miércoles, 25 de abril de 2012

Acebes en Iberdrola (por Pedro Alas)

Ayer hablaba de Acebes con un amigo mío. Nos preguntábamos dónde estaba, cómo es que Rajoy no había contado con él. Yo especulé que con el ridículo que hizo en 2004 con la gestión de los atentados, seguramente nadie quería salir en una foto con él. ¿Nadie? No: Iberdrola ha decidido nombrarle miembro de su consejo de administración, así como miembro de la comisión de nombramientos y retribuciones de la compañía y formará parte de la comisión de auditoría y supervisión del riesgo. Debe ser que Acebes tiene un gran conocimiento del sector energético, al cual dedicó horas libres que su actividad política y profesional le dejaba. Porque hasta ahora no se le conocía públicamente al señor Acebes ningún tipo de conocimiento experto especial sobre este sector. No, de verdad: después queremos dar lecciones de credibilidad político-económica a los argentinos... Sólo en España se dan nuevas oportunidades a los que hacen el ridículo más absoluto. Es como el ex jugador de fútbol Michel, que después de aparecer en aquella imagen toqueteándose con Valderrama durante un partido, es nombrado entrenador por un club supuestamente serio como el Sevilla. Ya nada nos da vergüenza, y queremos dar lecciones a los demás.

jueves, 19 de abril de 2012

¿Lecciones de credibilidad? (por Francesc Trillas)

Argentina se hace daño a si misma expropiando Repsol. De acuerdo. Pero, ¿estamos los españoles en situación de dar lecciones de credibilidad en las relaciones entre gobiernos y empresas privadas? La reacción argentina es un ejemplo de libro de texto de incumplimiento de un compromiso económico. Cuando los gobiernos firman acuerdos a largo plazo con operadores privados, los primeros se enfrentan a lo largo del tiempo a la tentación de incumplir sus compromisos para satisfacer propósitos a corto plazo. La consecuencia a largo plazo es que la tasa de inversión en el país afectado será inferior a la deseada, o que los agentes económicos invertirán en activos (humanos o financieros) que no den frutos a largo plazo sino en el corto. Hay muchas formas de perder credibilidad en las relaciones económicas, y desgraciadamente España no está en situación de dar lecciones sobre el tema. El gobierno español ha decidido eliminar las agencias reguladoras de telecomunicaciones y electricidad. Anteriores gobiernos hicieron todo lo posible hasta que la Comisión Europea les dejó por evitar la entrada de operadores extranjeros en el capital de las grandes empresas españolas. La colusión entre políticos, ex-políticos y grandes empresas en los consejos de administración de las empresas, especialmente en los sectores regulados, es colosal. Y podríamos seguir poniendo muchos ejemplos, pero basta con abrir las páginas de un diario español cualquier día al azar para ver que no tenemos ninguna autoridad moral para dar lecciones a nadie.

lunes, 16 de abril de 2012

Millorar la nostra economia o intentar ensorrar l’alemanya? (per Siscu Baiges)


