domingo, 29 de enero de 2017

La lucha entre el corto y el largo plazo en la acción colectiva

A raíz de la lectura de un artículo sobre las decisiones de consumo e inversión de las agencias reguladoras de los Estados Unidos, escrito por William Kovacic y David Hyman, se me ocurre que el problema que plantean va mucho más allá del marco estricto de las políticas regulatorias. Argumentan los autores que muchas veces estas agencias dedican demasiado tiempo a perseguir titulares o a satisfacer a quienes priorizan por encima de todo perseguir titulares en los medios de comunicación (hoy deberíamos incluir vendavales virales en las redes sociales). Ponen el ejemplo de una de las agencias de defensa de la competencia (la Federal Trade Commission, que estuvo precisamente presidida por Kovacic durante un tiempo), que dedicó durante años una cantidad desproporcionada de recursos a combatir los altos precios de la gasolina porque era un tema de gran actualidad sobre el que la opinión pública ejercía una gran presión. Resultó que las alzas de precios de la gasolina eran por lo general justificadas y servían para equilibrar el mercado, evitando tanto escaseces como colas. Pero la agencia consumió una gran cantidad de recursos materiales y humanos, que impidieron que personal cualificado se dedicara a tareas menos urgentes pero más importantes, y que acabó redundando en una pérdida de prestigio y capital institucional por parte de la agencia. Ello fue enormemente celebrado por los grandes monopolios y oligopolios, y fue en perjuicio último de los consumidores. En un momento en que tenemos como líder de la principal potencia mundial al rey del corto plazo, dictando órdenes sin cesar sin ni siquiera consultar a los expertos empleados para las distintas tareas, es oportuno recordar que en toda acción colectiva (gobierno, partidos políticos, asociaciones cívicas) se produce constantemente un dilema entre optar por trabajar en el largo plazo o el corto plazo, optar por tomar decisiones de inversión o decisiones de consumo. Por supuesto, hay que estar siempre atentos a la opinión pública y a gestionar el corto plazo, pero sin perder de vista que las cosas más importantes requieren la acumulación de capital humano, político e institucional. Las organizaciones que triunfan son aquellas que gestionan mejor el problema multi-tarea que consiste en asignar recursos de forma eficiente entre lo urgente y lo importante, entre el corto y el largo plazo. Esto también nos afecta a quienes luchamos como hormiguitas por ideas relativamente complejas como el federalismo. A menudo nos encontramos a quienes nos acusan de no conseguir suficientes titulares, de no bajar suficientemente a la arena política, de ser demasiado intelectuales, de no buscar las emociones fáciles. Seguramente no lo hacemos suficientemente, pero cuando nos dedicamos a escribir, a organizar actos de debate y reflexión, a ir por los barrios y pueblos a reclutar nuevos liderazgos desconocidos en la tertulia-cracia, es porque creemos que estamos en una larga lucha, que requiere no perder de vista en ningún momento que en democracia, después de un día viene otro, y después de un año viene el siguiente. Los porteros de fútbol en los penaltis se ven afectados por el "sesgo de acción": están bajo presión por la norma social de que deben intentar hacer algo (aunque el 80% de los penaltis resultan en gol, si se quedan quietos les llueven más críticas que si se lanzan al lado opuesto del balón), cuando lo más racional y lo que les daría mejor resultado es quedarse quietos en el centro de la portería un mayor número de veces. Los entrenadores se pasan el partido gesticulando en la banda cuando la mayoría de los jugadores ni les escuchan, y si lo hacen puede resultar contraproducente para el desarrollo del juego. Para que el sentido común no retroceda o si puede ser para que avance, quizás debamos hacer un esfuerzo para sacudirnos la presión del sesgo de acción.

