El gobernador del Banco de España, saltándose las reglas escritas y no escritas de independencia política, ha advertido del riesgo político que vive España si se produce un cambio de política económica. Sin embargo, el riesgo para España es que la polarización y la radicalización (populista, nacionalista de diversos signos, o ambas cosas a la vez) vayan a más si no se ofrecen alternativas serias de regeneración democrática y federalismo, las dos cosas a la vez. Si el Partido Popular es incapaz de hacer borrón y cuenta nueva y tomar medidas drásticas contra sus increíbles niveles de corrupción, si es incapaz de sumarse (ya no digo encabezar) a ninguna propuesta constructiva para profundizar en la federalización de España y Europa, otros tienen que tomar la iniciativa. Si Mariano Rajoy o alguien de su partido hubiera dado alguna señal de vida y si Susana Díaz no hubiera ido a la yugular de Pedro Sánchez desde el 20 de diciembre por la noche, yo hubiera apoyado que el PSOE se abstuviera en la investidura de un presidente del gobierno de la derecha a cambio de una reforma en profundidad de la Constitución, mientras trabaja en la consolidación de su nuevo liderazgo. Las grandes reformas que España necesita, en cuanto a modernización del sistema político, requieren convencer de ello tanto a la derecha española como a la izquierda populista, a los dos extremos. Pero no se puede esperar para avanzar a que ellos estén totalmente convencidos, porque por lo visto van lentos (el PP, más). Por eso algunos con modestia pero con pesadez insistimos en iniciativas para apuntar el camino de soluciones perfectamente viables y contrastadas. Tanto en el terreno del federalismo, como en el terreno de la regeneración democrática. En este último tema, he escrito un artículo que aparece en el número 249 de la revista Endavant, adelantando una interesante jornada de la Fundación Rafael Campalans que tendrá lugar el próximo 7 de Mayo. Y porque creo que no hay que parar con el federalismo, he escrito esto en BEZ, pidiendo apoyo para el documental que dirige Albert Solé: "Federalismo es hoy igual a estabilidad
institucional en muchas regiones de nuestro planeta, contrariamente a
una sensación arraigada en ciertos sectores de la sociedad española. La estabilidad y la cooperación son hoy necesarias en España para abordar nuestros problemas sociales.
Federalismo es igual a solidaridad y a compartir riesgos, lo cual es
más necesario que nunca hoy en Europa para superar la crisis económica y
resolver el problema de los refugiados. Este último es perfectamente
manejable si se aborda desde una perspectiva integrada y federal. Los refugiados hasta el momento suponen un 0,2% de la población europea.
Seguramente serán más en los próximos años, porque poner vallas y muros
no elimina los problemas, pero incluso con cifras superiores una
gestión europea del problema lo convertiría en algo perfectamente gestionable. El director del documental Albert Solé,
como hijo de un padre catalán de la Constitución española que militó en
varios partidos de izquierdas (Jordi Solé-Tura), hereda en todos los
sentidos la preocupación y la pasión por solucionar los problemas de
convivencia de forma solidaria y democrática. Merece todo nuestro apoyo".
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