domingo, 2 de febrero de 2014

¿Cómo frenar la secesión de las grandes fortunas?

Ayer participé en un diálogo en la radio, en el programa "A vivir que son dos días" de la Cadena Ser, sobre las desigualdades y la relación de éstas con la democracia. Mi participación en el diálogo se puede escuchar a partir del minuto 20 aproximadamente de este archivo de audio. Mi principal mensaje fue que la preocupación de la opinión pública por las desigualdades está plenamente justificada. Las desigualdades no sólo son grandes sino que son crecientes. El hecho de que las rentas del capital crezcan a más de un 6% anual, y que las rentas de los trabajadores lo hagan aproximadamente a un 2% anual, implica que en unos 30 años la cantidad de la riqueza en manos del 1% más rico puede ser absolutamente insostenible y supone un gran riesgo para la democracia. El proceso va acompañado de una auténtica "secesión" de las grandes fortunas, en el sentido de que escapan al control democrático y a la vez son capaces de influir en los procesos sociales y políticos, comprando medios de comunicación, clubs de fútbol, y dentro de unos años fácilmente países enteros. La solución a estas tendencias realmente preocupantes no puede venir del estado-nación, totalmente impotente para controlar los flujos internacionales de capital, sino que debe venir de una reacción internacional, a través de una fiscalidad común por lo menos en la Unión Europea, y una lucha coordinada contra los niveles escandalosos de fraude y elusión fiscal por parte de las rentas del capital. En Europa, la solución se llama federalismo democrático, y la alternativa más realista a éste es un federalismo tecnocrático, es decir, la toma de decisiones que afectan a todos por parte de autoridades no legítimas y a menudo en colusión con los mismos poderes que se trata de controlar y reducir.

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