sábado, 28 de enero de 2017

"The Process": la internacionalització que sí que està triomfant

Hi ha una internacionalització del procés independentista català que ha fracassat estrepitosament. Es tracta de l'intent d'aconseguir que alguna institució internacional de prestigi, o algun govern d'un país important, o algun partit polític que no sigui la Lliga Nord, o algun aliat de pes en definitiva, recolzés la suposada marxa imparable de Catalunya cap a la seva independència. Malgrat els esforços esmerçats, tant financers com pel que fa a temps i energies institucionals, tot això ha fracassat. Aquesta setmana Sol Daurella, executiva d'una multinacional important que estava al Diplocat, hi ha renunciat (ho vaig llegir en un exemplar del diari Expansión que em va caure a sobre, no crec que els mitjans oficials s'hi hagin fixat), perquè segurament s'adonava del ridícul que està fent aquest organisme. Hom es pregunta per què altres persones de prestigi (a Catalunya) segueixen donant el seu nom a aquest organisme absurd. La conseqüència de tot plegat és que avui els dirigents de les institucions catalanes són uns pàries internacionals, com es va demostrar per enèssima vegada al darrer acte dels "tres tenors" al Parlament Europeu: l'independentisme català com a tal no té aliats internacionals. Ara bé, hi ha un procés íntimament relacionat amb el nostre que sí que està triomfant a nivell internacional, i que en els darrers temps ha tingut grans èxits: es tracta del que podríem anomenar "The Process", el procés nacional-populista que està trasbalsant l'ordre internacional, i del qual formen part el referèndum del Brexit o la victòria de Trump o els assentaments de Netanyahu. Lògicament, els dirigents del nostre procés intenten desmarcar-se d'aquests nacional-populismes xenofòbics i d'extrema dreta (i de mal gust). Però jo també he sentit a Farage o a Le Pen intentant desmarcar-se del racisme contra els immigrants a l'est d'Europa. Al moviment independentista català la majoria de gent està totalment en contra de Donald Trump. Però els moviments nacional-populistes en ascens tenen trets comuns amb l'independentisme català. Un d'ells és la preferència pels referèndums dicotòmics i ex-ante com a forma de decidir (Anglaterra, Hongria, ara Turquia), reduint al màxim el paper de la democràcia deliberativa i representativa. Un altre és la noció que la principal qüestió distributiva és la que té lloc entre països o entre territoris, i no entre classes socials: els estrangers ens roben (Trump), o Espanya (ara Puigdemont ens diu que no és així, però el "Catalunya contra Espanya" ja ha fet la seva feina, o els falsos 16.000 milions), o Brussel·les. I un altre és la selecció deficient del personal polític que facilita el patriotisme: el friquisme dels equips de Trump no és diferent del friquisme a petita escala que ens fa seleccionar personatges com el jutge Vidal o dirigents polítics que tenen com únic mèrit haver participat en escissions d'altres partits. No és un dilema agradable, però la gran esperança dels independentistes catalans no està en el Diplocat o en anar a convèncer cap dirigent actual de les institucions europees: no en treuran pas res, i ho saben perfectament. La seva esperança objectiva és el triomf de Trump, Putin i Le Pen i la derrota del somni europeu d'una Europa sense fronteres que deixi enrera la rellevància de l'estat-nació. Llegint entre línies els discursos (potser influits pel to conspiratiu de la sèrie "Expediente X" que per altra banda impregna tota l'estratègia grotesca de "desconnexió") del jutge Vidal hi ha un euroescepticisme que no comparteixen tots els dirigents independentistes però sí alguns d'ells, com els bon minyons de la CUP (més aviat eurofòbia) o alguns membres del col·lectiu d'economistes Wilson. Aquest és el referèndum que compta: Europa unida i federal, sí o no.

viernes, 27 de enero de 2017

Ciudadanos: un partido en busca de ideología

Algunos fundadores del partido Ciudadanos se han quejado del giro derechizante en la ideología económica que han dado sus dirigentes en los últimos procesos electorales y que intentan consolidar en el próximo congreso de la formación. Aducen que el partido nació con unos principios de centro-izquierda, y que no se pueden cambiar estos principios por unos de centro-derecha sin adulterar los objetivos que dieron lugar al nacimiento de la organización. Sin embargo, el pragmatismo ideológico de Ciudadanos no es nuevo. Recuerdo que justo antes de las últimas elecciones europeas, en 2014 si no me equivoco, el líder de Ciudadanos Albert Rivera dijo en el programa El Objetivo del canal de TV La Sexta, que todavía no sabía si sus eurodiputados irían al grupo socialista o al grupo liberal, y que no pensaban decidirlo hasta después de las elecciones. Curiosamente la entrevistadora no insistió en lo que pareció un hurto de una información preciosa para que los electores se formaran una opinión cabal de lo que votaban. Esto es paradójico en una fuera política que hace de la transparencia y de la lucha por la mejora de la calidad institucional de la política una de sus banderas. Tras las elecciones europeas, Ciudadanos se sumó al grupo liberal del Euro-parlamento, y con posterioridad aceleró su definición como partido de ideología liberal con el fichaje del economista de centro-derecha Luis Garicano, quien había sonado como posible ministro del PP con anterioridad. El programa de economía de Ciudadanos lo ha hecho Garicano con la ayuda de su estudiante de Doctorado y diputado Antoni Roldán. Garicano y Roldán son dos buenos economistas, de centro-derecha. Es lógico que la mayoría de los intelectuales que fundaron Ciudadanos en Cataluña se sientan incómodos porque son de centro-izquierda, y alguno es muy de izquierdas, a pesar de que Albert Rivera, su primer y hasta ahora único líder, tenga un pasado de militancia creo que efímera en el PP. Pero lo que estos intelectuales fundadores omiten en su crítica actual es que Ciudadanos, a pesar de que ellos sean de centro-izquierda o incluso de izquierda, no nació como partido de izquierda o centro-izquierda, sino como partido casi monotemáticamente identitario, opuesto a los que ellos creían una deriva catalanista del PSC (un espejo de la deriva españolista del PSC que creían ver los que se escindieron del PSC hacia el "prusés": ¿será la PSC-fobia la intersección entre la catalanofobia y la hispanofobia?). Ciudadanos no ha perdido esta seña de identidad, y en la repetición de las últimas elecciones, tuvo que recurrir a ponerse la camiseta de la selección española de fútbol para contener un significativo descenso de su electorado (el liberalismo nunca ha vendido mucho electoralmente). Claro que ahora también intenta moderarse en su nacionalismo español, a la espera de que le caigan votos procedentes de la antigua CiU. Todo un experimento natural para contrastar la hipótesis de Downs de que los partidos políticos se mueven para maximizar el número de votos.

lunes, 23 de enero de 2017

Lliçons catalanes del dilema de la Sra. May

La primera ministra del Regne Unit, Theresa May, va tenir serioses dificultats ahir a la BBC per explicar com és que si la seva alternativa a la permanència a la Unió Europea és teòricament un paper més rellevant del seu país en un món de lliure comerç internacional, com és que corre a entrevistar-se amb l'ultra-proteccionista Trump per buscar el seu suport en el nou escenari internacional. La contradicció proteccionista és clar que no és l'única, també és contradictori que una senyora que presumeix dels seus valors socials i morals corri a buscar l'aliança amb un personatge que s'ha fet famós per les seves ofenses a les dones i pel seu abús de poder. Però Theresa May ha de triar: o fa algun tipus de marxa enrera respecte al Brexit dur (cosa que els seus hiperventilats no li permetran), o cerca l'aliança amb Trump per donar alguna credibilitat a la idea que un Regne Unit desvinculat d'Europa té algun futur, encara que ni duplicant el comerç amb tots els països angloparlants arribarien al nivell de comerç actual amb Europa. Certament, el nou president dels Estats Units la pot ajudar, a la senyora May, juntament amb Putin, a debilitar el seu partner a la negociació, és a dir la Unió Europea, afavorint la victòria de Le Pen a les eleccions franceses i l'avenç de les forces eurofòbiques en altres països europeus, inclosa Alemanya. El que passa és que Trump és un personatge immensament impopular a Europa, i aparèixer massa al seu costat pot tenir un cost molt elevat per a responsables polítics que es consideren persones civilitzades, com pot tenir un cost molt elevat reconèixer obertament que l'alternativa realista al mercat únic europeu per al Regne Unit és esdevenir un paradís fiscal amb baixos impostos i baixos estàndards mediambientals i laborals per atraure capital. Jo crec que el que està succeïnt al Regne Unit té moltes lliçons per als independentistes catalans de bona fe, que són persones civilitzades com la Sra. May (crec que són la majoria, per molt que discrepi d'ells). La creació d'un nou estat-nació a Europa i la idea de la sobirania nacional grinyola amb el projecte de la Unió Europea (UE), i amb la necessitat d'enfortir i no de debilitar les institucions comunes, més enllà dels legalismes en què sovint se centra el debat. És clar que la UE avui està en una situació difícil, i que encara ho pot estar més si els aliats de Putin i Trump triomfen. Però aquesta és l'alternativa. Les desconnexions exprés i les suposades solucions referendàries (rebutjades per intel·lectuals progressistes que les han estudiades bé, com Amartya Sen) són il·lusòries mentre existeixi la Unió Europea, per bones raons. Però serien possibles en un món on Trump, Putin i Netanyahu se surten amb la seva, un món d'assentaments exprés, invasions de Crimea i altres declaracions unilaterals de sobirania. Els civilitzats economsites catalans del grup Wilson ens volen vendre que Catalunya el que vol és triomfar legítimament en un món obert de comerç internacional. Els benintencionats xicots de la CUP creuen que amb la independència construirem un món millor. Però per aconseguir-ho necessiten el senyor que vol agafar a les senyores per les seves parts, el senyor que creu que "el món ens roba", que creu que el canvi climàtic no existeix i que els immigrants roben i violen (excepte una petita part que són bona gent, com va dir textualment). I que té a les dones i els homes progressistes i civilitzats de tot el món disposats a sortir al carrer per aturar el tipus de societat que representa.

