jueves, 24 de junio de 2021

La propuesta de Artur Mas es más descabellada que el referéndum del Brexit

Ayer se cumplieron 5 años del referéndum del Brexit, una forma democrática binaria previa a cualquier acuerdo (cuando la democracia permite muchas otras opciones), que dio lugar a una decisión confusa que hoy una mayoría de británicos lamenta, y que vino acompañada de mentiras y actos xenofóbicos de sobras conocidos.

No sé si para celebrarlo, el expresidente de la Generalitat Artur Mas publicó un artículo en el diario El Pais titulado “¿Son los indultos la solución?”. La respuesta para Mas por supuesto es que no, pero él sí tiene la solución, una que en realidad ha sugerido varias veces, quizás ésta vez con un poquito más de desarrollo:

“Así pues, la solución definitiva al conflicto catalán pasa por la política y, en mi opinión, debería pasar por un referéndum vinculante y acordado entre el Estado español y las instituciones catalanas, con lo cual sería necesaria una propuesta estatal que se pudiera poner al lado de la propuesta de la independencia. Un referéndum acordado, con dos preguntas y con dos formas diferentes de implementar las respuestas. De esta forma, se podrían votar dos propuestas: por una parte, la independencia por parte del soberanismo catalán; y por la otra, la propuesta de mejora del autogobierno por parte del Estado español. Mi propuesta sería que la implementación del resultado fuese inmediata en caso de que ganase la opción de la mejora del autogobierno, pues no requeriría una modificación del marco legal; mientras que, en el caso de ganar la opción de la independencia, se tendría que conceder al resultado un valor político, con el compromiso por parte del Estado español de promover los cambios necesarios a nivel legislativo para poder implementar el resultado de manera legal y acordada.”

Esta propuesta es peor que la de David Cameron con el referéndum del Brexit, que tan mal resultado ha dado. Es también una propuesta binaria, divisiva, pero mucho más confusa e irrealizable que la de Cameron. El Sr. Mas ya en 2014 innovó con un referéndum ilegal con un método ventajista y una pregunta interesada (que el politólogo Toharia llamó “autopista hacia el sí”), y en 2017 apoyó otro, al margen del marco legal y contraviniendo las indicaciones de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, especializada en plebiscitos soberanistas. Además, en 2015 convocó unas elecciones que él llamó “plebiscitarias”, y de las que se proclamó ganador, a pesar de que su candidatura unitaria, “Junts pel Sí”, quedó muy lejos del 50% de los votos. Y ahora insiste en su propuesta de un referéndum, este sí definitivo, claro.

Se trataría de que la ciudadanía pudiera elegir entre la propuesta de los soberanistas, y la propuesta “del Estado” (solo le falta decir, la propuesta de los malos). Mas nos alecciona de que esto responde a los “cánones democráticos del Siglo XXI”, aunque no se me ocurre ningún ejemplo, ni en el actual siglo ni en ninguno, de un plebiscito con parecidas normas ("con dos formas diferentes de implementar las respuestas"). La idea de que la propuesta de la independencia esté encima de la mesa, sabiendo que no cabe en el marco legal (como no cabe en ningún país con Constitución escrita de Europa), y que en el acuerdo por el referéndum el Estado se comprometería a acometer los cambios legales necesarios, no se sostiene. ¿Quién es el Estado? ¿El gobierno? ¿El Tribunal Constitucional? Si algún gobierno español (¿uno hipotético de Podemos y ERC?) pactase algo así, nos abocaría a 10 años más de crisis constitucional en España, sin salida clara. O sea, que de solución definitiva, nada.

Parece mentira que después del fracaso de los últimos años, Artur Mas no tenga la humildad de reconocer que sus ideas y sus actos están muy lejos de “los cánones democráticos del siglo XXI”, y que la única evolución posible pasa por grandes acuerdos (protagonizados por personas electas) eventualmente ratificados en una votación. La propuesta de mejora del autogobierno (ahora por lo menos los soberanistas reconocen implícitamente que esta propuesta existe) tiene que ser acordada, y los independentistas no entrarán nunca a negociar un acuerdo si creen que pueden poner su propuesta de máximos encima de la mesa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario