Para hacer avanzar el federalismo en el debate público, la asociación Federalistes d'Esquerres ha puesto en marcha un proyecto de documental que dirigirá Albert Solé, autor entre otras obras de "Bucarest, la memoria perdida", Goya al mejor documental en 2009. La idea es que FEDERAL sea una película documental de calidad que pueda ser exhibida internacionalmente y que contribuya a explicar el federalismo en España y en Europa. Que aborde la necesidad de avanzar hacia estructuras de organización que permitan afrontar los grandes retos del siglo XXI, como la desigualdad o las migraciones, pero también que dé respuesta a sociedades diversas y multiculturales como la nuestra.
Para financiarla, se ha abierto una campaña de "crowdfunding" que ya ha superado los € 26.000 y que está disponible en este enlace.
Yo y muchos de los que lean estas líneas (pero no todos: hay varias opciones, cada uno puede hacerlo en la medida de sus posibilidades) ya hemos contribuido. Pero hay que ir más allá, es necesario que nos pongamos en contacto con todos nuestros contactos (familiares, amistades, relaciones, en Cataluña, toda España y más allá) para que también lo hagan. Para mí, es un deber moral y cívico.
El proyecto quiere analizar esta cuestión de la mano de líderes, intelectuales y políticos, de especialistas que ayuden a iluminar el camino que deberían recorrer España, Europa y el mundo para avanzar por la senda del federalismo. El documental intentará también explicar el federalismo desde dentro, a partir de la experiencia de ciudadanos y ciudadanas anónimos: ¿qué sabemos, de donde proviene, cuáles son sus posibilidades en un mundo cada vez más globalizado? Y echará una mirada a experiencias y tradiciones federales, los éxitos y retos del modelo. No podemos resignarnos a escuchar sólo la voz de los nacionalismos. Tú también puedes ayudar a derribar muros y que no se construya ninguno nuevo.
domingo, 28 de febrero de 2016
Com i per què contribuir al "crowdfunding" del documental FEDERAL
Per fer avançar el federalisme en el debat públic, l'associació Federalistes d’Esquerres ha engegat un projecte de documental que dirigirà Albert Solé, l'autor entre altres obres de “Bucarest, la memòria perduda”, Goya al millor documental en 2009. La idea és que FEDERAL sigui una pel·lícula documental de qualitat que pugui ser exhibida internacionalment i que contribueixi a explicar el federalisme a Espanya i a Europa. Que abordi la necessitat d'avançar cap a estructures d'organització que permetin afrontar els grans reptes del segle XXI, com la desigualtat o les migracions, però també que doni resposta a societats diverses i multiculturals com la nostra.
Per finançar-la, s'ha obert una campanya de "crowdfunding" que ja ha superat els 26.000 € i que està disponible en aquest enllaç.
Jo i molts dels qui llegiu aquestes línies (però no tothom: hi ha diverses opcions, cadascú pot fer-ho en la mesura de les seves possibilitats) ja hi hem contribuit. Però cal anar més enllà, cal que ens posem en contacte amb tots els nostres contactes (familiars, amistats, relacions, de Catalunya, de tota Espanya, i de més enllà) perquè també ho facin. Per a mi, és un deure moral i cívic.
El projecte vol analitzar aquesta qüestió de la mà de líders, intel·lectuals i polítics, d'especialistes que ajudin a il·luminar el camí que haurien de recórrer Espanya, Europa i el món per avançar per la senda del federalisme. El documental intentarà també explicar el federalisme des de dins, a partir de l’experiència de ciutadans i ciutadanes anònims: què sabem, d’on prové, quines són les seves possibilitats en un món cada cop més globalitzat. I una mirada a experiències i tradicions federals, als èxits i reptes del model. No ens podem resignar a escoltar només la veu dels nacionalismes. Tu també pots ajudar a enderrocar murs i que no se'n construeixin de nous.
martes, 23 de febrero de 2016
El PSOE debería aceptar la supresión de las diputaciones
En varios posts anteriores he criticado al partido Ciudadanos por sus rasgos populistas y nacionalistas. Ello no me impide reconocer cuando realizan aportaciones constructivas al debate político, igual que las realizan fuerzas políticas de las que también discrepo en muchas ocasiones, como Podemos e Izquierda Unida. En el caso que me ocupa hoy quiero referirme a la propuesta de Ciudadanos de suprimir las diputaciones provinciales en España, propuesta de la que parece depender el cierre de un acuerdo entre el partido de Rivera y el PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno. Supongo que la propuesta todavía puede rechazarse y quedar en nada, pero me parecería una ocasión perdida. De hecho, yo hubiera deseado que el PSOE y el PSC hubiesen hecho suya esta propuesta desde hace mucho tiempo. La supresión de las diputaciones provinciales es una buena idea por dos razones fundamentales:
-En primer lugar, se trata de una reforma de un espíritu claramente federal, en la medida que las diputaciones provinciales son hoy un nivel de gobierno relevante y poderoso que no rinde cuentas directamente a la ciudadanía, sino a otros gobiernos, en este caso los municipios. Se inscribe por tanto en una lógica más confederal que federal, y por lo tanto menos conducente a una democracia de calidad de lo que sería deseable. Las diputaciones provinciales contribuyen además hoy día a la confusión competencial que existe en España y son un freno a la necesaria evolución federal del Estado de las Autonomías.
-En segundo lugar, las diputaciones han sido el caldo de cultivo de prácticas clientelares que persisten hasta el día de hoy. Son la administración favorita de los partidos políticos para colocar a cargos de confianza no electos, y por lo tanto contribuyen a perpetuar carreras políticas más allá del deseo de los ciudadanos (y habitualmente más allá de lo que sería bueno para las personas afectadas), distorsionando la selección de capital humano para la acción política. No hace falta recurrir a casos de corrupción que han tenido por escenario las diputaciones. Sin tener en cuenta la corrupción, las abundantes prácticas clientelares de tipo laboral y el enchufismo son razones suficientes para suprimir la institución.
Dicho esto, las diputaciones hacen cosas útiles, básicamente labores de prestación de servicios supramunicipales, que deberán ser asumidos por otras administraciones, ya sean mancomunidades de municipios, consejos comarcales donde existan o la administración autonómica.
Si se suprimen las diputaciones la opinión pública visualizará de verdad que nos tomamos en serio la renovación de nuestras instituciones. Felipe González dijo no hace mucho que él estaba de acuerdo. Pedro Sánchez debería hacer lo mismo.
-En primer lugar, se trata de una reforma de un espíritu claramente federal, en la medida que las diputaciones provinciales son hoy un nivel de gobierno relevante y poderoso que no rinde cuentas directamente a la ciudadanía, sino a otros gobiernos, en este caso los municipios. Se inscribe por tanto en una lógica más confederal que federal, y por lo tanto menos conducente a una democracia de calidad de lo que sería deseable. Las diputaciones provinciales contribuyen además hoy día a la confusión competencial que existe en España y son un freno a la necesaria evolución federal del Estado de las Autonomías.
-En segundo lugar, las diputaciones han sido el caldo de cultivo de prácticas clientelares que persisten hasta el día de hoy. Son la administración favorita de los partidos políticos para colocar a cargos de confianza no electos, y por lo tanto contribuyen a perpetuar carreras políticas más allá del deseo de los ciudadanos (y habitualmente más allá de lo que sería bueno para las personas afectadas), distorsionando la selección de capital humano para la acción política. No hace falta recurrir a casos de corrupción que han tenido por escenario las diputaciones. Sin tener en cuenta la corrupción, las abundantes prácticas clientelares de tipo laboral y el enchufismo son razones suficientes para suprimir la institución.
Dicho esto, las diputaciones hacen cosas útiles, básicamente labores de prestación de servicios supramunicipales, que deberán ser asumidos por otras administraciones, ya sean mancomunidades de municipios, consejos comarcales donde existan o la administración autonómica.
Si se suprimen las diputaciones la opinión pública visualizará de verdad que nos tomamos en serio la renovación de nuestras instituciones. Felipe González dijo no hace mucho que él estaba de acuerdo. Pedro Sánchez debería hacer lo mismo.
domingo, 21 de febrero de 2016
Hi ha alguna via que no sigui federal?
Per superar l'immobilisme al qual ens condemna el mite de l'estat-nació, hi ha una via perfectament identificada: la via federal. És la via que al segle XIX van emprendre definitivament els Estats Units d'Amèrica. És la via que han emprès la majoria de ciutadans que viuen en democràcia al món. És la via que ens assenyalen els fundadors del projecte europeu, que es manté viu malgrat els líders nacionals que no el defensen amb prou fermesa. Però quan se senten pressionats sí que ho fan (vegi's Renzi pressionat per grans federalistes com Eugenio Scalfari i Laura Boldrini), perquè quan es posen a pensar una mica veuen que no hi cap alternativa seriosa que no sigui aprofundir en la federalització d'Europa. I una Espanya federal trobarà l'encaix perfecte en aquesta Europa federal, on les sobiranies ja es comparteixen avui i es compartiran cada vegada més (com va dir el mateix Felipe González a la seva darrera entrevista, donant una lliçó de vocabulari a Susana Díaz). Una Espanya federal en una Europa federal no és com una cadira feta de cadires, com alguns voldrien ridiculitzar-ho. És una arquitectura institucional racional on cada nivell rellevant de govern rendeix comptes directament a la ciutadania, i no només a altres governs, i on són possibles unitats constituents diferents. Governs que responen a altres governs, i no a la ciutadania, és el que succeïria en una confederació, com volien els derrotats del procés de construcció dels Estats Units d'Amèrica, o com voldria David Cameron per a la Unió Europea. En realitat al món avui no hi ha cap confederació estable, ni cap realitat federal que es mantingui estable mantenint la sobirania absoluta de les seves unitats. Però quan hi ha oportunitats de canvi i no s'aposta amb decisió pel federalisme es perd una ocasió per accelerar els processos. Ara a Espanya hi ha l'oportunitat de constituir un govern recolzat per les forces de canvi que avanci en una interpretació federal de l'actual Constitució i que comenci els procediments per a una reforma constitucional federal. En aquest context es pot iniciar un diàleg amb tots aquells que volen introduir canvis en l'actual marc constitucional, i també amb els que no. Altres opcions són respectables, però no tenen ni l'ambició ni la claredat d'una proposta federal, que ens acosti més al model de funcionament de països com el Canadà, Austràlia o Alemanya, mentre Europa s'assembla cada vegada més (no serà ràpid, ni anirem sempre endavant, però ja és i serà) als Estats Units d'Amèrica en la seva arquitectura institucional. No hi ha cap altre invent, i tot el temps que es perdi explorant altres vies etèries és temps i recursos que no s'esmercen fent pedagogia de la cultura i el marc conceptual federal. Grups polítics com Unió i Iniciativa ja han perdut prou temps, amb èxit perfectament descriptible, explorant altres vies etèries que no portaven enlloc ni van definir mai amb cap precisió. Ara Podemos i Ada Colau es volen perdre per rutes semblants. El món va cap al federalisme. O l'accelerem o fem el joc al passat d'estats-nació, "subjectes polítics", sobiranies monopolístiques i altres edificis en runes.