sábado, 21 de enero de 2017

La urgència de recuperar la tradició federal

A Catalunya, especialment a l'Empordà, el federalisme va ser un fenomen massiu al segle XIX. Ens ho va recordar el dijous passat a Sant Feliu de Guíxols l'historiador local Àngel Jiménez. Aquesta tradició avui no forma part de la història oficial que se'ns vol inculcar des de les esferes de poder de la nostra societat. És un passat que no toca. Però el federalisme democràtic i republicà d'Abdó Terrades, Francesc Sunyer, Narcís Monturiol i Pere Caimó, va ser un moviment immensament popular que intentava combinar els valors racionalistes i ètics de la revolució francesa, el liberalisme progressista d'igualtat, llibertat i fraternitat, amb les reivindicacions del moviment obrer emergent. Era un moviment contra el poder ofegador de l'Església catòlica i els militars, que veia en la necessitat d'organitzar el govern democràtic d'una manera federativa com la millor vacuna contra els abusos i el domini de les oligarquies. El federalisme del segle XIX (com el d'ara) era un moviment anti-unionista, contrari a la uniformitat i el centralisme, i contrari al romanticisme nacionalista que promovia la burgesia. Sembla mentida que Esquerra Republicana de Catalunya, on el federalisme va ser majoritari fins a la Guerra Civil espanyola, avui abraci l'estratègia dels líders del nacionalisme romàntic i catòlic. Si tots aquests grans federalistes haguessin desafiat a la biologia i haguessin pogut veure el que va passar després al segle XX, amb les guerres mundials i la traïció d'una part de l'esquerra als ideals de la federació i l'abraçada al vedell d'or de l'estat-nació, haguessin alçat la veu per denunciar-ho i cridar als quatre vents "no és això, companys, no és això". Però també haguessin estat orgullosos de veure com el mètode federal s'obria camí entre la major part de les persones que viuen en democràcia al món, i com altres herois de l'esquerra en altres contrades feien seus els ideals del federalisme, com Altiero Spinelli amb el seu manifest de Ventotene, llum i guia dels intents, totalment vigents, de fer una Europa unida, democràtica i solidària. El federalisme del segle XXI s'adapta a la realitat de les democràcies d'avui i als canvis d'estratègia dels seus "astuts" adversaris. Segurament avui no faríem una declaració unilateral de federalisme (DUF), com la que amb molt coratge van fer Pere Caimó i els seus federals en el Foc de la Bisbal d'octubre de 1869. Sabem que avui el que correspon fer és una lluita constant i tenaç per fer avançar evolutivament les nostres societats cap a una federació millor, perquè una mica federals ja ho som, gràcies al sentit comú i a la lluita dels qui ens han precedit. Però val a dir que molts van titllar d'ingenus els líders del Foc de la Bisbal, com ens recordava Jiménez a Sant Feliu. No suficientment ingenus com perquè avui no els retem homenatge. Cal fer una crida per recuperar la seva memòria, perquè fer-ho ens pot ajudar a recuperar els valors que ens poden permetre reconduir el segle XXI pel camí de l'expressió política i institucional de la igualtat, la llibertat i la fraternitat, és a dir pel camí del federalisme.

