. Avui la cinquena part de la ciutadania europea forma part d’alguna cooperativa, i el 6% del PIB espanyol el produeixen empreses cooperatives, o de l’economia social en general, en les quals hi treballen dos milions i mig de persones, amb el grup internacional Mondragon al capdavant.
Cal evitar enfocs binaris que només contemplen l’estat o el mercat com a mecanismes d'assignació de recursos, i  desenvolupar formes organitzatives i institucionals que permetin al mateix temps corregir les mancances del mercat i del govern. Calen noves formes de proveïr serveis públics i de crear llocs de treball en una economía caracteritzada per la diversitat, amb formes més democràtiques i igualitàries d’organització social i econòmica. Això farà possibles partenariats entre diferents formes d’organització econòmica. A la ciutat de Barcelona hem vist com algunes inciatives d'economia social, com l'empresa d'inserció Trinijove, era capaç de dinamitzar l'economia d'un barri sencer i ajudar-lo a resistir les dificultats econòmiques.
Malauradament, aquest sector de l’economia, l'economia social, ocupa un espai marginal o insignificant en els programes d’economia de l’ensenyament secundari o de la universitat, malgrat la importància que li donen alguns economistes o científics socials  de mentalitat avançada com Joseph Stiglitz, Vicente Salas, Samuel Bowles, Maitreesh Ghatak, Joseph Blasi o Colin Mayer. No només els governs o els polítics d'aquesta ideologia, sinó la socialdemocràcia a nivell organitzatiu i de base s’hauria d’implicar en l’enfortiment de l’economia social.
Així mateix, s’haurien d’estudiar els èxits, però també els fracassos o les zones d’ombra de l'economia social en un sentit ampli (aquelles organitzacions on el control no el té el capital): clubs de futbol que defrauden a hisenda o es vinculen a oligarquies medievals, caixes d’estalvi que esdevenen pous sense fons, corrupció en alguna SAL... Ningú està lliure de problemes i totes les organitzacions han de tenir una governança transparent i complir les lleis, però una economia amb més empreses democràtiques i igualitàries ens acostaria a un món millor.

domingo, 22 de noviembre de 2015

"Puta i Ramoneta" welcome back?

Confesso que he deixat de seguir al detall la crònica de l'actualitat política catalana, i per tant demano disculpes d'entrada perquè és possible que se m'escapi algún matís. Però o molt m'equivoco o alguns dirigents socials i polítics de Convergència (aquell partit de les seus embargades fundat per Jordi Pujol), o en la seva òrbita, s'han adonat que el procés independentista, en la seva versió actual almenys, no va enlloc i que cal plegar veles i tornar a la fase anterior, la del "peix al cove" o la "puta i la Ramoneta". Però és possible tornar al passat? No és una mica tard? I com és que han trigat tant a adonar-se que el procés independentista no anava enlloc? Alguns empresaris que animaven a Artur Mas a seguir endavant ja han traslladat la seu de la seva empresa fora de Catalunya. Però és que l'animaven quan tot plegat ja es veia que era un disbarat absolut com a projecte real, possible. No era un disbarat com a projecte mobilitzador per amagar les retallades i la corrupció, per desmobilitzar i dividir les esquerres. Era un disbarat total com a pla mínimament viable d'arquitectura institucional (si és que mai ha existit aquest pla). Em resulta francament sorprenent que aquests sectors no veiessin venir un editorial com el del Financial Times dient que el procés és una "bogeria". Ara que veuen que és un disbarat, a tots ells els fa una mandra enorme explicar-li a les masses que han mobilitzat que cal tornar a les velles estratègies de gestionar i negociar poder perquè en realitat, en el món del segle XXI a Europa, això de fer nous estats està francament difícil. És que en algun moment havia estat fàcil? Aquest escolanet d'Artur Mas que és Jordi Sánchez (és una hipòtesi, referida a algú que s'ha passat la vida buscant espais de lideratge social negociant amb el poder) ja pot treballar de valent per consumar la unitat familar d'avis i néts, convergents i cupaires, que això no resol el problema de fons: que els que podrien treballar d'alguna manera per fer la independència de Catalunya o com a mínim "més" independència (els Mas-Colell, els Grífols, els Godó...) mai s'hi han posat a fons perquè saben que és impossible la independència total mentre estiguem construint una Europa federal enmig dels grans reptes existents, i que no desapareixeran. Tots aquests sectors dirigents mai s'han plantejat seriosament la independència. No és que s'hagin espantat perquè ara la veuen a prop; el que han vist a prop és el desordre i el caos del desgovern. Però que quedi clar: tornar a la "puta i la Ramoneta" és tornar a l'opacitat de les negociacions amb els governs de Madrid, tornar a negociar la supervivència a termini a canvi de marges de maniobra per fer i desfer. Això és molt car, almenys un 3% més car que un sistema de govern transparent. I segurament molt més car que un bon sistema federal, transparent, sense duplicitats innecessàries, amb cooperació i criteris clars de finançament i de polítiques que promoguin la llengua i la cultura catalanes, que no només són patrimoni de la Generalitat de Catalunya. I tot en el marc de la construcció d'una Europa federal, democràtica i potent, que sigui una gran força de pau i progrés en el nostre món convuls. L'alternativa a la "puta i la Ramoneta" no és la independència, és un bon federalisme.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Reformas, sí; "big bang", no

Me ha sorprendido que quienes han criticado al independentismo catalán por la teoría del "reset institucional" ahora apuesten por un "big bang" institucional. Me explico: la teoría del "reset" es la de que la independencia de Cataluña sería una ocasión idílica para construir instituciones desde cero y corregir de un plumazo la mala calidad institucional de nuestra democracia. Por supuesto, esta teoría no se sostiene porque los ingredientes con los que construir instituciones serían los mismos que los actuales, 3% incluido. El "big bang" institucional es lo que se propone en el libro de Garicano y Roldán donde exponen el programa económico del partido Ciudadanos. En realidad, es la propuesta estrella del programa, siendo el resto propuestas liberales estándar, algunas de las cuales serían aceptables para la socialdemocracia y otras no (por ir en la línea defendida en el libro anterior de Garicano de "menos y mejor Estado"). Pero la idea del "big bang" pasa por alto el hecho a mi juicio evidente de que hay instituciones en España que sí que funcionan. Por ejemplo, nuestra democracia ha permitido la alternancia política, nuestro marco constitucional incluye la normativa europea que nos protege de abusos, nuestra descentralización permite un acercamiento de la democracia a la gente, etc. Por no alargarme, nuestro marco institucional incluye muchas cosas a corregir (empezando por la corrupción) pero también muchas cosas que nos han permitido el mayor período de libertad de la historia de España. Si hace hoy exactamente 40 años, el día de la muerte de Franco, nos hubieran dicho que hoy tendríamos en España las instituciones que tenemos, todos los demócratas hubieran firmado. Angel Ubide, con la educación que le caracteriza, criticó con solvencia sin nombrarlo el programa de Garicano y Roldán el domingo pasado en El País. Un programa electoral no es un seminario académico que se pueda impartir desde la London School of Economics con la ayuda de un estudiante de doctorado. Quiero decir, ojalá todos nos beneficiemos del input de grandes académicos de las mejores universidades del mundo, pero los programas políticos deben contrastarse sobre el terreno, deben ser algo orgánico, discutido, consensuado. Ese despotismo ilustrado es el que denunciaban, desde perspectivas ideológicas distintas, Joseph Stigliz cuando criticaba los planes del Banco Mundial para introducir reformas en países en vías de desarrollo, y también William Easterly cuando criticaba la ayuda al desarrollo dirigida por tecnócratas. Algunas propuestas de Ciudadanos me parecen sensatas, como la supresión de las diputaciones provinciales (también lo dice Felipe González), pero también en este caso habrá que salvar las cosas buenas que hacen las diputaciones, como la cooperación intermunicipal, no vaya a ser que arrojemos eso por la borda junto con el clientelismo en las contrataciones y la política de personal. Otras me parecen absurdas, como la de suprimir el Senado (si su reforma fracasa, pero entonces ¿todo lo suprimiremos si su reforma ideal fracasa?), cuando existe un consenso creciente para convertirlo en una cámara territorial como la de los países federales. A veces la retórica de Ciudadanos no pasa de eso, y se contradice con la ausencia de propuestas, como por ejemplo precisamente en la cuestión federal. En otros casos, el hecho de que su retórica regeneracionista no vaya acompañada de sumarse a determinadas olas no me parece mal, como su recelo de los referéndums, que comparto, aunque si lo llevaran a sus últimas consecuencias se darían cuenta de que la reflexión les llevaría a rechazar al mismo tiempo su devoción por la soberanía nacional, esa sí una institución obsoleta. En definitiva, construyamos sobre las instituciones que funcionen, reformemos en profundidad de verdad nuestra democracia, y no nos quedemos paralizados entre la grandilocuencia del regeneracionismo arbitrista y la nada del laissez-faire neo-liberal.

martes, 17 de noviembre de 2015

Sobre el llibre de Jordi Amat, "El llarg procés"

Per reconciliar-me amb els primers estudis universitaris que vaig fer (i acabar) de tant en tant llegeixo llibres d'història, fins i tot d'història de Catalunya. Un d'ells, per recomanació de diverses persones, ha estat "El llarg procés", de Jordi Amat. Ha valgut la pena, els hi agraeixo la recomanació. És una història de la relació del món de la cultura amb el de la política catalanista des del temps de la guerra civil fins a l'actualitat, tot i que recollint amb més detall uns períodes que altres. Explica els esforços més o menys organitzats de tres grups (a grans trets) per liderar la cultura i la política de recuperació catalanista des dels temps inicials de la dictadura franquista. Els tres grups són: en primer lloc, els catalanistes de la burgesia que van col·laborar amb la sublevació franquista, provinents de la Lliga. En segon lloc els catalanistes de la burgesia que es van enfrontar a la dictadura, liderats per Jordi Pujol, que van fer esforços (utilitzant diferents instruments, no tots transparents) per desenvolupar un nacionalisme integrador de tots els sectors socials. I en tercer lloc, els catalanistes d'esquerres influits pel marxisme, pels quals, simbolitzats pel llibre de Jordi Solé Tura "Catalanisme i revolució burgesa", la lluita social era prioritària, però en el context del franquisme no era incompatible amb la recuperació cultural del català. Alguns grups i personalitats estaven entre els dos primers grups, con Vicens Vives. Altres grups i personalitats estaven entre els dos darrers grups, com Josep Benet. El llibre fa un esforç interpretatiu encomiable, emmarcant l'evolució de la intel·lectualitat polititzada catalana en el context de la guerra freda i de la consolidació dels estats del benestar a Europa de la mà dels democratacristians i la socialdemocràcia. També parla del paper de l'Església catòlica i de la relació amb els intel·lectuals del conjunt d'Espanya. Acaba analitzant el que van poder ser i no van ser el maragallisme i el PSC, però aquí la narrativa s'accelera i, coneguent un servidor aquesta part de la història una mica d'aprop, clarament l'autor només frega superficialment el que és una realitat molt més complexa. Per exemple, no es pot dir que els "capitans" del PSC (als quals un es va enfrontar en el seu moment fent costat a Raimon Obiols) s'entreguessin als partidaris d'acabar amb la immersió lingüística com s'insinua, perquè avui el català no es faria servir a les escoles i ajuntaments de la perifèria de Barcelona sense el suport de molts "capitans". Ni tampoc li hagués fet cap mal a l'autor parlar més amb alguns protagonistes de Catalunya Segle XXI per aprofundir una mica en la debilitat estructural d'aquesta iniciativa. La principal mancança del llibre, però, està precisament en no portar fins a les darreres conseqüències la necessitat d'emmarcar l'evolució catalana en el context internacional. Per exemple, hi ha una interessantíssima literatura sobre l'ascens de la democràcia cristiana (per exemple, el llibre de Kalyvas), o hi ha tota una literatura, ben coneguda per un gran historiador com Fradera, sobre les relacions entre burgesia i nacionalisme, per exemple en l'obra de Gellner. En el llibre no hi ha cap referència a aquestes àrees de coneixement acadèmic internacional, ni pràcticament a cap altra que depassi els confins de Catalunya, llevat d'algun comentari sobre Tony Judt. De totes maneres, el llibre d'Amat és important per entendre la història del fracàs de diferents branques del catalanisme per consolidar un projecte amplament compartit, fracàs que al meu parer està en l'origen de l'actual cul de sac (sembla que molts ho comencen a admetre)  al qual ens ha empès la mutació independentista del projecte de Jordi Pujol amb la col·laboració d'alguns sectors provinents de l'esquerra (entre ells alguns historiadors esmentats al llibre d'Amat que havien estat entre els principals adversaris intel·lectuals de Pujol, i que em van prevenir a mi a les aules de la UAB sobre els usos nacionalistes mitificadors de la història). I sospito que part del fracàs d'aquests sectors del catalanisme està també relacionat amb la seva incapacitat per relacionar-se amb moviments socials que no es mirin el melic i que busquin implicar-se en processos de canvi i reforma que vagin més enllà dels referents nacionals.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Santa Coloma, capital del federalisme el dissabte 21-N

El proper dissabte, dia 21 de novembre, té lloc de 10 a 14h una gran Trobada federalista a Santa Coloma de Gramenet, organitzada per Federalistes d'Esquerres. A la primera part de la Trobada hi haurà un diàleg entre dos acadèmics, Joaquín Tornos i Luis Moreno, sobre "Federalisme vs secessionisme a Europa: els casos de Catalunya i Escòcia", moderat pel periodista Joan Tàpia. A la segona part, tindran lloc les intervencions de diferents personalitats federalistes, amb una salutació de l'Alcaldessa de Santa Coloma, Núria Parlon. Entremig, podrem compartir una estona a la cafeteria i escoltar un recital de poesia. El programa de l'esdeveniment està pensat perquè hi hagi temps per a l'intercanvi d'idees, la convivència i el retrobament.
Aquesta trobada arriba en un moment important. Quan es posen en evidència les dificultats de refer les fronteres d'Europa, en un moment on la prioritat absoluta hauria de ser fer una Europa més unida i eficaç, és urgent que es faci sentir una veu propositiva, la veu dels qui defensem construir una arquitectura institucional que deixi enrera l'estat-nació i s'organitzi sota els principis de la cooperació, la igualtat de drets i el respecte a la diversitat. Per això l'acte s'ha convocat amb un títol en positiu: "Pel Federalisme". Està prevista l'assistència de representants federalistes de tot Catalunya i de tot Espanya. Només si recolzem amb la nostra presència actes com aquests podrem fer possible desembussar la situació de paràlisi a la qual condueixen els nacionalismes i les banderes.

