lunes, 11 de diciembre de 2017

La anti-política, ese recurso tan fácil

Ismael Peña-López, profesor de Derecho y Ciencia Política en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) e investigador de la fundación Open Evidence y la Information Society, Digital Divide (ICT4D) dice en un artículo (por otra parte interesante) sobre comunicación y política lo siguiente: “Los think tanks, las fundaciones de los partidos, han abandonado la reflexión y son instituciones donde se gana dinero, se coloca gente y se hace marketing. Han abdicado de sus funciones. No hay herramientas para la reflexión”. Como desde hace más o menos cuatro años, si no cuento mal el tiempo, que estoy en la Comisión Ejecutiva y el Patronato de la Fundación Rafael Campalans, vinculada al PSC, le puedo desmentir su afirmación, por lo menos en lo que se refiere a esta fundación. En la Campalans sólo hay una persona contratada, una politóloga con un nivel de formación más que notable. Yo desde que estoy no he ganado ni un euro, ni sé como podría ganarlo porque el presupuesto es bastante escuálido. Antes de estar en su dirección, ya había realizado otras colaboraciones, por las que jamás cobré (me gano la vida en la UAB). La Fundación tiene un código ético bastante estricto y apareció destacada recientemente en un ránking de transparencia que tuvo un eco nulo en los medios de comunicacion, porque vende mucho más la anti-política barata. No deja de ser revelador que un reportaje sobre cómo la comunicación prevalece sobre la política, el intelectual más destacado que interviene (se supone que para criticar el excesivo peso de las técnicas de comunicación) se preste a los tópicos más manidos de dicha anti-política. Respecto a que las fundaciones de los partidos han abandonado la reflexión, mi experiencia de nuevo me indica todo lo contrario en lo que se refiere a la fundación en la que colaboro. Para hablar sólo de actividades en las que he participado directamente al haberlas propuesto yo mismo, en estos cuatro años hemos celebrado tres convenciones federalistas (co-organizadas con la Fundación Ebert alemana, que supongo que desde hace décadas también se dedica a colocar a gente y enviat tuits, según el tópico) con la participación de los más destacados expertos nacionales e internacionales, y celebramos una sesión de debate sobre los partidos políticos y la renovación de la política, dando lugar a un interesante documento de reflexiones. Habrá que invitar a este profesor a la próxima edición. Además, la Fundación Campalans publica cada año un Informe Social que es una referencia sobre los problemas de justicia social en Cataluña, algo que también recibe un eco bien escaso entre los medios y los expertos en comunicación. Este think-tank (thinktankito, dados los medios) lleva años realizando propuestas para una reforma federal en España que ahora encuentran mucho eco en el debate político, entre otras razones porque el líder que las impulsa presidió en el pasado esta entidad (lo cual es un indicador más de la utilidad de la misma). Si este eco se trasladará a reformas concretas dependerá de la voluntad final de la ciudadanía y los legisladores, pero lo que es difícil de discutir es que por lo menos una fundación de un partido político ha hecho su trabajo. Lejos de abdicar de su función, se ha dedicado a fondo a ella en un contexto de escepticismo generalizado, escasez de medios y vacío comunicacional.

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