El principal argumento que esgrimen los defensores de una coalición moderada entre PP, Ciudadanos y PSOE es que estos tres partidos tienen más en común que una coalición entre Ciudadanos, PSOE y Podemos. Yo no estoy nada seguro de que este sea un argumento válido. Por supuesto, hay puntos en común entre todos los partidos, fundamentalmente el apoyo a la democracia y a la permanencia en la Unión Europea, que no es poco. Pero se supone, según el argumento mencionado, que PP, C's y PSOE serían partidos más parecidos a las fuerzas que gobiernan en las instituciones europeas y en la mayoría de los países de la Unión y la zona euro, y que Podemos sería una fuerza muy alejada de esta centralidad. Sin embargo, lo cierto es que Podemos es una fuerza en gran medida todavía en vías de consolidarse ideológicamente, y que parece que se ha mantenido aliada a Syriza, el partido que apoya a un gobierno de la zona euro tras haber sufrido una escisión se su sector más populista. Por supuesto que hay aspectos inquietantes en Podemos, fundamentalmente las conexiones de algunos de sus dirigentes con la revolución bolivariana, que tiene poco de democrática y cuyas recetas económicas (cocinadas parece que con asesoramiento de algún intelectual de Podemos) son desastrosas. Pero eso no debe implicar una descalificación de todos los miembros de Podemos y de sus votantes, porque gracias a esta fuerza la voz del 15-M ha llegado a las instituciones. El PSOE y Podemos ya se han apoyado mutuamente en algunas instituciones y no parece que se haya hundido el mundo. Otra cosa es que puedan gobernar juntos, pero apoyarse mutuamente ya lo han hecho. Mientras tanto, el Partido Popular, aunque obediente a Angela Merkel, se ubica claramente en el ala derecha de la derecha europea (¿han condenado alguna vez el franquismo?), y está fatalmente manchado por casos de corrupción que afectan muy directamente a alguno de sus principales dirigentes, incluso a Rajoy. Respecto a Ciudadanos, su adscripción al liberalismo europeo es algo reciente. Justo antes de las últimas elecciones europeas, hace menos de dos años, presumían de ser indiferentes entre el grupo liberal y el socialdemócrata del Parlamento Europeo. Después llegó Garicano y se hicieron liberales y regeneracionistas, aunque no dejaron de poner entre sus candidatos a profesionales de las tertulias, la retórica y la telegenia. Pero desde su nacimiento hace creo que más de 10 años en Cataluña fueron una amalgama que reunía desde marxistas a antiguos simpatizantes de la extrema derecha unidos por la defensa de la identidad española en Cataluña. Cuando algunos dicen que no hay populismo de
derechas en España habría que remitirles a los expertos en el tema, como el historiador Xavier Casals, que no han dudado en llamar populistas a políticos como Albert Rivera o el popular García Albiol. El independentismo catalán también tiene muchos rasgos en común con el populismo de derechas (su última expresión: utilizar a los enfermos en las listas de espera como argumento para pedir la independencia, interpretando ésta implícitamente como revuelta fiscal). En una democracia plural que sale o quiere hacerlo de una grave crisis económica e institucional, llegar a acuerdos es difícil. Pero es raro que quienes se presentaron como nuevos contra lo viejo en la última campaña electoral, y participaban en programas televisivos que parecían mítines conjuntos, ahora se consideren incompatibles. ¿No pueden ponerse de acuerdo ahora en un programa regeneracionista? Yo creo que lo más viable y lo mejor en España hoy sería un gobierno de políticos-as (sobre todo socialistas) y profesionales (sobre todo de, o cercanos a, C's y Podemos) de gran
prestigio con un acuerdo de legislatura al que se sumen no sólo C's, PSOE y Podemos sino también IU y PNV basado
en el programa que ha presentado para su negociación el PSOE, con las debidas aportaciones, que sea leal a Europa, reduzca las desigualdades, regenere España y que abra el proceso de reforma
constitucional, para que ésta culmine en una próxima legislatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario