jueves, 12 de marzo de 2015

Federalismo contra creacionismo

(Esta es la versión en castellano del artículo publicado anteriormente en el blog de Federalistes d'Esquerres)
Algunos optan por ser neutrales entre las tesis evolucionistas, basadas en la evidencia científica, y las tesis creacionistas, propias de determinadas religiones. Algunos dirigentes educativos en los Estados Unidos dan igualdad de espacios y recursos a los que proponen las dos teorías, sin mojarse (y a la vez creyendo que su actitud es éticamente superior). Hay que respetar a las personas que tienen creencias religiosas, y buscar el diálogo con ellas, pero cuando se trata de decir cómo es la realidad de este mundo, las personas sensatas explican la verdad. El evolucionismo no es una verdad cerrada, se puede formular de muchas maneras, y no permite hacer predicciones exactas sobre cómo será el futuro. Pero nos acerca mucho más a como se ha hecho la realidad que nos rodea que la interpretación literal del creacionismo, que como mucho algunos científicos lo pueden defender como metáfora de la existencia de fuerzas que no conocemos. Las actitudes de algunos sectores de la izquierda catalana y española me recuerda la de estos personajes neutrales entre evolucionismo y creacionismo: dejemos que la gente decida, no nos mojamos ... O idealmente intentemos encontrar una opción intermedia, como si entre el creacionismo y el evolucionismo existiera algún ente identificable en el mundo del siglo XXI. Les entiendo porque desde nuestro particular creacionismo las cosas son todo lo contrario que neutrales. En este caso no es por presión del Tea Party, sino de la Tieta Party ("tieta" en catalán significa tía, y es como se conoce a las señoras Forcadell y Casals, líderes del movimiento independentista). Pero la realidad es federalista, y no se debería perderse ninguna oportunidad para ponerlo de manifiesto, ciertamente de la forma más inteligente y eficaz que sea posible en cada momento. No se trata de atacar a los creacionistas con un ateísmo militante y agresivo, sino de convencer al máximo número de personas de que postular un creador literalmente con barba blanca no puede sustituir las teorías de Darwin y los que le han seguido (que son muchos y diversos, como los federalistas).El próximo mes de mayo tienen lugar elecciones municipales en toda Cataluña y España. Y luego tendrán lugar elecciones al Parlamento de Cataluña y elecciones generales. En el caso concreto de Cataluña, aunque quizás con menos intensidad de lo previsto hace unos meses, las candidatas y candidatos estarán bajo mucha presión para expresar su lealtad al proceso independentista o, en su ausencia, el "derecho a decidir ". Las personas que sean candidatas y que simpaticen en líneas generales con las ideas del federalismo, no se deben dejar arrinconar, y deberían proclamar con el máximo orgullo lo siguiente:-Que estamos a favor de una España federal en una Europa federal.-Que ciertamente hay diferentes federalismos posibles, pero que éste es el debate que debemos tener: qué federalismo? Fuera del federalismo y de sus valores y soluciones, no hay futuro.
-Que el estado-nación está obsoleto en el siglo XXI, especialmente en la Unión Europea, y que por lo tanto tiene poco sentido centrar gran parte del debate político en crear un nuevo estado-nación (al igual que no tiene sentido intentar conservar los antiguos sin reformarlos para adaptarlos a una realidad nueva), o los eufemismos y subterfugios que los esconden, como estado propio, estado nuevo, o estructuras de estado.-Que en el mundo de hoy, la mayoría de grandes problemas de la humanidad tienen poco que ver con la capacidad de respuesta de los estados-nación, antiguos y potencialmente nuevos.-Que la mayoría de ciudadanos que viven en democracia en el mundo lo hacen en organizaciones federales o que caminan hacia el federalismo, en grandes agregados democráticos que incluyen la Unión Europea (a medio camino, pero en la buena dirección si no damos pasos atrás), Estados Unidos, Canadá, Australia, India, Sudáfrica, o Brasil.-Que es verdad que hoy hay más estados que hace 100 años, pero ha sido por la descolonización y por la disgregación del bloque soviético, y que muy probablemente los territorios afectados hoy estarían mucho mejor si tuvieran estructuras federales democráticas (y hubieran ahorrado algunos millones de muertos).-Que es imposible y muy poco deseable intentar recortar el mundo haciendo un estado para cada nación, porque produciría una gran inestabilidad en un mundo ya bastante convulso, y porque naciones puede haber más de 5000 y están mezcladas cada vez más en los territorios, y estados hay sólo unos doscientos.-Que la organización más racional de gobierno es una arquitectura institucional multi-nivel federal clara y simplificada, donde los ciudadanos puedan influir lo más directamente a cada nivel a través de su voto y de la elección de sus representantes, desde el barrio hasta el mundo global, pasando por el distrito, el municipio, las regiones metropolitanas, los órganos supra-municipales, los gobiernos de ámbito superior y el gobierno europeo.
-Que el federalismo no es sólo el proyecto más racional, sino que también es el que facilita más la concordia, la solidaridad y todos aquellos valores positivos y emotivos que sacan lo mejor, y no lo peor (como hace el nacionalismo a menudo) de lo que los humanos llevamos dentro.-Que los conceptos monistas de soberanía y de sujeto político están hoy obsoletos.-Que el gran traspaso de soberanía que está pendiente hoy y es perfectamente viable es el de reforzar la soberanía del nivel europeo, creando un auténtico tesoro europeo con un presupuesto relevante y capacidad redistributiva y inversora.-Que aunque hoy suene utópico, se debe avanzar en el debate para crear instancias de gobierno democrático mundial, porque algunos de nuestros grandes problemas tienen escala global, y no se están resolviendo bien por la vía de instituciones meramente inter - "nacionales".-Que la humanidad tiene planteados grandes problemas (las desigualdades, la creciente concentración de riqueza, el paro, el fraude fiscal, las migraciones, la inestabilidad financiera) que rebasan totalmente el estado-nación pero que acaban afectando a la calidad de vida de nuestros pueblos y ciudades: sólo con una arquitectura institucional federal, con competencias claras y al mismo tiempo cooperación y gobierno compartido, se pueden resolver estos problemas.-Que nuestros pueblos y ciudades reflejan una gran y creciente diversidad, que esta es positiva, y que no se puede estar permanentemente obligando a la gente a elegir entre sus identidades compartidas.
-Que nuestros pueblos y ciudades tienen derecho a desarrollarse con la máxima libertad y flexibilidad en un mundo sin fronteras, donde no sólo no nos desconectamos de nadie (y mucho menos de aquellos con quienes compartimos parentesco, idiomas, negocios y problemas ), sino que trabajamos solidariamente con quienes nos rodean.-Que los federalistas queremos resolver las cosas democráticamente, por lo que proponemos por todos los mecanismos legales que existan (elecciones, referendos y consultas), que los ciudadanos expresen su apoyo para este tipo de arquitectura institucional aquí defendido, al igual que defendemos el derecho de otros ciudadanos a cambiar los mecanismos legales por vías legales y democráticas cuando no encuentren los caminos para hacer avanzar sus propuestas.-Que en el caso concreto de Cataluña, defendemos una reforma federal de la Constitución española y un firme compromiso de todos los responsables políticos en la construcción de una Europa cada vez más federal y democrática, y no tanto confederal e inter-gubernamental, y donde las fronteras pierdan cada vez más el sentido legislativo y regulatorio que tienen, y no vuelvan a tener nunca más el sentido policial y represivo que habían tenido en el pasado.-Que los que no defiendan con claridad estas ideas están rechazando el marco institucional idóneo para resolver los grandes problemas de la humanidad, incluyendo la injusticia social y la corrupción, y por tanto muestran en realidad un compromiso práctico muy débil con la solución de estos problemas. Los Juegos Olímpicos de Barcelona, ​​lo mejor que ha salido del municipalismo progresista, por ejemplo, no hubieran sido posibles sin una óptica federal: una iniciativa local que arrastra a todos los niveles de la administración en un mismo objetivo, y proyecta una Cataluña moderna y plurilingüe, que tiene los brazos abiertos al resto de España y del mundo (por ejemplo, con algunos iconos posteriores del independentismo recogiendo la medalla de oro para España en el Camp Nou). Un alcalde de Barcelona independentista no hubiera conseguido nunca que se hicieran las Olimpiadas de 1992.
No podemos dar la misma credibilidad al creacionismo que al evolucionismo, ni a la quimera independentista (se vista como se vista) que al federalismo. No en vano Joan Rigol, Doctor en Teología según Wikipedia, es la cabeza visible de la Plataforma por el Derecho a Decidir y fue presidente del Patronato del templo expiatorio de la Sagrada Familia. Un señor muy educado y agradable. Pero en algunas cosas equivocado.   

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