viernes, 19 de febrero de 2016
Els intel·lectuals de la "processocràcia" i els 18 mesos
Al blog de Federalistes d'Esquerres hi vaig publicar fa uns dies un article sobre el rol dels intel·lectuals a Catalunya avui, amb alguna referència al mateix tema en altres èpoques i llocs. Una de les coses que em semblen tristes de la intel·lectualitat que ha abraçat l'independentisme (que és una part de la intel·lectualitat) és la falta d'esperit crític respecte a la "processocràcia" que es viu a Catalunya. Em refereixo a la substitució de la democràcia per unes regles de convivència especials "per temps excepcionals", que impliquen l'eliminació de la democràcia interna dels partits que recolzen la independència (i la seva substitució per una "processarquia", o oligarquia del procés), la patrimonialització de les institucions i l'expulsió d'elles de la meitat dels catalans, l'ocupació sectària dels mitjans públics de comunicació, i la tolerància amb responsables polítics que han amparat la corrupció o han incorregut de forma confessa en frau fiscal (és a dir, robatori). Un altre aspecte sobre el qual un troba a faltar l'esperit crític que és habitual en els intel·lectuals d'altres latituds, relacionat sens dubte amb l'empitjoramnt de la qualitat democràtica, és el silenci sobre el ridícul evident que s'està produint sobre la promesa de "fer" la independència en 18 mesos. En el programa de Junts pel Sí es deia que en els primers 18
mesos de l’actual legislatura (que ja corren) es farien tres coses:
-Un govern de “concentració nacional” prepara estructures d’estat,
en paral·lel a un debat ciutadà i un procés constituent.
-El Parlament declara la independència.
-Se celebren eleccions constituents a una Cambra que prepararà
la nova Constitució catalana, que eventualment serà ratificada en un referèndum
(aquest enèsim referèndum, que sembla que només té un resultat previst -donat
que la independència ja estarà declarada-, no té data).
Junts pel Sí ara ja governa i se suposa que està intentant
fer complir aquest programa, encara que ja es coneixen els entrebancs fins i
tot per complir el primer punt (el govern no en té res de concentració nacional, les estructures d’estat no saben com fer-les i
el procés constituent sembla que serà d’estudi).
Per què no pengen ara de la Plaça Sant Jaume un compte enrere gegant dels 18 mesos? Primer van dir que potser no serien 18 mesos, després que la
independència no seria automàtica... Em pregunto què diran quan passin 18, 20, 22 mesos... El que sé segur és que diran que no és culpa seva, ja hi compto. Però per què ningú, començant pels intel·lectuals que tenen de cert nivell, que ho saben, no ho reconeixen obertament, que han dit que farien quelcom impossible de fer, més que res perquè la gent seva no es faci il·lusions? Un altre aspecte sobre el que trobo a faltar la virtut intel·lectual de l'autocrítica és el del dret a decidir, concepte sobre el que jo sempre he expressat dubtes, però que ells mateixos han contribuit a devaluar. Ara ja estem al "neverendum", un concepte encunyat a Escòcia, on en anglès "never" vol dir mai (és a dir, el referendum que no s'acaba mai...). Li van dir referèndum al 9N, després també al 27S, ara n'hi demanen un altre a Pedro Sánchez, després hem de fer un referèndum
per aprovar la Constitució catalana: han devaluat la idea fins a convertir-la en quelcom que ja ningú fora de Catalunya es pren seriosament. No haurien tots els intel·lectuals de respectar uns mínims,
com per exemple reconèixer la realitat? I un aspecte d’aquesta realitat és que
la independència de Catalunya (en el sentit d’esdevenir un estat membre més de
la UE) en els propers 18 mesos, és impossible.
domingo, 14 de febrero de 2016
Manual del perfecte "correntòcrata" català
Ara que A, B i C tenen càrrecs al “governo” i al “sottogoverno”
català, és hora d’aixecar-se i aplaudir barret en mà per com han seguit fil per
randa els consells dels manuals de la correntocràcia per arribar on volien.
La correntocràcia és una derivada de la partitocràcia, però
encara és pitjor, perquè els partits són necessaris i el seu debat intern
també, però els corrents en tinc molts dubtes vista l’experiència.
En realitat, A, B i C no han seguit exactament la mateixa
ruta, però és que el manual de la correntocràcia accepta diferents vies per
arribar a un mateix destí. Suposo que els casos analitzats aquí són semblants a
casos de membres de corrents com l’escissió d’Unió Democràtica o altres, però
deixo a altres comentaristes buscar la semblança amb els casos aquí referits.
El personatge A es va fer un nom en els moviments associatius
juvenils. Això li va treure temps d’estudi i per tant li va dificultar tenir un
perfil professional precís, però li va donar molts contactes, que li havien de
ser útils quan es veia abocat a l’única sortida possible per a ell:
tenir un càrrec polític remunerat. Va provar diferents partits, però li va
semblar que el PSC en un moment de gran desorientació, li permetria escalar més
ràpidament. I així va ser: pocs mesos després de ser-ne membre, va entrar a la
comissió executiva del partit, en un congrés on va demanar públicament (sempre
tan pragmàtic) que es tendissin ponts entre el candidat oficial a primer
secretari, que es va imposar, i el candidat alternatiu (anomenat D). Posar
espelmes a tots els sants sempre és una opció intel·ligent. Però, és clar, el
PSC en aquells temps (2011) s’allunyava del poder real més que acostar-s’hi,
així que calia buscar noves vies. Aquí és on va ajuntar forces amb el
personatge B.
El personatge B sí que va acabar la carrera (després d'escriure això, el personatge A real es veu que s'ha sentit al·ludit, i m'ha escrit un breu missatge dient que no menteixi, que ell té dues carreres i dos màsters; així ho faig constar!), però en comptes
de seguir perseverant professionalment, va anar a parar com a periodista a l’oficina
de premsa del PSC, on va coincidir amb aquest mestre de la rectitud moral i política
anomenat Jaume Sobrequés i Callicó, del qual devia aprendre un parell de coses.
Un lloc de cinquè nivell tècnic no era suficient, però, així que va començar a
participar en trobades d’un dels corrents del partit, Vuitè Segle, on també hi
participava de bona fe (compartida per la majoria de membres) el signant d’aquest post. Els eixos d’aquest
corrent eren el catalanisme, la regeneració democràtica i l’accent d’esquerres.
Però estava dominat per gent molt gran amb poc futur, així que (tot i que B va
arribar a colar-se en la presentació d’un acte) què millor que apostar per un
líder més jove, si pogués ser que no fós precisament una roca en materia de
valors ideològics, per així fer-lo virar convenientment en moments de canvi.
Aquí entrava D, que tot i no ser escollit al 2011 com a primer secretari, sí
que va pactar la seva entrada a la comissió executiva, junt amb A i B, ja
llavors els seus grans aliats. A, B i D van aconseguir organitzar amb gran èxit
una trobada a Santa Petronel·la d’Ibars, on el signant d’aquest post i molts
altres també hi van participar de bona fe, pensant que ho fèiem per la
renovació del socialisme i la unitat de l’esquerra. En aquella època A i B van
començar a dir que A estaba a favor de la independència i B a favor del
federalisme, però que els unia la defensa del dret a decidir.
Tot i que el personatge C també va participar a la trobada
de Santa Petronel·la d’Ibars, va creure que amb allò ell no en tenia prou,
potser perquè (a falta també d’una trajectòria profesional molt precisa) tenia
millors contactes familiars i personals i no li calia una plataforma amb la
qual haver de compartir premis i càrrecs. Així que en comptes de fer-se de la
confradia de Santa Petronel·la (CSP) va crear el seu propi corrent (la Santa
Corrua del Príncep, o SCP). Aviat la CSP va començar a perdre adeptes, el
signant d’aquest post el primer, quan es va veure que de socialista i d’esquerres
en tenia poc, i que era utilitzat descaradament perquè A i B, amb els dubtes
permanents i la incapacitat de decidir de D, es fessin un lloc en l’expansiu
moviment independentista, amb un argument de tanta càrrega ètica com que aquest
ocupava la “nova centralitat”. La SCP no era llavors molt més massiva que la
CSP, però com que eren més d’un podien ambdues presentar-se a reunions, i donar
la tabarra a les redaccions dels mitjans de comunicació, dient que representaven un
col·lectiu o, exagerant una mica, un moviment.