domingo, 15 de enero de 2017

El duelo entre la educación y la catástrofe

Jordi Pujol es el padre fundador de la versión catalana del nacional-populismo. También es el padre de una saga formada por hijos casi todos ellos investigados por corrupción. Quizás no exista ninguna relación de causa-efecto entre ambas cosas. Una vez el señor Pujol le espetó al entonces líder de la oposición catalana, Raimon Obiols: "usted, señor Obiols, lee demasiado". Pujol siempre derrotó a Obiols en las elecciones, y yo siempre me enorgulleceré de haber votado a Obiols. Esta semana en los Estados Unidos se producirá el relevo de uno de los presidentes más cultos jamás elegidos por una democracia, a un presidente que no lee nada... elegido por la misma democracia. Su profunda incultura no debe ser ajena al hecho de que sea apoyado por quienes niegan la existencia del cambio climático, o por los herederos del Ku-Klux-Klan. El famoso experto en educación Ken Robinson cita en su libro "Creative Schools" a H.G. Wells cuando dijo que "la civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe". Quizás esta carrera tan igualada es lo que explique que el país con las mejores universidades del mundo vaya a tener uno de los presidentes más incultos del mundo. En Cataluña los profetas que han triunfado a raíz de la semilla sembrada por el señor Pujol son hoy seguidos por multitudes. Lo grave no es por ejemplo lo que dice a veces el Juez Vidal, sino que este señor fue elegido senador, sus charlas congregan a multitudes, y sus sermones son reproducidos en las redes sociales como si fueran la verdad revelada. Los fenómenos no se explican por una sola causa, pero quizás algo falla en la labor de quienes nos dedicamos supuestamente a compartir o difundir conocimiento. El otro día tuve la tentación de elogiar un artículo en El País que criticaba cómo se intenta salvar a las humanidades. Sabios en los que confío me hicieron ver que su elogio hubiera sido un error y se lo agradezco. Pero creo que tenemos que pensar muy bien cómo ganamos la batalla de la educación, porque la catástrofe cada vez está más cerca. Quizás haya que poner menos énfasis en defender unos oficios, o unas asignaturas, y más en general en defender el espíritu crítico de una forma transversal. Uno de mis mejores profesores fue el de filosofía, pero no tanto por el contenido de sus clases, sino porque nos llevó (a los alumnos de COU de una escuela del Ensanche de Barcelona) a hacer una encuesta de calle en el barrio de La Mina. Después, pese al tiempo que he dedicado a estudiar en el sistema formal universitario, lo más valioso creo que lo aprendí de la mano del líder de las desprestigiadas juventudes de un partido político, que era del barrio de Llefià en Badalona y un mal estudiante de Derecho (falleció en 1995 y hoy curiosamente tiene una biblioteca dedicada a su memoria), pero que me llevó a conocer las condiciones de vida de la juventud suburbial de Barcelona. Bueno, todo mi apoyo a quienes trabajan por mejorar nuestra educación, para que tengamos una sociedad con más espíritu crítico, más creatividad y más solidaridad.