martes, 10 de noviembre de 2015

Voces contra el disparate

Thomas Piketty entrevistado hoy en la contra de La Vanguardia:
"¿Catalunya sería mejor sin España?
Puede ser el peor o el mejor de los mundos, pero si aspira a convertirse en otro paraíso fiscal no será bueno para nadie. El futuro es de las interdependencias y lo básico es la fiscalidad. No queremos más paraísos fiscales.
¿Y la UE sería mejor con otro Estado?
Si en el Europarlamento los catalanes están representados por separado o como España da igual, pero si son otro Estado más y todos con derecho de veto, sería fatal."
Ignacio Torreblanca comentando los deseos de algunos independentistas catalanes de parecerse a Kosovo:
"Sorprende que alguien en Cataluña piense en Kosovo como un precedente. Porque cualquiera que haya estado allí y conozca el indecible sufrimiento de sus gentes sabe que la Cataluña dibujada por la Constitución de 1978 representa todo aquello a lo que los kosovares aspiraban en 1986 antes de que el nacionalismo serbio se cruzara en su camino. Y más hoy en día, cuando ante la falta de futuro los kosovares se marchan de su país (según una reciente encuesta, un 37% querría emigrar) es indudable que la Cataluña constitucional es el modelo para Kosovo, no al revés."
Y el taxista de Barcelona Minaqi Walid en el reportaje de Cristián Segura en El Pais:
"De todos los entrevistados, Minaqi Walid es el único que sabe de primera mano lo que es una tangana política de verdad. Walid tiene 62 años, lleva 35 en España pero continúa sintiéndose palestino. Nació en Jordania y vivió en el Líbano antes de emigrar a Barcelona. Es el único ciudadano al que este reportero descubre siguiendo por radio el debate de investidura. Trabaja de taxista, aunque antes había sido empleado de la construcción y funcionario de la embajada palestina en Madrid. Tiene el coche estacionado en una parada cercana a la sede de La Caixa. El volumen de la radio, alto, nos permite seguir las intervenciones parlamentarias desde la acera. Walid cree que la declaración de independencia “es un disparate, una locura”. Sus opiniones tienen una explicación motivada por su experiencia en Oriente Medio: “Entre Damasco y Beirut hay 99 kilómetros. ¿Sabes cuánto tardas en recorrerlos si viajas en coche? Cinco horas. Por los controles, la corrupción y mil cosas más.
“Yo no quiero fronteras. El mundo es cada vez más pequeño. Cataluña es demasiado pequeña para estar fuera de la Unión Europea”. Palestina también es un estado pequeño, se le hace notar. “Sí, y nuestros problemas se solucionarían si el mundo árabe creara una unión como la europea. Pero no sucederá, porque sus líderes son como Mas: solo piensan en lo suyo”.

domingo, 8 de noviembre de 2015

El bosc és la democràcia europea amenaçada

Que els arbres no ens impedeixin veure el bosc, ens repeteixen els savis. A mida que anem arrencant fulls de “dies històrics” al calendari català, ens entretenim amb el “què passarà” (oblidant que predir el futur és cosa de superdotats), com si no haguessin passat prou coses ja. Per a mi el més greu que ha passat és el cost social d’oportunitat que paga Catalunya pel procés independentista. M’explico: per cost d’oportunitat els economistes entenem allò que sacrifiquem quan prenem una determinada decisió. Què hem sacrificat a Catalunya des de 2012? La possibilitat de practicar el nostre autogovern, la possibilitat de negociar-ne noves cotes, la possibilitat de moure’ns per l’Europa sense fronteres fent propostes sensates. Les energies que molts independentistes han dedicat a mobilitzar-se de bona fe haguessin estat dignes de millor causa: la causa de la igualtat, de la lluita contra el canvi climàtic, de la justícia social, de la regeneració democràctica no demagògica. Però també les energies que moltes persones partidàries d’altres vies dediquen a posar-se nerviosos pel procés (seguint tota mena de tertúlies i columnistes que també podrien fer moltes altres coses de profit) es podrien dedicar a altres coses. Per descomptat això també afecta a aquest humil blocaire, i per això intento seguir la disciplina de llegir coses que en principi no tenen res a veure amb Catalunya i Espanya, cada dia. Però quan llegeixo aquestes altres coses m’adono que en altres indrets, especialment a Europa, no estan molt millor. Quan veig que els senyors Homs i Mas presideixen la llotja d’un gran estadi de futbol encapçalant una campanya per la llibertat d’expressió, o quan veig que el seu partit decideix presentar-se a les eleccions amb una candidatura que porta per nom “Democràcia i Llibertat”, em sembla veure com George Orwell dóna cops a la seva tomba per sortir-ne, suposant que hagués estat enterrat. Quan veig com Pablo Iglesias i Ada Colau, en comptes de fer cas de les amables recomanacions que se’ls hi fan, es fan un embolic intranscrivible quan parlen de llei i democràcia, em sembla veure a Tony Judt ressucitant d’entre els morts per recordar a l’esquerra el deure pendent de fer una democràcia europea de qualitat. Tres articles recents al diari italià La Repubblica posen els punts sobre les i’s del repte que suposa, i els perills que implica, la situació de desprestigi de la política tradicional al nostre continent: mentre que Marc Lazar emmarca aquests perills en el context francès, i Ilvo Diamanti ho fa en el context italià,Eugenio Scalfari no perd l’oportunitat de recordar-nos que el repte de la democràcia al segle XXI només es podrá resoldre si pensem i no deixem de fer-ho amb un marc mental europeu.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Dion ministre d'exteriors canadenc: èxit internacional del federalisme català

No cal dir que els federalistes catalans no paguem lobbies internacionals ni disposem de Diplocat (una mena d'exèrcit pacífic entre moviment escolta i cos diplomàtic que paguem els contribuents catalans). Però la falta de mitjans la compensem amb el fet de defensar coses que van en la direcció de la fletxa del temps, i amb proposar coses absolutament sensates i raonables amb exemples de bones pràctiques internacionals. Per això estem molt contents, però ens sembla absolutament normal, que un simpatitzant del federalisme català, el canadenc i quebequès Stéphane Dion, acabi de ser nomenat Ministre d'Assumptes Exteriors del govern canadenc. Dion va estar a Catalunya l'any 2014 convidat per Federalistes d'Esquerres i és una persona que coneix molt bé el cas català i espanyol. Vam aprendre molt d'ell en aquella visita, i podem estar ben segurs que a partir d'ara el federalisme català, espanyol i europeu tindrà un aliat de pes en el G-20, una de les coses que més s'assembla a un govern mundial. Mentrestant, els independentistes catalans segueixen sense aconseguir cap suport internacional de pes, malgrat els ingents recursos que dediquen a aconseguir-ho. Això no seria cap problema si aquests recursos no els paguéssim entre tots, i si el ridícul que acompanya aquests esforços no impliqués totes les oportunitats perdudes que es deriven del fet que el mateix president de la Generalitat s'hagi convertit en un pària internacional.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