El fascicle s’acaba amb A, B i C per descomptat abandonant
el partit que els havia portat a l’executiva i a la fama, i rebent el seu premi
en forma d’alt càrrec en el govern controlat pel moviment independentista (o el
que sigui) encapçalat per Artur Mas (i potser per Carles Puigdemont). La
regeneració democràtica (la lluita contra la corrupció o la neutralitat dels
mitjans públics de comunicació) i la unitat de l’esquerra suposo que les deixem
per quan Catalunya sigui independent, com la solució al problema de les llistes d'espera.
I aquesta és la història de com A, B i C es van aprofitar de
la bona fe de molta gent per, en nom de la unitat de l’esquerra, del
catalanisme, o del que calgués, fer-se un lloc sota el Sol, trobar feina,
omplir la nevera, i contribuir a la més gran divisió de la societat catalana de
l’època contemporània.
viernes, 12 de febrero de 2016
¿Están más cerca PP-C's-PSOE que C's-PSOE-Podemos?
El principal argumento que esgrimen los defensores de una coalición moderada entre PP, Ciudadanos y PSOE es que estos tres partidos tienen más en común que una coalición entre Ciudadanos, PSOE y Podemos. Yo no estoy nada seguro de que este sea un argumento válido. Por supuesto, hay puntos en común entre todos los partidos, fundamentalmente el apoyo a la democracia y a la permanencia en la Unión Europea, que no es poco. Pero se supone, según el argumento mencionado, que PP, C's y PSOE serían partidos más parecidos a las fuerzas que gobiernan en las instituciones europeas y en la mayoría de los países de la Unión y la zona euro, y que Podemos sería una fuerza muy alejada de esta centralidad. Sin embargo, lo cierto es que Podemos es una fuerza en gran medida todavía en vías de consolidarse ideológicamente, y que parece que se ha mantenido aliada a Syriza, el partido que apoya a un gobierno de la zona euro tras haber sufrido una escisión se su sector más populista. Por supuesto que hay aspectos inquietantes en Podemos, fundamentalmente las conexiones de algunos de sus dirigentes con la revolución bolivariana, que tiene poco de democrática y cuyas recetas económicas (cocinadas parece que con asesoramiento de algún intelectual de Podemos) son desastrosas. Pero eso no debe implicar una descalificación de todos los miembros de Podemos y de sus votantes, porque gracias a esta fuerza la voz del 15-M ha llegado a las instituciones. El PSOE y Podemos ya se han apoyado mutuamente en algunas instituciones y no parece que se haya hundido el mundo. Otra cosa es que puedan gobernar juntos, pero apoyarse mutuamente ya lo han hecho. Mientras tanto, el Partido Popular, aunque obediente a Angela Merkel, se ubica claramente en el ala derecha de la derecha europea (¿han condenado alguna vez el franquismo?), y está fatalmente manchado por casos de corrupción que afectan muy directamente a alguno de sus principales dirigentes, incluso a Rajoy. Respecto a Ciudadanos, su adscripción al liberalismo europeo es algo reciente. Justo antes de las últimas elecciones europeas, hace menos de dos años, presumían de ser indiferentes entre el grupo liberal y el socialdemócrata del Parlamento Europeo. Después llegó Garicano y se hicieron liberales y regeneracionistas, aunque no dejaron de poner entre sus candidatos a profesionales de las tertulias, la retórica y la telegenia. Pero desde su nacimiento hace creo que más de 10 años en Cataluña fueron una amalgama que reunía desde marxistas a antiguos simpatizantes de la extrema derecha unidos por la defensa de la identidad española en Cataluña. Cuando algunos dicen que no hay populismo de
derechas en España habría que remitirles a los expertos en el tema, como el historiador Xavier Casals, que no han dudado en llamar populistas a políticos como Albert Rivera o el popular García Albiol. El independentismo catalán también tiene muchos rasgos en común con el populismo de derechas (su última expresión: utilizar a los enfermos en las listas de espera como argumento para pedir la independencia, interpretando ésta implícitamente como revuelta fiscal). En una democracia plural que sale o quiere hacerlo de una grave crisis económica e institucional, llegar a acuerdos es difícil. Pero es raro que quienes se presentaron como nuevos contra lo viejo en la última campaña electoral, y participaban en programas televisivos que parecían mítines conjuntos, ahora se consideren incompatibles. ¿No pueden ponerse de acuerdo ahora en un programa regeneracionista? Yo creo que lo más viable y lo mejor en España hoy sería un gobierno de políticos-as (sobre todo socialistas) y profesionales (sobre todo de, o cercanos a, C's y Podemos) de gran
prestigio con un acuerdo de legislatura al que se sumen no sólo C's, PSOE y Podemos sino también IU y PNV basado
en el programa que ha presentado para su negociación el PSOE, con las debidas aportaciones, que sea leal a Europa, reduzca las desigualdades, regenere España y que abra el proceso de reforma
constitucional, para que ésta culmine en una próxima legislatura.
