¿Cuándo se jodió el PSOE? (por Francesc Trillas)

Mario Vargas Llosa le hizo plantear a su protagonista Zavalita la famosa pregunta en "Conversación en la Catedral": ¿Cuándo se jodió el Perú? Tras leer el devastador artículo de hoy en El Pais de uno de los mejores periodistas españoles, Luis Gómez, podríamos plantearnos la misma pregunta aplicada al PSOE. Y ahí va una respuesta: en 1984. ¿Qué pasó en 1984, si era uno de los primeros años de la mayoría absoluta del PSOE y la nave iba a toda vela con el viento a favor? Pasó que Javier de Paz pasó a ser secretario general de las Juventudes Socialistas y desde ahí empezó a tejer una red de ambición y poder cuyos resultados está recogiendo hoy, en la antecámara de la exitosa campaña de Carme Chacón y desde el consejo de administración, según el citado artículo, de más de diez empresas, entre ellas Telefónica. Cómo una persona que no pasó de primero de derecho pueda haber haber llegado a ser considerado el interlocutor del PSOE entre los círculos empresariales dice tanto del PSOE como de los citados círculos empresariales. Es triste ver que hoy los representantes (indirectísimos, elegidos por asambleas de delegados a su vez elegidos indirectamente) del PSC apoyan  una operación orquestada por esa maquinaria de poder, cuando en los años 80 desde la JSC combatimos, incluso presentando candidaturas alternativas, a Javier de Paz y su estilo lamentable de hacer política. Pero ese estilo fue tolerado por Felipe González y Afonso Guerra, por supuesto dedicados en ese momento a tareas más urgentes, y hoy se ha convertido en el núcleo del PSOE S.A. que denuncia Luis Gómez en su artículo. Que no sirva para nada que uno se sume a esa denuncia no quiere decir que uno no la haga, para que quede escrito en algún sitio y al menos en el futuro lo pueda dar a leer a algún hijo o nieto que pida explicaciones sobre lo que hizo uno cuando las cosas se torcieron más todavía, esperemos que no para siempre.

Con Garzón, por los derechos humanos (por Pedro Alas)

El Juez Garzón ordenó la detención en Londres del General Pinochet, y ha sido un punto de referencia para las organizacones de derechos humanos en América Latina. Eso le hacía simpático en España: apoyaba esa causa lejana, que no nos afectaba, la de la dignidad humana. Hasta que comenzó a trabajar en algo obvio, que cualquier observador desapasionado, sobre todo en América Latina, claro, ya había advertido: las consecuencias penales de la no tan lejana dictadura militar que vivió España hasta 1975. Por abrir esa caja de los truenos el juez Garzón va a juicio. Organizaciones humanitarias como Human Rights Watch han tenido que desplazarse a España para supervisar lo que está ocurriendo en este país. El juez Garzón también es juzgado por otras razones, que casi parecen "técnicas", comparadas con esta ignominia. Mientras tanto, un jurado popular absuelve por una raquitica mayoría a Fancisco Camps, enterramos a Fraga con los más sentidos homenajes y el nuevo ministro de justicia, el "moderado" Ruiz Gallardón, anuncia una reforma de la justicia que nos hace ir más atrás si cabe en el tiempo y en la civilización. Lo mínimo que podemos hacer es rendir homenaje a quienes luchan por lo básico, como es el derecho a recordar.

Ucronia interessada (per Francesc Trillas)

Ahir el periodista Enric Juliana, al número especial per commemorar un aniversari del suplement "Cultures" del diari "La Vanguardia" plantejava una ucronia: com podria ser la Catalunya (i l'Espanya) de l'any 2050. En aquesta fabulació, el partit governant en una Catalunya que no seria independent però que tindria un estatus especial dintre d'Espanya i Europa, seria el Partit Català d'Europa, resultat de la fusió de la "vella CiU" amb sectors socialistes i d'ERC. L'oposició seria la Taula de Canvi, sorgida de les CUP. No explica massa per què descarta altres opcions, com la consolidació d'una força populista tipus Lliga Nord al voltant de sectors de l'actual CiU, l'ERC dels presentadors de reality shows i el senyor Laporta. Juliana incorre en un biaix típic de determinats comentaristes polítics, els quals, com molts afeccionats al futbol, confonen les preferències amb els pronòstics. És a dir, incorren en allò que en anglès s'anomena "wishful thinking". No és el primer que ho fa. De fet, molts ho vam fer no fa ni vuit anys, quan pensàvem que l'experiència del tripartit acabaria amb CiU i donaria lloc a una dreta catalana agrupada entorn d'un PPiU. És a dir, les ucronies moltes vegades tenen una vigència molt curta. És interessant que, en aquesta fabulació de Juliana, Catalunya supera de llarg l'horitzó del 2014 sense ser independent (una ucronia habitual dels sectors independentistes, que a mida que s'acosta la data van brandant amb menys força, és que Catalunya serà independent el 2014). Però siguem clars, Juliana no fa un pronòstic racional, perquè és impossible fer-ho. Juliana expressa les seves preferències, les del diari on escriu, i les de sectors poderosos de la societat catalana. Volen que la confrontació dreta-esquerra desaparegui a Catalunya (i a altres llocs), i que hi hagi un partit seriós, que defensi l'estatus quo social i econòmic, i que l'oposició siguin grups de joves mig indignats i mig civilitzats. Alguns ja no estem per moltes ucronies, però (sense tenir instruments tan poderosos com el diari de la burgesia) defensarem democràticament i amb força les nostres preferències: que hi hagi una força política social-demòcrata i federalista que ens acosti al somni d'una Catalunya igualitària que conviu amb pau i harmonia amb la resta de pobles. (En el que estic d'acord amb Juliana és que La Vanguardia seguirà existint el 2050, passi el que passi, puix que ja en el passat ha demostrat la seva versatilitat, passant de ser La Vanguardia Española al diari bandera de la dreta nacionalista catalana).