El Camp Nou és el meu estadi; l’estelada no és la meva bandera

A l’any 1972 vaig anar per primera vegada al camp del Barça. Va guanyar l’equip blaugrana per 1 a 0 al Sevilla amb gol de Carles Rexach. Hi vaig anar amb la meva tieta, que crec que havia heretat el carnet del meu avi. Vam veure el partit de peu dret, com sempre vaig fer durant molts anys quan jo mateix em vaig fer soci i anava al camp amb els meus germans i amics. La primera vegada que vaig anar assegut va ser quan l'àrbitre Melero va expulsar a Cruyff contra el Málaga. A l’any 1977, vaig ser-hi el dia que el president Josep Tarradellas venia al Nou Camp per primera vegada en un partit contra el Las Palmas, on el Barça va guanyar per 5 a 0 amb tots els gols marcats a la segona part (també vaig estar a la Plaça Sant Jaume amb els meus pares el dia del "ja sóc aquí": m'agradaria saber on eren molts neo-independentistes). Feia goig veure l’estadi ple de senyeres. Com feia goig anar amb la bandera blaugrana i la senyera (la bandera de tots els catalans) a finals de bon record i de mal record (sí, jo també vaig anar a Sevilla l'any 1986). Un dels punts culminants de la meva vida va ser quan, sent Regidor de Joventut de l’Ajuntament de Barcelona (el regidor més insignificant de l’Ajuntament), l’Alcalde de la ciutat, que venia de fer un acte amb mi, va fer mans i mànigues amb els serveis de protocol perquè em deixessin anar a la llotja un dia de tardor de 1994, quan el Barça va guanyar per 4 a 0 al Manchester United. Va ser l’últim gran partit del dream team, poc abans que el petit gran jugador, simpatiquíssim “juerguista” (realment feia gràcia, no com Piqué) i avui activista anti-corrupció, Romario da Souza Faria, abandonés el club. Després vaig estar 6 anys i mig a l’estranger, i em vaig arribar a emportar un decodificador als meus nous països per seguir veient els partits del Barça. Des que vaig tornar segueixo anant de tant en tant al camp, i veig tots els que puc per la tele. Haig de dir que des de fa dos o tres anys em sento menys a gust a l'estadi, igual que molts altres seguidors, quan es crida inde inde independència al ridícul i cabalístic minut 17 amb 14 segons de cada part. Som molts, crec que la majoria, els que guardem un incòmode silenci quan passa això. És francament desagradable, perquè no som independentistes, i no entenem que la nostra casa es vulgui convertir en una caixa de ressonància d'una lluita que és només la d'una part, respectable, però una part, dels catalans. Avui a l'estadi, en un partit de Champions League, es desplegarà una campanya demanant respecte per l'estalada, que es pretén vendre com un dels "nostres" símbols. Jo haig de dir ben clar que l'estelada no és un símbol "nostre", sinó un símbol d'una part de nosaltres. Els que mostren estelades tenen dret al respecte i a la llibertat d'expressió, però també tenim dret al respecte, i a no ser intimidats, els que defensem opcions diferents (creiem que millors per Catalunya) que la independència. Els que defensem que ningú té dret a fer un ús abusiu de l'espai col·lectiu. Ja sabem que quan un moviment és minoritari intenta buscar estratègies perquè sembli majoritari. Intentar convertir la mobilització per la independència en una mobilització per la llibertat d'expressió és una d'aquestes estratègies. Però el moviment independentista, igual que molts moviments nacionalistes, ha fet ben poc fins ara per la llibertat d'expresssíó, i molt per l'uniformisme i la intimidació. L'estelada no és la nostra bandera. Però el camp del Barça sí que és (o havia estat sempre) l'estadi de tots.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Federalismo, igualdad y solvencia

Para resistir en el espacio de la socialdemocracia y ampliarlo si es posible, creo que en los menos de dos meses que quedan en España para las elecciones generales, Pedro Sánchez y sus asesores harían bien en centrarse en tres ideas, a saber, federalismo, igualdad y solvencia:
-El federalismo del PSOE no es el federalismo de Pi y Margall y la primera república, sino que es el federalismo de Alemania, Suiza, Canadá, Estados Unidos y Australia, es decir, los países más estables del mundo, y es el federalismo "work in progress" de la Unión Europea. Es el federalismo que permite organizarnos mejor para abordar los grandes retos globales del siglo XXI, que superan totalmente al viejo estado-nación. Es el federalismo que permite luchar contra el fraude y la competencia fiscales, es la forma de organizarse contra la desigualdad. Cómo gente que viene de la izquierda no tiene una idea clara al respecto y se muestra agnóstica, me parece alucinante. El federalismo también es la mejor forma de luchar por la regeneración democrática en profundidad, para hacer que cada nivel de gobierno relevante responda directamente ante los ciudadanos y les rinda cuentas, sin permitir que existan esferas de poder al margen de la ciudadanía. Una mejor democracia no se construye con partidos aparentemente nuevos (aunque sus dirigentes lleven años, quizás décadas, intentando hacerse un hueco en el circo), sino con propuestas serias de mejorar nuestra arquitectura institucional.
-El gran reto de nuestros días es la igualdad, la igualdad aquí y la igualdad en el mundo. Las diferencias de renta han aumentado en España y Europa con la crisis, y aunque no han aumentado a nivel mundial, son tan enormes que los flujos de población se pueden volver incontrolables. Aunque tuviéramos los niveles de igualdad de los países escandinavos, seguiría siendo un escándalo que la democracia fuera compatible con las diferencias existentes de niveles y esperanza de vida actuales. Quienes se disfrazan de "nueva política" para vender "menos pero mejor estado" pretenden enviarnos al mundo imaginado por el Hayek de sus lecturas juveniles (no me extrañaría que fuera el autor de cabecera no sólo de los jovencitos del PP, sino también de Garicano y Sala i Martín) antes que a la Dinamarca que se supone que admiran.
-Solvencia. Para subir a corto plazo en las encuestas puede que un poco de verborrea populista sea muy útil. Pero para gobernar en la complejidad de la Europa del euro en el siglo XXI hace falta solvencia. Solvencia para tranquilizar a los trabajadores, no a los empresarios, pero solvencia. Porque la gente corriente, el hombre y la mujer de las clases populares, tienen derecho a una vida tranquila, y a la esperanza de un mundo mejor.
Es curioso como los líderes que intentan pescar en la socialdemocracia desde fuera suelen rendir homenaje a socialdemócratas muertos (Olof Palme) o fuera de combate (Maragall). Seguramente de aquí a algunos años rendirán homenaje a algunos de los vivos de hoy, que se enfrentan a retos muchos más graves que los que afrontaron Palme, Maragall y otros grandes líderes. Pero la socialdemocracia sigue siendo la ideología que ha dado más bienestar a más gente, durante más tiempo. Si yo tuviera alguna influencia en el equipo de Sánchez le diría que se haga fuerte en estos tres puntos, que son uno: la socialdemocracia del siglo XXI.

viernes, 30 de octubre de 2015

Una autocracia suave

The Economist publicó hace un par de semanas un artículo sobre Escocia, subtitulado "La autocracia suave de la Escocia nacionalista", que suponía una crítica durísima a las prácticas del Partido Nacionalista Escocés (SNP), artículo que no debería pasar desapercibido en Cataluña. En su columna semanal dedicada a la actualidad británica, el semanario incluía párrafos como los siguientes, que traduzco directamente del inglés al castellano:
“Los ingresos tributarios derrochados en regalos a la clase media, combinados con un rechazo sonoro de la descentralización de las reformas del sector público de Inglaterra, han visto crecer las listas de espera de los hospitales. Las tasas de alfabetización están cayendo mientras que el tamaño de las clases aumenta. Menos escoceses de familias pobres van a la universidad que sus equivalentes ingleses, y la brecha está creciendo. En agosto, la Comisión Europea suspendió los pagos de desarrollo regional ante sus dudas sobre la capacidad de Edimburgo de gastar el dinero sabiamente.
Sin embargo, la oposición es débil. Eso es en parte por su propia culpa; tanto los laboristas como los conservadores han pasado por alto a Escocia, a pesar de los recientes intentos de compensar por ello. La preeminencia del SNP se ha visto impulsada por un aumento en el apoyo después del referéndum secesionista fallido del año pasado. En el Parlamento escocés, los Comités de Investigación están en su mayoría en manos del SNP, y eso se nota. Cuatro de los diarios del país apoyaron al partido en las elecciones generales de mayo; sólo uno apoyó a algún otro partido.
La autocracia suave del SNP en Escocia es el hilo que sostiene juntos el postureo de izquierda, con banderas melodramáticas y el conservadurismo estructural. Equivale a un estilo de gobierno que se asemeja más a los peronistas de Argentina que a los socialdemócratas escandinavos reformistas, a los que los políticos del SNP halagadoramente se comparan”.
Bagehot (el pseudónimo bajo el que se esconde el columnista de The Economist) no duda de la buena fe de los miles que hicieron campaña por el partido, y mucho menos de los millones que votaron por él. Sin embargo, no puede dejar de notar que “un gobierno centralizado, la uniformidad estricta y la unidad por encima de todo funcionan muy bien para el SNP. El control estricto en el nombre de la separación ha hecho que sea una de las fuerzas políticas más exitosas de Occidente. (…) Es menos lo que el SNP hace por la independencia que lo que la lucha por la independencia hace por el SNP.”

Y eso que no tienen una TV3, ni que se sepa un 3%, ni presumen de querer saltarse la legalidad democrática.

martes, 27 de octubre de 2015

Dos drets a decidir aparentment irreconciliables

En Lluis Bassets va publicar ahir un article molt interessant on acaba apuntant a una possible via de negociació que desbloquegi el "problema català". Ve a dir que els sobiranistes catalans haurien d'estar oberts a acceptar que una forma d'exercir el dret a decidir és un referèndum sobre una reforma constitucional s'entén que prèviament acordada per una gran majoria parlamentària (com s'han fet les coses fins ara, amb l'excepció de l'Estatut retallat per una sentència posterior al referèndum). I que els federalistes hauríem d'estar oberts a la possibilitat d'una legislació de claredat que permeti un referèndum vinculant sobre la independència. Aquesta darrera opció ja l'accepten alguns federalistes molt ben intencionats, com Odón Elorza i Javier Cercas, amb arguments poderosos (però des del meu punt de vista insuficients, perquè no tenen en compte les dificultats i inconvenients de la seva proposta, només els avantatges). Diu Bassets: "el més sensat és que els uns i els altres accedeixin a asseure's a negociar sense restriccions i amb totes les possibilitats obertes: els uns, per discutir una reforma constitucional, en què l'aprovació pels catalans es consideri l'exercici del dret a decidir tan reivindicat; i els altres, per escoltar la proposta d'un referèndum d'independència. Si tots es mostren oberts a tot, és fàcil que al final s'aconsegueixi la sortida que convingui a tothom." Jo no ho veig tan fàcil, perquè es tractaria de fer compatibles dues maneres de decidir molt diferents. En el primer cas (refrendar un gran acord parlamentari previ) estem parlant de permetre que la ciutadania es pronuncïi sobre un acord detallat (un text constitucional), que es pot començar a fer efectiu el dia després del referèndum. Però per què haurien ni els més moderats independentistes d'acceptar aquesta via si tenen la perspectiva d'un possible referèndum "vinculant" a la cantonada? En el segon cas estem parlant de votar sobre un desig, que requerirà negociacions posteriors, no només amb l'estat espanyol, sinó amb cadascun dels altres 28 estats-membres de la Unió Europea (donat que parteixo de la base que els independentistes majoritaris, com van dir a la darrera campanya electoral, no volen un estat fora de la UE). La segona forma de decidir només seria aparentment vinculant, perquè en la pràctica quedaria pendent de les decisions de molts altres agents, com els va passar recentment als grecs, que van trigar dies a veure que allò que havien decidit en referèndum no es podia aplicar, o com està passant als suïssos (veure l'excel·lent article a The Economist sobre les dificultats de decidir coses que afecten a la UE fins i tot per a països que només tenen una relació d'associació amb ella), que van aprovar en referèndum restringir la immigració que venia de la UE i que ara troben moltes dificultats per fer efectiu allò que van aprovar. Seria agradable fer compatibles els dos drets a decidir, perquè així les reunions d'amics acabarien millor, però en la pràctica de l'Europa integrada del segle XXI crec que es tracta d'una síntesi de molt difícil aplicació. No vull sonar tan taxatiu com sonen els tertulians i columnistes habituals, i per això he posat "aparentment" al títol. Potser m'equivoco, però si és així honestament no sé en quina part del meu argument.

domingo, 25 de octubre de 2015

Qui té por de la transparència?

La selecció dels candidats dels diferents partits a les eleccions i el dret o no del president de la Generalitat de Catalunya a veure’s amb qui vulgui posen de nou de relleu els grans dèficits de transparència que té el nostre sistema polític.
Com que porto més de 20 anys criticant com elabora el meu partit (el PSC) les seves llistes electorals, no tinc cap pressa per afegir-me ara als que descobreixen tota mena de defectes en el procediment. Alguns troben els defectes quan deixen de sortir-ne beneficiats. L’únic consol és que els altres partits encara tenen procediments més opacs, inclosos els anomenats emergents. Esperem que almenys el que ha passat serveixi perquè ens posem col·lectivament, seriosament, a analitzar com es pot satisfer millor als nostres potencials votants i als ciutadans. L’espectacle d’ahir va semblar un joc de dinosaures jugant a les cadires musicals (amb tots els respectes, perquè estic sent injust amb alguns individus, però no amb molts). Si un sistema d’elecció no es pot explicar, perquè no té criteris objectius ni de cap mena, vol dir que no és transparent, i si no és transparent vol dir que provocarà amb raó la desconfiança d’un electorat cada vegada més exigent. Quins són els criteris de selecció: buscar els millors candidats? Els millors possibles diputats? Premiar serveis del passat? Buscar Gabilondos catalans? Una barreja? Castigar i premiar? Es pot explicar això a l’electorat?
Pel que fa a l’agenda del president de la Generalitat, sembla que aquest, encarnat provisionalment en el Sr. Artur Mas, es va veure sorprès perquè es conegués que havia estat reunit un matí d’un dia feiner, de 9h a 10.15h., amb el Sr. Jordi Pujol. Certament, els dos són lliures de reunir-se quan vulguin. Però els ciutadans, votants i contribuents, també tenim dret a saber a què dedica el seu temps laboral el nostre president. Què van fer en aquesta hora i quart en Mas i en Pujol? Va anar Mas a demanar-li permís a Pujol per dimitir? Per continuar? Li va demanar assessorament sobre com girar l'opinió pública contra la justícia, donada la seva experiència en aquest terreny? Li va anar a demanar alguna informació sobre algun empresari, donat l'ampli coneixement que el Sr. Pujol té de certs ambients? Van resar junts?

jueves, 22 de octubre de 2015

Amb aquest material no farem una Dinamarca

El líder polític del moviment independentista català, Sr. Artur Mas, ha presidit un govern que està sent investigat per un jutge del Vendrell, arrel d'una denúncia inicial d'una regidora d'ERC de Torredembarra, de contractar amb empreses que pagaven el 3% del contracte al partit liderat pel Sr. Mas, Convergència Democràtica de Catalunya. Els acusats mereixen la presumpció d'innocència, com la mereixen els acusats del cas Palau, com la mereixen els membres de la família Pujol, molt propers al Sr. Mas, que estan sent investigats també per la justícia. Com també la mereixien tots ells quan ja en Pasqual Maragall els va etzibar allò de "vostès tenen un problema...". Però són molts els casos que s'acumulen i que afecten al partit i al govern liderat pel Sr. Mas. Que els dirigents d'ERC (no em refereixo a militants honrats com la senyora de Torredembarra), o altres companys de viatge procedents de l'esquerra, encara li facin el joc al Sr. Mas, i segueixin amb la pretensió de fer-lo president de la Generalitat, és francament sorprenent. La independència de Catalunya, com reconeixia el Sr. Mas fa uns anys, abans de les retallades i l'eclosió del cas Palau, és quelcom molt difícil ni tan sols d'imaginar en l'Europa unida del segle XXI. Però és respectable que hi hagi gent que hi cregui i que ho defensi democràticament, com són respectables totes les idees. Però els independentistes catalans tenen cada vegada més difícil argumentar que necesitem la independència per construir institucions de més qualitat (la teoria del "reset institucional"). Les institucions es fan amb els inputs que existeixen en una societat: el seu personal polític, els seus sindicats, les seves empreses, els seus mitjans de comunicació. I tenim el que tenim, i sembla (veurem si el jutge del Vendrell ho confirma) que algun del pitjor material que tenim està en el partit majoritari del moviment independentista. Entre els fins fa poc líders de la seva vessant social les coses no produeixen més esperança. La senyora Forcadell, que ha de presidir el Parlament que ha de donar segons ens diuen passos irreversibles cap a la independència (m'agradarà veure'ls), ja ens va dir fa un temps que en algun moment caldria saltar-se la legalitat, o que les persones de dos partits polítics democràtics no eren catalanes. Dubto francament que sigui la persona més capacitada per portar-nos a la construcció d'institucions de qualitat al servei de tothom. Veurem com li prova el pas d'agitadora de part a segona autoritat de Catalunya. Segur que els meus comentaris són de traç gruixit, perquè ja confesso que no veig ni TV3 ni 8TV, com fan els ionquis del procés, però o molt m'equivoco o per aquí no es va ni a Ítaca ni a Dinamarca.

lunes, 19 de octubre de 2015

Extraer las lecciones correctas del caso canadiense

Hoy se celebran elecciones legislativas en Canadá, pero el resultado afectará poco a lo sustancial del debate sobre el federalismo y el encaje de Quebec. La semana pasada estuvo en Barcelona, invitado por Federalistes d'Esquerres, André Lecours, profesor de la Univeridad de Ottawa y director académico del Think Tank "L'Idée Fédérale," quien explicó que las cosas han cambiado mucho en este debate en los últimos 20 años. Sus palabras se pueden leer y escuchar en la página web de "Federalistes d'Esquerres". Lecours dijo que el ambiente que se vive ahora en Cataluña le recordaba mucho al que se vivió en Quebec hace 20 años (para entender el referéndum de Quebec de 1995 hay que seguir el consejo del Prof. López Basaguren y leer el impresionante libro "The Morning After"). Es muy importante extraer del caso canadiense las lecciones precisas. Las instituciones son malas viajeras, y por lo tanto es más útil extraer lecciones de las grandes ideas y principios que de los detalles precisos. Hay semejanzas en el sentido de que tanto Canadá como España se enfrentan a cuestiones de federalismo plurinacional y pluri-lingüístico. Pero también hay diferencias: Canadá no viene de un pasado de dictadura centralizada (sino de un pasado colonial), con lo cual el campo federalista puede agrupar sin grandes discrepancias a personas de ideologías dispares en otros terrenos. Otra diferencia es que Canadá en 1995 formaba parte del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y México, pero eso limitaba mucho menos su soberanía que la pertenencia de España a la Unión Europea y a la zona euro. La Unión Europea es una unión económica y política de 28 estados, cuya unanimidad se precisa para acoger a un nuevo estado. Finalmente, otra diferencia es que en España ya existe una "legislación de claridad", que en Canadá fue elaborada con posterioridad al referéndum de 1995. Hay que ser optimistas y pensar que en España empezamos a extraer la principal lección: para vencer a los secesionistas no basta con decir que no. Hay que ofrecer una alternativa. Y los principios del federalismo ofrecen la mejor alternativa, cuyos contornos precisos corresponde a los catalanes, españoles y europeos, encontrar a partir del diálogo y la negociación, con el refrendo final de la ciudadanía. Ayer los líderes de las dos fuerzas emergentes en España (Podemos y Ciudadanos) debatieron en un debate televisivo. El líder de Podemos introdujo un matiz interesante en sus palabras, que parece haber pasado desapercibido. Dijo que desea que los catalanes voten sobre su futuro, y que en esta votación él defenderá un SÍ a la continuidad de Cataluña en una España distinta. Y el líder de Ciudadanos dijo que era partidario de una hacienda federal (textual) española común y de una hacienda europea común. El resto del debate me pareció un éxito televisisvo pero de una gran vaciedad de contenidos, pero esta parte me pareció interesante. A ver si resulta que por fin estaremos yendo en la dirección adecuada.

viernes, 16 de octubre de 2015

En España ya existe una legislación sobre "la claridad"