jueves, 12 de enero de 2017

Europa i la catequesi independentista

L'any en què Europa viu un any decisiu, en què està en perill la seva integració, sense la qual ni la pau, ni la llibertat, ni el relatiu benestar que vivim serien explicables, en aquest any fonamental, Catalunya està entretinguda en donar continuïtat al procés de catequesi independentista. En comptes d'educar la població en la necessitat de cooperar per resoldre els problemes de la humanitat, encarnats en els Trump, Le Pen, Wilders, Farage, Putin, i altres sobiranistes.
No us ho perdeu, segons els catequetes i teòlegs del "procés", tindrem assegurats 1000 euros per càpita (i un fanalet, suposo) m'imagino que mensuals (o seran diaris?) l'endemà de "la independència" i un país, que és clar no és europeu, està ja disposat a finançar-nos. Tot està a punt, tot és molt rigorós i s'ha treballat molt bé (doncs com és que no acaba de passar mai si està tan llest i fet i és imparable?). El Profeta Vidal parlà i digué (en una recent xerrada a Granollers):
"Això és imparable i a Madrid ho saben. Seguim ferms. Tot està quasi llest (85-90% fet): 31 comissions, treballant en 19 àmbits diferents sota supervisió d’en Pi Sunyer (ex vicepresident del Tribunal Constitucional, no ho oblidem). A partir del febrer (de l’aprovació dels pressupostos) tot s’accelerarà i començarem a tenir més informació del que s’ha fet durant tot aquest temps. Una dada, pels indecisos: a partir de l’endemà de la proclamació d’independència l’ingrés mínim per a tothom (aturats, pensionistes, pirmi, viuetats, etc…) serà de 1.000 €. Els estudis econòmics estan fets pel Col.lectiu Wilson (catedràtics catalans d’aquí i d’arreu del món i empresaris de prestigi) i estan avalats per, com a mínim, tres institucions internacionals serioses, poc sospitoses de ser amigues, com el Deutsche Bank. Els números surten, i surten bé. Actualment, Espanya està en el 14è lloc dels 28 estats d’Europa quant a renda per càpita i resta d’indicadors econòmics. Catalunya estarà en el lloc 8è si obté la independència, i Espanya baixarà fins el 21è lloc. Que se sàpiguen aquests números, ja que tenen a veure, perquè ajudaran a resoldre-la, amb la pobresa energètica i de milers d’avis del nostre país. No lligarem els gossos amb llonganisses, que consti, però disposarem de més diners, els que no aniran a Espanya, i fiscalment també volen ser més contundents en la lluita contra el frau. Més, hi ha un país, no Europa, no es vol dir, no especialment pro-Espanya, que està disposat a financar-nos per si el govern d’Espanya talla l’aixeta del finançament sense voler negociar. Són negocis, ens prestaran i els pagarem interessos. I en tenen molts, de diners. Més, en el referèndum que hi ha d’haver, perquè així ho exigeixen els països amb els quals s’ha contactat, i que ens reconeixeran quan sigui el moment, la participació mínima hauria de ser del 60%, assolible. Els vots a favor del sí, aleshores, n’hi ha prou amb la meitat + 1."
La lògica del profeta és estranya. Si no m'erro, sense ser independents, els ciutadans de Catalunya en promig ja estem al 8è lloc del món si ens comparem amb els promijos de països actualment independents. Suposant que la "independència" del profeta no provoqués cap canvi en la renda per càpita (com ell sembla suposar vagament, perquè entenc que el dèficit fiscal amb Espanya esdevindria un dèficit fiscal amb Europa com a estat membre ric que seríem), aleshores el gran avantatge per a la ciutadania seria que sortiríem als rànkings (sense cap canvi en el benestar real dels individus), i que "Espanya" o "la resta d'Espanya" estaria més avall... Vaja, a veure si és veritat que a partir del febrer tot s'accelererà i començarem a tenir més informació. Falten poc més de quinze dies. I que es prepari la família Pujol, perquè començaran a ser més contundents en la lluita contra el frau.

