El documental "Ferida Oberta" ("Herida Abierta"), ya se puede ver en Vimeo on Demand por el módico precio de 2,95 euros. Fue estrenado hace unos meses en Barcelona en el Cine de las Galerías Maldà, y se iba a exhibir comercialmente en el cine Girona, pero la pandemia lo ha impedido y, para que no pierda actualidad, finalmente está accesible vía Internet.
Recomiendo a todo el mundo que lo vea, para tener una idea sobre cómo el proceso independentista catalán ha sido vivido en lo más íntimo por parte de 29 personas, la mayoría desconocidas para el gran público, de distintas ideas, incluyendo personas a favor y en contra de dicho proceso en sus más variadas gamas y colores. Entre las personas más escépticas o contrarias a dicho proceso, predomina un tono de tristeza, junto con la crónica ya conocida de amistades rotas y miedos pasados. También hay espacio para análisis profundos, como el de la socióloga Marina Subirats, que combina un elogio del carácter pacífico del movimiento, con una descripción muy gráfica del independentismo como la promesa de una puerta de salida... que se demostró que estaba pintada en una pared. Entre los independentistas, también aparecen distintos tonos, desde el más analítico del profesor Tresserras, hasta el de un personaje un tanto fanatizado que da incluso un cierto miedo físico, pasando por un dirigente bastante moderado de Ómnium Cultural, y por una señora que llora de emoción al pensar en los presos independentistas. Los personajes más radicalizados o emocionados de este sector, parecen incapaces de ver el sufrimiento y el miedo de una parte importante de la sociedad, o incluso parecen no ver a esta parte de la sociedad. En definitiva, un fresco magnífico que creo que refleja con bastante realismo lo que piensa la sociedad catalana en su gran diversidad, escasamente reflejada en los medios convencionales, y no digamos en la televisión pública catalana. Pese a la presencia de algunas personas que se abren a ver más allá de su grupo, viendo este estupendo documental uno se pregunta si será posible cerrar la herida abierta.
La posibilidad de ver "Ferida Oberta" ha coincidido en el tiempo con el capítulo final de la serie documental "ETA. El final del silencio", que recoge los testimonios de personas que vivieron de cerca la actividad de la organización terrorista, desde antiguos miembros de la banda, hasta familiares de víctimas y miembros de los cuerpos de seguridad. En el último capítulo, el séptimo, el director Jon Sistiaga reúne a dos personas cuyos padres (políticos socialistas) fueron asesinados por ETA, con dos personas de la misma generación cuyos padres fallecieron siendo miembros o cercanos a ETA, uno asesinado por el GAL y otro fallecido en prisión en Badajoz. Es difícil pensar en un grupo donde sea más difícil que se genere un diálogo. Y sin embargo, éste fluye con facilidad y respeto, mostrando las cuatro personas una gran capacidad por ponerse en la piel del otro, y rechazando todos ellos la idea del recurso a la violencia. El tono comedido se mantiene cuando los hijos de víctimas de ETA reprochan los homenajes a etarras, y cuando los hijos de etarras o su entorno reprochan la presencia de la cúpula del PSOE cuando quienes fueron condenados por dirigir el GAL ingresaron en prisión, o cuando reivindican el acercamiento a Euskadi de los presos (algo que por lo menos uno de los hijos de víctimas del ETA también defiende). Lo que ocurrió en el País Vasco fue mucho peor que lo que hemos vivido en Cataluña porque hubo muertes, muchas e inútiles. Lo vivimos de cerca, incluso quienes vivíamos en Barcelona (Hipercor, Ernest Lluch...), pero hoy gracias a Patria (el libro de Fernando Aramburu), a series como "La línea invisible", o la serie documental de Jon Sistiaga, podemos reflexionar sobre ello con perspectiva. Mirar a la verdad a la cara y cerrar heridas no es fácil, pero si lo es en el caso de ETA, lo debe ser mucho más en casos donde no hay, de momento, muertes inútiles de por medio.
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