Perdón por hablar de mí, pero tengo que empezar este texto con una confesión: no sólo fuí secretario de organización (SO) y pertenecí a las juventudes de un partido, sino que fui secretario de organización DE las juventudes de mi partido. Y no por poco tiempo, sino por 5 años, el cargo (orgánico, público o académico) en el que he estado más tiempo, y seguramente el que he disfrutado más. Bueno, tampoco es que haya tenido tantos. Y mi partido es el PSC, el partido doblemente traidor (a Cataluña y a España), aquel a cuyos militantes se les culpa a diario de ese monstruo de tres cabezas que forman la LOAPA, el 155 y el GAL.
Lo digo porque a raíz del caso Koldo, algunos comentaristas no han perdido la oportunidad de destacar que, qué casualidad, Ábalos era SO del PSOE, tuvo su primer cargo remunerado a los 23 años y ya no dejó la política profesional. Y aparece también un personaje, antiguo miembro de las NNGG del PP, Jacobo Pombo, que creó un fantasmagórico Global Youth Leadership Forum que no parecía tan fantasmagórico porque atrajo a numerosos VIPS -desde Ábalos hasta el Rey-, y usó dicho foro como (parece) plataforma para el tráfico de influencias.
De los más de 100 alcaldes y alcaldesas que tiene el PSC, y cientos del PSOE, muchos pasaron por su rama juvenil, igual que ocurre con otros partidos. Como yo, muchos han entrado, salido y vuelto a entrar en la política (profesional o no). Algunos completaron sus estudios (algunos heredamos unas condiciones familiares que lo hacían muy fácil), otros no. Suerte para quienes pretendan crear organizaciones políticas que no causen tensiones con la carrera académica y profesional.
Es verdad que hay patologías difíciles de extirpar. Pero tras más de 40 años de militancia y de haber reflexionado sobre el tema obsesivamente, desconozco su solución, aparte de expulsar a las manzanas podridas, y hacer todo lo que se pueda para mejorar la percepción que se tiene de la política, para que personas mejores se acerquen a ella.
Pero visto lo que aprendí siendo SO de la JSC, recomendaría a todo el mundo pasar por una experiencia parecida. En una conversación reciente con Olivié Bayón, Ricardo Castro y Anna Terrrón sobre la figura de Javier Soto recuerdo algunos de mis aprendizajes, pero me quedo corto: el Informe Urenda, las razones del colectivo LGTBI, las del feminismo, pisar la Cataluña real…
Haber sido SO de unas juventudes no me ha impedido formarme en mi país y fuera del mismo, tener una profesión fuera de la política y acumular títulos académicos, pero mi formación sería totalmente incompleta sin aquellos años. Y dudo que si hubiera dedicado mi activismo a otros colectivos (de la Iglesia, por ejemplo), hubiera aprendido esa mezcla de realismo y progresismo que caracteriza a la inmensa mayoría de esos alcaldes y alcaldesas que mencionaba más arriba.
Cualquier plataforma política deberá contar con jóvenes, y muchos de ellos se especializarán y dejarán sus estudios, porque la política es trabajo-intensiva. Y deberá tener alguien encargado de la organización y la disciplina. Y el resto de la sociedad podrá despotricar relajadamente desde su sofá (quizás presumiendo de que nunca han estado en un partido político) porque unas organizaciones políticas mientras tanto mantienen viva la democracia en los ayuntamientos, los parlamentos y los gobiernos.
Felicitats Quico !!!
ResponderEliminarCuantos desde los 19 años 1969 haciendo política,trabajando, estudiando,formándome,secretario de organización una agrupación, coordinador de casi toda un Área de la C.E.,militando también en movimos sociales,visitas a entidades,potenciando,etc hasta que el estrés dos infartos, ahora más de un año haciendo un poco de todo también por redes sociales.Pero menos algunos/as compañeros/as estamos en el limbo y nos reconocer más personas de los diferentes movimientos sociales y la gente de los barrios humildes donde hay que explicar que las políticas sociales han sido gracias a la política de los/as socialistas. Recordar mientras haya desigualdades habrá política de izquierda
ResponderEliminarBen cert i a favor de la política. Gràcies company!!!
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