domingo, 8 de enero de 2017

Sebastián Edwards y Chile en 2017

En mis vacaciones en Chile he leído el libro de memorias del economista chileno Sebastián Edwards, "Conversación interrumpida". El título responde a que la narración empieza y termina con la relación del autor con su padre, que falleció hace poco tiempo tras padecer la enfermedad de Alzheimer. Es un libro entretenido, a mi juicio bien escrito y estructurado (¿será mejor escritor que economista?). El personaje tiene guiños para economistas politizados como yo interesados en Chile: fue un joven de la burguesía que se afilió al Partido Socialista con 16 años, cuando los burgueses de izquierdas se afiliaban a otras organizaciones con menos obreros. Pero que por razones laborales y casualidades fue a parar primero a la Universidad Católica de Chile y después a la Universidad de Chicago para hacer el Doctorado. Esto le permitió conocer a los Chicago Boys, aunque Edwards se encuentra distanciado de ellos ideológicamente. Distingue entre los Chicago Boys, los economistas que "le hicieron" la política económica a Pinochet, y la Universidad de Chicago, una de las grandes universidades norteamericanas donde el protagonista amplió sus horizontes y se formó. Algunos de los aspectos del libro están cubiertos en el vídeo de esta entrevista. El libro es entretenido entre otras razones porque narra como grandes personajes de la economía (Stigler, McCloskey, Harberger) y de la política (Bachelet) se cruzaron aunque fuera fugazmente por la vida del protagonista. No omite aspectos íntimos de su juventud, como los acercamientos de un cura pederasta o la primera experiencia sexual, con una prostituta. Un libro parecido de un economista conocido sería impensable en otras latitudes, pero en Chile algunos economistas tienen status de famoso y se pueden permitir memorias, novelas (Edwards las ha publicado) e incursiones en la política (como Andrés Velasco, ex-candidato presidencial, que también ha escrito novelas). No me imagino a Jean Tirole, por ejemplo, narrando sus primeras experiencias sexuales en un libro de memorias. Edwards también tiene una intervención frecuente en los medios de comunicación chilenos, donde recientemente nos contaba que Chile no está tan mal como piensan muchos chilenos, o nos contaba su opinión sobre lo difícil que lo tiene quien parece ser su candidato preferido (Ricardo Lagos) a las elecciones presidenciales que se celebran a finales de 2017. En esto Chile parece que puede celebrar su entrada al mundo desarrollado: el candidato preferido por el establishment de centro-izquierda (y por mí) lo tiene crudo, como en Estados Unidos y en muchos países europeos.





lunes, 2 de enero de 2017

Carta al Alcalde de Coquimbo

Distinguido Señor Alcalde,
le escribo para disculparme por no haber podido asistir a la celebración del nuevo año en el pueblo de Tongoy (perteneciente a su municipalidad) a la que amablemente invitó a mi familia mediante un tarjetón que mi señora suegra recogió en el edificio de la antigua escuela, delante de donde está su casita de veraneo. Me hubiera gustado asistir pero estamos gestionando el jet lag... Quisiera sin embargo que me disculpe por el atrevimiento de aprovechar la ocasión para felicitarle por la rápida recuperación de Tongoy tras el tsunami de septiembre de 2015.
Temimos en algún momento que nunca más veríamos el Tongoy que recordábamos. Por lo que he sabido la reconstrucción ha sido el resultado de un gran esfuerzo colectivo, en primer lugar de la comunidad auto-organizada y en segundo lugar del gobierno a sus distintos niveles.
Yo sólo paso unos días en Tongoy cada año o año por medio como dicen ustedes, pero es lo más parecido que tengo a unas vacaciones y además es media vida para mi esposa y mi suegra. Yo soy un extranjero pero le aseguro que Tongoy es importante para mi. Cuídenlo mucho. Esas playas y esas rocas son un tesoro.
No soy el único que ha reparado en Tongoy viniendo de lejos, pues ya el escritor de mi ciudad Enrique Vila Matas dio el nombre de Tongoy a uno de sus protagonistas en un libro. Tongoy tiene mucho potencial, con menos perros y más pavimento y un poco más de inversión municipal seguro que irá hacia arriba. No se olvide tampoco de evitar que algunos arrendatarios de casas de veraneo no pongan la música a todo volumen como si el pueblo fuera de ellos, quizás los carabineros podrían ser más activos en este sentido.
En tiempos de anti-política barata, sé por mi propia experiencia de una vida anterior lo dura que es la política local, pero reconozco que no puedo ni alcanzar a imaginarme lo que debe ser para una colectividad y sus legítimos representantes sobreponerse a un tsunami devastador. De ahí de donde vengo se utiliza con mucha frivolidad la expresión "la dignidad de un pueblo". Deberíamos avergonzarnos. Ustedes sí que tienen dignidad. Le deseo lo mejor y le prometo devolverle la invitación, a un nivel mucho más modesto y privado, si se deja caer por mi ciudad. Atentamente...