¿Ha dejado de ser Ciudadanos un partido populista?

Francesc de Carreras ha publicado un artículo donde alerta sobre los riesgos para la democracia de los partidos y movimientos populistas, y pone en este saco tanto al independentismo catalán como a Podemos. La verdad es que estoy de acuerdo con el grueso de su argumento. Lo que me sorprende es que no incluya entre el grupo de fuerzas políticas populistas a Ciudadanos, quizás (aparte de que Carreras les apoya) porque últimamente esta fuerza política se esfuerza por presentarse como una fuerza política convencional, moderna eso sí, pero liberal y centrista. Sin embargo, uno de los principales expertos en populismo de España, Xavier Casals, no duda en calificar, por lo menos hasta ahora, a Ciudadanos como una fuerza populista. Decía Casals hace un tiempo refiriéndose al populismo en Cataluña: "Los actores emergentes son formaciones populistas que rechazan la etiqueta “partido” para asumir, en cambio, lemas inclusivos, transversales y que apelan a valores: Ciudadanos, Plataforma, Solidaridad Catalana por la Independencia, Candidatura de Unidad Popular. A la vez, aspiran a presentarse como expresión de movimientos cívicos (en buena medida, se presentan como “partidos-anti partido”) y articulan sus discursos por medio de dos banderas: la protesta contra el establishment, y la defensa de una identidad amenazada (ya sea ésta catalana, española o “autóctona” ante la inmigración). Son formaciones populistas en la medida en que aspiran a una gran movilización social ante unas élites percibidas como lejanas o que se han convertido en una oligarquía (“casta”) que, pretendidamente, han secuestrado —o cuando menos, limitan— los derechos ciudadanos. Se impone, pues, una movilización que acorte la distancia entre representados y representantes políticos." Ciudadanos todavía hoy se presenta como un partido entorno a un líder (que se hizo famoso posando desnudo y que se maneja bien en los platós de las tertulias), y refractario a la división izquierda/derecha. Nació compartiendo algunos rasgos con un movimiento catalán de principios del siglo XX, el lerrouxismo, que tenía características claramente populistas.También creo que responde a su naturaleza todavía populista el hecho de que (como Podemos) externalice su programa económico a un experto famoso (en este caso, un experto de calidad, pero esto no invalida el argumento). El programa no surge de un proceso de elaboración colectiva, basado en unos valores cuturales compartidos, sino que se ficha a un experto para que lo elabore. Por último, algunos fichajes son de calidad, pero otros huelen a populismo rancio, como por ejemplo el fichaje como candidato a alcalde de l'Hospitalet (la segunda ciudad más poblada de Cataluña nada menos) del presidente del club de futbol local.