Literatura sobre renovación política (por Pedro Alas)

Me gustó mucho el artículo el otro día de Ignacio Sánchez Cuenca sobre Literatura Política, a pesar de que ha disparado las críticas más feroces. Efectivamente, hay muchos articulistas que lanzan opiniones sin que tengan el más mínimo fundamento, pero que se sienten libres de hacerlo por quienes son o por lo bien que escriben simplemente. En el caso de la literatura sobre la renovación del PSOE, y en particular sobre el próximo congreso del PSOE, se suele dar lo primero, pero ni siquiera lo segundo. Es decir, quienes intervienen en este debate lo hacen por ser quienes son (en un 95% altos cargos socialistas), pero por desgracia a este supuesto mérito no añaden el de saber escribir bien. Estos artículos, manifiestos o comentarios suelen tener todo tipo de sesgos ego-céntricos, no están basados en ningún tipo de evidencia empírica, y no pasarían ningún tipo de estándar en un debate internacional mínimamente serio. Sólo una minoría de artículos de outsiders interesados logra alcanzar cierto interés o mérito, pero hay muy poco esfuerzo por hacer despertar al PSOE de su pesadilla lunática autoreferencial. No hay ni que decir que los candidatos ayudan poco. No puede esperarse mucho de una candidatura aupada por una coalición entre los capitanes del PSC y el sector de los negocios del PSOE, donde los mismos que han boicoteado cualquier intento previo de dignificación de la política (por ejemplo en Cataluña) ahora reclaman puertas y ventanas abiertas. De la otra todo lo que nos atrevemos a decir es que no nos lo ponga tan difícil a los de la periferia apelar al mal menor. La esperanza de la izquierda española no está en ese congreso, sino en todos los que estarán fuera deseando que todo eso pase a mejor vida.

Chile 2012 (por Francesc Trillas)

En Chile sigue el debate en la Concertación entre autocomplacientes y autoflagelantes, sin que se sepa qué alternativa hay si Bachelet no se presenta a las siguientes elecciones presidenciales. Lo que sí parece asumido es que el candidato de las dos grandes coaliciones se elegirá por elecciones primarias reguladas por ley. Además, se ha aprobado con un elevado consenso un cambio del sistema electoral para hacer el voto voluntario y sin inscripción previa. Esperemos que estos impulsos formales permitan aflorar un debate político en profundidad que permita a la izquierda modernizarse y conectar con la juventud movilizada por un Chile más justo.

Como ya tengo  todos los libros de Roberto Bolaño, ahora compro libros sobre él, que también proliferan. Pero hay tantos que decido no comprar libros académicos sobre Bolaño, porque en literatura no soy un académico, sino un mero aficionado. Aunque Bolaño amaba México y menospreciaba Chile, en su país natal se le adora y en su país inicial de adopción se le trata con cierta indiferencia, a juzgar por la presencia de sus libros en las estanterías comerciales. Los chilenos no parecen rencorosos.

Miembros de la coalición del presidente Piñera, mientras éste anda sumido en una gran impopularidad, siguen homenajeando a militares acusados de graves violaciones de los derechos humanos, y el gobierno pretende que los niños en los colegios aprendan a decir “régimen militar” en lugar de “dictadura”. Mientras, los jóvenes se han levantado, no sólo para pedir un sistema educativo más justo, sino para pedir una sociedad menos clasista. Les da igual que la economía crezca al 6%, ellos quieren que crezca para todos.

Taylorismo político (por Pedro Alas)

Iba a escribir una entrada sobre el congreso del PSOE que enlazara con el congreso  del PSC, pero creo que después de lo que ha escrito López Bulla, lo mejor que puede hacerse es intentar que cuantos más socialistas mejor lean esto:
http://lopezbulla.blogspot.com/2012/01/la-autocritica-de-los-socialistas.html

Supongo que nadie dirá que López Bulla es un resentido o algo parecido.