Muchos comentaristas, ansiosos por resolver lo antes posible de una forma u otra el "monotema" catalán, abogan de buena fe porque en España se apruebe una Ley de Claridad inspirada en la Clarity Act del Canadá, a la que se llegó tras una sentencia del Tribunal Supremo de aquel país, posterior al confuso referéndum de 1995, donde los soberanistas quebequeses perdieron por los pelos. En esta ley de claridad canadiense se exije que un referéndum sobre la secesión tenga una pregunta clara (no fue el caso ni en 1980 ni en 1995 en Quebec) y que sólo en caso de una victoria clara (claramente superior al 50%), el gobierno federal estará obligado a negociar con los vencedores del referéndum. Sin embargo, el Tribunal Supremo deja al nivel federal la interpretación de si la pregunta es suficientemente clara o no, así como la interpretación sobre qué se entiende por una mayoría suficientemente clara. Las elites políticas de Quebec, incluyendo muchos federalistas, se opusieron a la Clarity Act, quizás porque entendían que dificultaba llegar a un nuevo compromiso entre el status quo y la secesión, o porque dejaba la interpretación del resultado a la discreción del poder central. Yo no sé si una ley de estas características permitiría "resolver" el problema de Cataluña. En todo caso lo cierto es que después de la Clarity Act los independentistas quebequeses han desistido de momento de promover un nuevo referéndum. Sin embargo, en el marco constitucional español ya existe una legislación clara sobre los términos de reformas fundamentales de nuestro marco constitucional (no otra cosa sería una posibilidad de secesión). Un cambio constitucional substancial requiere la aprobación por dos parlamentos consecutivos, por una mayoría de dos tercios, y posterior aprobación en un referéndum. Es decir, nuestro marco legal dice claramente que lo que hay que someter a referéndum es un acuerdo previo amplio, para evitar la manipulación oportunista de la democracia. Y si este acuerdo no se aprueba, continúa indefinidamente el status quo. Y un cambio de un estatuto de autonomía requiere procedimientos parecidos de grandes mayorías con referéndum final donde se somete a votación un acuerdo. Además, la Constitución española ha sido interpretada por el Tribunal Constitucional como que no permite la autodeterminación de las partes, como ocurre en casi todas las democracias. Y los tratados europeos (tal como han sido interpretados por su máximo garante, la Comisión Europea), que también forman parte de nuestro marco constitucional, dicen que cualquier nuevo estado surgido de la escisión de un actual estado miembro, será considerado un estado externo, en caso de que sea reconocido por las Naciones Unidas, y deberá ponerse a la cola de un proceso de admisión que requerirá la aprobación unánime de los países miembros. Yo creo que esta legislación es más clara que la de Canadá (país admirable en muchos sentidos). Puede no gustar, pero claridad no le falta. Me parece legítimo pedir otra legislación de claridad, pero que no se diga que carecemos de ella. En cualquier caso, cambiar la actual normativa clara sobre la soberanía deberá pasar por un proceso legislativo también claramente especificado: la reforma de nuestra Constitución o de los tratados europeos. No es fácil (y convendría que alguien se lo explicara a los votantes).

miércoles, 14 de octubre de 2015

En record de Jordi Miralles

Tot i que algú m'havia dit que estava malalt, m'ha sorprès la notícia trista de la mort de l'ex-dirigent comunista Jordi Miralles. Vaig coincidir amb ell en els moviments juvenils i després l'havia vist en un parell d'ocasions. Ens diuen que la medicina avança molt, però malauradament encara hem d'aguantar el cop dur de la desaparició de persones que encara estan en la plenitud de la seva vida. En Jordi destacava per la seva seriositat. En un doble sentit: no era donat a la broma fàcil. I no era una persona frívola. Un no se l'imagina lliurat al populisme barat, ni parlant de coses sense haver-se-les pensat o fins i tot estudiat dues o tres vegades. Parlava clar i a poc a poc, tant quan el visitaves al Parlament de Catalunya com quan te'l trobaves al metro, circumstàncies que no canviaven ni la seva forma de vestir ni la seva forma de comportar-se (ho vaig poder comprovar). Que jo no estigués d'acord amb les seves idees en molts casos no m'impedia tenir per ell un gran respecte. Seria fàcil dir que és una espècie en vies d'extinció. Però també seria injust. Hi ha moltes persones com ell, que es dediquen temporalment a la política, que tornen al seu ofici, que fan un esforç per estudiar malgrat les dificultats financeres i de temps. En recordo d'altres, potser no casualment alguns d'ells també comunistes. En fi, no dic res més perquè no sóc qui per glossar més la seva figura. A la política es coneix a la pitjor gent i a la millor, encara que els primers de vegades coincideixin amb un en ideologia i els darrers no sempre. En Jordi era dels darrers.

lunes, 12 de octubre de 2015

Coses que se suposa que no passen

Fa uns dies l'Alcaldessa de Madrid, Manuela Carmena, va repetir que ella era federalista. Poques hores després, el cantant Raimon Pelejero rebia una distinció del President de la Generalitat Valenciana (com ha recordat Xavier Vidal-Folch, els nous governs de les Illes Balears i Aragó també han anunciat iniciatives per recuperar la dignitat de la llengua i la cultura). Manuela Carmena no és una persona marginal, excèntrica, és la màxima representant dels ciutadans de la capital d'Espanya. El que està passant a la majoria de comunitats autònomes representatives de la Corona d'Aragó és així mateix el reflex de la victòria democràtica de les esquerres, encapçalades pel partit socialista, a les eleccions autonòmiques del passat mes de maig. És clar que això no serà destacat als mitjans oficials públics i privats subvencionats catalans, malgrat que es tracta de bones notícies per al futur de la nostra llengua i la nostra cultura. La raó per la qual no serà destacat és que aquestes notícies contradiuen dos dogmes de fe de l'independentisme català: 1) que el PP i el PSOE són el mateix; 2) que no hi ha federalistes més enllà de l'Ebre. Respecte al primer dogma de fe, a mi sempre m'ha semblat insultant, en primer lloc perquè és posar en el mateix sac a víctimes i botxins d'una part important de la història d'Espanya, i en segon lloc perquè en la immensa majoria d'episodis importants (Constitució, jocs olímpics, estatuts) el comportament envers Catalunya d'aquestes dues forces polítiques ha estat oposat. Llavors diuen, la LOAPA!!, en referència a una llei d'harmonització del sistema autonòmic aprovada després del cop d'estat del 23-F i que no es va arribar a aplicar mai perquè la va frenar el Tribunal Constitucional. Avui hi ha socialistes que anirien més enllà en el seu federalisme i altres que hi anirien menys, però el punt mig es mou en posicions molt més raonables que les de les veus mitjanes de l'independentisme català. I al socialisme de les Illes, el País Valencià i l'Aragó dominen posicions clarament federalistes de simpatia respecte a la cultura catalana. Respecte al segon dogma, és bastant inútil que es posicioni Manuela Carmena, o que se signin manifestos, o que el principal diari espanyol faci editorials a favor del federalisme, o que el PSOE i Izquierda Unida es declarin oficialment federalistes, o que a les enquestes la majoria de votants de Podemos també se'n declarin. Si menges i beus de les fonts de l'independentisme sagrat, aquestes coses senzillament no existeixen.