domingo, 7 de febrero de 2016
Fins que no siguem independents no deixarem de dir disbarats?
Avui el partit que es fa dir de moment "Convergents" (els partits enfangats en la corrupció tenen noms provisionals, com el PP valencià) ha fet un tuit que deia: "Fins que no siguem independents l'Ebre no estarà salvaguardat". A mi se m'escapa la lògica de la frase, puix que si no m'erro l'Ebre neix a prop de Reinosa (Cantàbria), passa per una sèrie de regions espanyoles, i ve a desembocar en un bell delta al sud de Catalunya. Crec que entre els miracles que s'han associat a la independència de Catalunya, ningú ha afirmat encara que el curs del riu Ebre hagi de canviar. Suposant que algun dia siguem "independents", no entenc llavors què vol dir que l'Ebre estaria salvaguardat: faríem una super-via catalana al voltant d'aquest llarg riu perquè no el toquin els impurs? És com l'afirmació que necessitem la independència per construir el corredor del Mediterrani, com si tota la façana mediterrània fós nostra. De fet, quelcom semblant passa amb la llengua catalana, que no sé què seria d'ella en els territoris (fora de Catalunya) on està més amenaçada, en cas d'independència del territori on està menys amenaçada. En defintiva, una de les raons per les quals jo penso que el federalisme a Espanya i Europa és la millor solució per a la majoria de problemes de Catalunya és que la majoria de reptes que tenim (l'Ebre, les infrastructures, la llengua, l'atur...), són problemes que compartim amb persones d'altres territoris, persones amb les quals a més molts tenim llaços de parentiu, amistat o negocis. Però és difícil culpar als "convergents" de tota la vida d'utilitzar arguments tan febles quan els acabats d'arribar a la seva casa gran fan servir arguments semblants. Per exemple, el nou conseller de Sanitat ha afirmat que haurem d'esperar que Catalunya sigui independent per acabar amb les llistes d'espera. El mateix conseller per cert també va fer grans elogis del seu predecessor, el Sr. Boi Ruiz, sota la gestió del qual, mentre lluitava per la independència, les llistes d'espera i els problemes de qualitat a la sanitat pública van augmentar de formes que tots els usuaris del sistema hem patit d'una o altra manera (els més malalts i vulnerables, més). El conseller i el seu antecessor no haurien d'amagar a l'opinió pública que si tenim una sanitat pública amb cara i ulls que ells es poden carregar és perquè va haver-hi a Espanya un govern d'esquerres amb un federalista de ministre de Sanitat, anomenat Ernest Lluch, que la va fer possible. I que si Catalunya segueix perdent el temps amb el "procés" l'acabarem de perdre, la sanitat pública, perquè potser sí que un dia tothom es cansarà de nosaltres i navegarem a la deriva com un Kosovo o una Crimea (que dubto que tinguin una sanitat com la nostra). De tot això en parla Josep Lluis López Bulla molt millor que jo, perquè l'actual conseller de Sanitat ja no impressiona a ningú (i menys a persones amb autèntica autoritat moral progressista, com el senyor López Bulla) amb les seves suposades arrels esquerranoses, de les quals sempre ha presumit tant. És trist veure l'evolució de persones que s'empassen ara tots els arguments dels que han creat la gran cortina de fum catalana, com sempre ha estat trist veure a persones evolucionar de l'esquerra a la dreta (no és la primera vegada que passa). Clar que aquí ningú reconeixerà que es torna de dretes, sinó que es torna patriota (també ha passat abans, aquí i en altres llocs), dient coses com que "Espanya no sap gestionar la seva complexitat..." (Puigdemont dixit) o quelcom així, com si la Catalunya de les estelades a les places dels pobles dongués mostres de gestionar millor la seva complexitat. De moment a l'Espanya que suposadament té problemes per gestionar la complexitat hi ha hagut als darrers quaranta anys més alternança que a Catalunya, i recentment ja han canviat de nou bastantes comunitats autònomes (entre altres, les dels països de parla catalana) i ajuntaments, i potser aviat els espanyols arribaran a gestionar la complexitat amb un president federalista d'esquerres (o potser no, i llavors els nacionalistes diversos podran seguir gaudint de la paràlisi). Llàstima que mentrestant n'hi ha a Catalunya que estan entestats a demostrar-nos que, com ens recorda el post de López Bulla, els humans no tenim arrels, sinó cames.
