miércoles, 12 de abril de 2017

Se bajó Ricardo Lagos

Ricardo Lagos anunció su retirada de la carrera por las primarias del centro-izquierda a la presidencia de Chile, tras la decisión del Partido Socialista, el partido histórico de Lagos, de apoyar a otro candidato, el ex-presentador de televisión Guillier. Lagos, de 79 años, basándose en su experiencia como presidente en una ocasión anterior, y en su prestigio como hombre de estado, había trabajado en un detallado programa y era el candidato favorito de numerosos académicos. Sin embargo, no consiguió en los últimos meses despegar en las encuestas, que lo situaban muy por detrás de Guillier, y del candidato de la derecha a las elecciones presidenciales, el también ex-presidente Piñera (la imposibilidad de ser presidente en mandatos consecutivos genera la repetición de candidatos al cabo de unos años, dejando una cierta sensación de déja vu). Es triste que el centro-izquierda tenga que recurrir a un ex-presentador de televisión en lugar de a un político substancial. Un amigo mío chileno conocedor de los medios de comunicación españoles me dijo que Guillier era más Matías Prats que Iñaki Gabilondo, o sea que no está claro ni siquiera que tenga unos valores muy claros de izquierdas. Ha predominado el pánico a corto plazo sobre la visión a más largo plazo, que por supuesto también hubiera sido mejor perseguida con un candidato algo más joven que Lagos. Entre la opinión pública chilena domina la crítica al pasado reciente de gobiernos de centro-izquierda, a pesar de que Chile está mucho mejor que sus vecinos en casi todos los órdenes en gran parte gracias a la buena labor de los gobiernos de centro-izquierda en las últimas décadas. Quizás veremos a Ricardo Lagos hacer como Hillary Clinton el otro día, que dijo que a partir de ahora pensaba dedicarse a promover liderazgos políticos de mujeres jóvenes. Hillary: quizás había que haberlo hecho antes. Será interesante ver cómo evoluciona la política chilena, donde la amplísima coalición de centro-izquierda, que desde los tiempos de la dictadura agrupaba a socialistas y democristianos (y que en la última presidencia se amplió a los comunistas), tiene grandes dificultades para mantener su cohesión mientras a su izquierda crece una coalición más izquierdista que se inspira en el grupo español "Podemos". Sin un centro-izquierda fuerte y solvente, Chile podría caer en la polarización entre una derecha oligárquica y una izquierda populista.

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