sábado, 10 de octubre de 2015

La CUP explicada a quien regresa de un largo viaje

Si a alguien que se fue a un largo viaje en 2010 y regresa ahora a Cataluña le cuentan que la política catalana depende de las decisiones de la CUP (Candidatura de Unidad Popular), seguramente no creería nada de lo que está oyendo. Algún que otro extranjero que nos quiere también se extraña y se pregunta: ¿responde la CUP a una vieja tradición de izquierda frikie en Cataluña?
El caso es que en las elecciones autonómicas del pasado 27S, la candidatura independentista improvisada por el presidente Artur Mas (un nacionalista de centro derecha) sacó 6 diputados menos que el límite (68) de la mayoría absoluta, y necesita los 10 diputados de la CUP (un grupo que se declara anti-sistema y contrario a la Unión Europea) para formar gobierno. Por lo menos necesita que uno vote a favor y los otros se abstengan, lo que ha dado lugar a que algunos sospechen de un “Tamayazo” (por uno de los diputados tránsfugas que dieron en una ocasión la presidencia al PP en Madrid) pero “a la Catalana”. Es decir, no hará falta un soborno seguido del oprobio eterno del sobornado, sino que se le ofrecerá un hueco en el star system indepe, dirá que lo hace por Cataluña, y al cabo de un tiempo lo veremos presentando un programa en TV3 o presidiendo algún organismo bien remunerado. Junts pel Sí, la candidatura en la que Mas por su impopularidad iba camuflado en el número 4 de la lista, no puede plantearse ningún otro aliado porque la razón de su existencia es declarar la independencia de Cataluña, cosa que ningún otro de los grupos políticos (que cuentan con 63 diputados) está dispuesto a apoyar. Hacer girar la política catalana alrededor del proyecto independentista nos ha llevado a esta situación, muy difícil de entender para quien no haya seguido de cerca lo que ha pasado en esta comunidad en los últimos cinco años, donde un tercio del electorado muy movilizado, debido a la abstención diferencial y al sistema electoral consigue hacer girar todo el debate político entorno a la posible independencia de Cataluña, ignorando otras alternativas más razonables y factibles a los problemas reales de arquitectura institucional.
Algún extranjero conecta a la CUP con los anarquistas o los okupas. Pero los anarquistas eran cosmopolitas, federalistas y tenían autores de referencia internacionales. Incluso los okupas tienen una filosofía y unas redes internacionales de apoyo. ¿Quiénes son los autores de referencia y los aliados internacionales de la CUP, valientes anti-capitalistas que parece que no se atreven ni a echar a Artur Mas?
Está muy bien su crítica a la corrupción (aunque de repente parece que ya no es prioritaria para ellos), si bien ha convivido con los abrazos a Artur Mas y con la presidencia por parte de un líder de la CUP de una Comisión de investigación (a raíz de la confesión de Jordi Pujol de que había incurrido en fraude fiscal continuado y masivo) que ha hecho más por dispersar responsabilidades que por poner en evidencia y divulgar urbi et orbe la ciénaga de CDC, el partido de Mas y los Pujol. Son anti-sistema pero sacan más votos en porcentaje en Vic que en l’Hospitalet, es decir en la Cataluña rural de nivel de renta media-alto, que en las zonas metropolitanas de clase trabajadora (donde el independentismo es muy minoritario). Su lema es “independencia para cambiarlo todo”, como si el fraude fiscal, la concentración creciente de la riqueza, o el cambio climático, dependieran sólo de lo que se haga aquí.
Su último candidato, cuyo curriculum de periodista es más bien triste, parece salido del Club de la Comedia, y lidera un partido euro-escéptico que ni se molesta en presentarse a las elecciones al Parlamento Europeo. Dicen que quieren plantear un plan social de choque pero al mismo tiempo no devolver la deuda enorme del gobierno catalán: ¿cómo van a pagar no ya el plan de choque, sino las nóminas de los funcionarios y otros trabajadores del sector público, si creen que la deuda es un juego de niños? Amenazan, pero con disparar en la sien del pueblo catalán. El problema de la creciente incertidumbre política no es la intranquilidad de empresarios e inversores (que seguro que solucionan su problema, yéndose a otro sitio si hace falta), sino el derecho de la gente corriente, de las clases populares, a tener una vida tranquila, a seguir contando con la seguridad de una moneda segura, un pasaporte válido, una ley que sea la misma para todos, y un mínimo estado del bienestar.
Uno puede entender el gesto desesperado de algunos electores al votar por la CUP, pero eso no convierte sus políticas en razonables, porque no lo son: serían un desastre. El periodista Enric Juliana en 2012 pronosticó que la política catalana evolucionaría hacia un sistema en 2050 donde un Partido Catalán de Europa (Convergencia refundada más escindidos socialistas) competiría por el poder con las CUP. Hoy lo que queda del partido de Pujol (con la ayuda incomprensible de algunos ex socialistas) carece de aliados en Europa y negocia el gobierno con la mismísima CUP (y en la oposición hay 63 diputados, que quizás en 2050 habrán desaparecido –o quizás serán más, pero que hoy ahí siguen).

Artur Mas y Junts pel Sí pretenden negociar la presidencia con un partido euro-escéptico, declarar la independencia en 18 meses (para lo cual no tienen ningún mandato democrático basado en un mínimo marco legal reconocido), e ir a Bruselas a negociar una rápida integración en la eurozona y la Unión Europea, integración para la que hoy no disponen de ningún aliado entre los 28 estados miembros que deberían por unanimidad aprobarla. Perdonen, pero algo no cuadra: ¿y si dejan de engañar a la gente, y de jugar con las cosas de comer? ¿Vamos hacia un Partido Catalán de Europa, o hacia una coalición de la Liga Norte con Beppe Grillo “a la Catalana”, o sea, siempre por la patria?

martes, 6 de octubre de 2015

Rebel·lar-se contra l'adoctrinament i el pensament únic

Tenir esperit crític no condueix directament cap a la felicitat. És més, sovint t'hi allunya perquè t'empeny a criticar persones amb les quals pots tenir relació, de vegades jeràrquica o de necessitat mútua. Sovint ens callem el que pensem per no erosionar relacions que tenen un valor per a nosaltres. Però l'esperit crític fa persones més sòlides i fortes. La felicitat és difícil de definir, i en qualsevol cas tots combinem períodes més alts i més baixos. El que importa és poder mantenir una certa fortalesa interior per no deixar-nos arrossegar per coses que no ens agraden. En aquest sentit, té molt de mèrit l'esforç que fan tots aquells que s'oposen a l'adoctrinament i al pensament únic, sigui en el terreny que sigui. En aquest sentit, voldria destacar dos exemples. En primer lloc, el de CCOO, que ha lamentat que la televisió pública catalana, finançada amb els impostos de tots nosaltres, tingui un programa d'economia dirigit per un economista de dretes, partidari de les receptes econòmiques neo-liberals i que ha recolzat en el passat les polítiques del partit republicà dels Estats Units. Resulta que aquest economista (des de fa anys més conegut per les seves jaquetes i per la seva vinculació al fosc món de les directives del futbol que per les seves contribucions a l'economia) al mateix temps forma part del star system del moviment independentista català. Aquesta és la cohartada perfecta perquè els suposats sectors progressistes de l'independentisme s'empassin aquest gripau com se n'han empassat i se'n seguiran empassant molts altres, ara que han deixat enrera la seva capacitat de rebel·larse contra l'adoctrinament i el pensament únic. També mereix un fort aplaudiment i la solidaritat de tots els demòcrates el cantant Joan Manuel Serrat, que s'ha expressat contrari a la independència de Catalunya, i a canvi ha estat objecte d'una campanya d'assetjament (una nova "fàtua") que alguns ja han comparat a la que va rebre en 1968 quan es va negar a anar al festival d'Eurovisió perquè no li deixaven cantar una cançó en català (quan ser catalanista era força més arriscat que avui).