jueves, 4 de febrero de 2016
España: unicornios a la vista
Quienes en los últimos años nos hemos empecinado contra viento y marea en señalar los principios y prácticas del federalismo como vía de solución a los problemas institucionales de Cataluña, España y Europa, hemos sido a menudo recibidos con burlas y menosprecio. Esto ha sido así tanto por parte de la derecha centralista y uniformista española (algunos rancios tertulianos del canal 24h de TVE y parecidos, que hace poco acudieron al desván socialista a quitarle las telarañas a un antiguo ministro de interior), como por parte de bastantes portavoces del independentismo catalán. Todavía hoy tenemos que soportar la típica cantinela (entre supremacista y xenofóbica) de que dónde están los federalistas, que no hay más allá del Ebro, que no hay con quien federarse, etc. Daba igual señalar que cada vez se escuchaban más voces federales en los editoriales de los diarios, en las encuestas, entre los portavoces políticos españoles, entre nuevos presidentes de comunidades autónomas, entre expertos en derecho constitucional de toda España. Todo daba igual: se suponía que los federalistas eran como unicornios, seres míticos inexistentes. Mientras tanto, nosotros no nos hemos callado, y sobre todo, la realidad iba mostrando tozuda su fuerte sesgo federal. No en vano algunas de las sociedades que mejor gestionan sus problemas institucionales tienen una organización federal: Canadá, Estados Unidos, Alemania, Suiza, Australia... Ahora resulta que en España no sólo hay federalistas, sino que el Rey le ha encargado a uno de ellos formar gobierno, el mismo que hace unos meses se hizo asesorar por un grupo de sabios federalistas, entre los que están Joaquín Tornos, Xavier Arbós y Alberto López Basaguren, y presididos por el andaluz federalista Gregorio Cámara, quien, lejos de ser un excéntrico aislado, resulta que va a ser el portavoz del PSOE (el partido de quien intenta formar gobierno) en la Comisión Constitucional del Congreso. Y en el grupo de sabios también había sabias, claro, entre ellas Meritxell Batet, que está en el equipo de estadistas que va a negociar la composición del nuevo gobierno. Por supuesto, es posible que todo esto quede en nada, que Pedro Sánchez no consiga formar gobierno y que de la Comisión Constitucional no salga nada. Pero ¿y si sale? ¿Qué dirán quienes nos han estado menospreciando o a lo sumo tratándonos con condescendencia? ¿Qué cara se les quedará a quienes creían que se subían a la ola de la "nueva centralidad" y ahora hacen el ridículo aceptando cargos que implícitamente suponen tragarse la corrupción y la disminución de la calidad democrática que se vive en Cataluña? Hay unicornios a la vista. No contarán con la ayuda de quienes prefieren no verlos. Pero no sólo haberlos haylos, sino que es posible que gobernar gobiernen y reformar la constitución (con otros, claro) la reformen.