Ja sé que els economistes ortodoxos diran que no sé de què parlo. Poden pensar el que vulguin. Però que ho facin després de llegir l’editorial de The New York Times de fa uns dies on podran escoltar una veu suposadament seriosa que diu el mateix que jo: que la dreta que governa Alemanya, dirigida per Angela Merkel, està portant a la ruïna mitja Europa (especialment, però no només, la del Sud).
I que llegeixin després el Bloc que escriu el corresponsal de “La Vanguardia”, Rafael Poch. El seu darrer “post” diu el mateix que The New York Times i afegeix que aquesta dreta merkeliana fia els seus suposats èxits econòmics en vendre a la Xina allò que ja no li poden comprar els veïns europeus del Sud. Cap limitació, doncs, a la comercialització dels seus productes amb països que no respecten els drets dels treballadors ni el medi ambient.
I ara parlo jo. Perquè Alemanya vagi bé cal que Espanya, Grècia, Itàlia o Portugal vagin malament. No és cap invent d’un periodista emprenyat que no entén d’economia. Són faves comptades. El nostre gran problema és l’evolució de la famosa prima de risc. I què és la prima de risc, que porta els nostres governants a tancar quiròfans, deixar vells en la indigència i facilitar l’acomiadament fins extrems indignes? Doncs la comparació entre els interessos que han de pagar països com Espanya pels diners que demanen a les entitats financeres i que s’ha de tornar d’aquí a deu anys, comparat amb els interessos que ha de pagar Alemanya en les mateixes condicions.
No és tan complicat. Tothom ho pot entendre. Per tant, si la nostra prima de risc, els alemanys han de pagar menys pels préstecs que demanen. Solucions? Es poden adoptar per un costat o per l’altre. Que s’abarateixin els interessos que hem de pagar o que s’encareixin el que paguen els alemanys. Alemanya no té cap interès (perdoneu la reiteració) en pagar més pels diners que demana. Per tant, tot allò que fa el seu govern apunta en aquesta direcció i, consegüentment, en encarir els interessos que paguen els altres.
Davant d’aquesta guerra evident (i que molts economistes s’entesten a no veure, per desídia, incompetència o mala fe), la sortida és que empitjori la nostra economia o la seva. Per tant, cal amenaçar Alemanya amb atacs directes contra la seva economia.
Alemanya té un deute superior al de tots els països de la Unió Europea. Mes de dos bilions d’euros. I mentre alguns despistats o subornats canten les seves excel.lències, va fent-li front amb uns avantatges que no tindria si li plantéssim cara.
Si hem de morir, morirem matant, però cornuts i pagar el beure, és absurd. Posar impostos especials als ciutadans alemanys que es desplacen a casa nostra. Cobrar taxes d’importació als vehicles que pretenen vendre’ns. Començar campanyes de denúncia contra les seves vendes d’armament a països en conflicte. Posar impostos especials als ciutadans alemanys que viuen a Mallorca per les propietats que hi tenen... Són idees que se m’acudeixen. Em direu que es contradiuen (algunes, no totes) amb l’esperit de solidaritat que hauria de predominar a Europa. Parlem-ne de solidaritat! És evident que les orelles de Merkel i companyia no estan preparades per aquesta paraula. Sinó, ja faria anys que haurien acceptat crear algun tipus d’eurobons, de deute mutualitzat entre tots els països de la Unió per evitar aquest desequilibri que fa que Alemanya tingui diners més barats que els que aconsegueix Espanya, Itàlia, Portugal o Grècia.
Angela Merkel es pensa que ens enreda quan diu que ella el que vol és salvar l’euro. Ella, el que vol és guanyar les eleccions del 2013. O salvar el seu “euro”, els seus diners. Salvi’l, salvi el seu euro, salvi el seu cul, ... Però no a costa de la salut de la resta d’europeus!!
El primer que li ha dit amb valentia ha estat el proper president francès, François Hollande. Ella no ha volgut ni rebre’l. Un dia vindrà ella, o els seus hereus, a demanar que l’escoltem. I ho farem. No per respecta a ella o els seus. Sinó per respecte als alemanys que ara viuen enredats per una propaganda mediàtica que els fa creure que viuen en el millor dels móns, mentre la resta són una colla de corruptes, poca-soltes i vividors.

domingo, 15 de abril de 2012

Hay que recortar el gasto público en deporte (por Pedro Alas)

El viernes pasado se supo que el gobierno de la Generalitat de Catalunya se había echado atrás de su idea de hacer pagar a los organizadores de pruebas deportivas por la seguridad policial que exigen estos eventos. En concreto, la idea inicial era hacer pagar a los organizadores 33,66 euros por agente policial y hora. La protesta de las federaciones afectadas (por ejemplo, de atletismo y automovilismo) hizo que el gobierno retirara finalmente la propuesta. Ésta por lo demás no hubiera afectado a los partidos de fútbol, que ni se había planteado que deberían financiar el coste que suponen en seguridad.
Qué lástima que el gobierno de CiU retire ésta, y no otras ideas que ha tenido.
Pero por lo menos el episodio ha servido para que tengamos una estimación de lo que pagamos todos los contribuyentes como subvención a los espectáculos deportivos (un rally, que se sepa, no es una prueba para fomentar la salud pública popular): 33,66 euros por agente y hora.
Por ejemplo, si multiplicamos la cifra por 3 horas (antes, durante y después de un partido de fútbol), 100 agentes y 1000 partidos de fútbol en toda España (infravalorando el número de partidos al año en España) da la cifra de 330 millones de euros al año. Si lo ampliamos a todos los deportes a todos los niveles, seguro que la cifra supera el billón de euros al año. Dejar de subvencionar la seguridad probablemente pone en peligro la celebración de muchos eventos, pero también la continuidad de cosas un poco más importantes, como escuelas y hospitales, está en peligro. No estoy en contra de eliminar todo apoyo público a la práctica deportiva, pero sí al deporte como espectáculo, y hay actividades donde la frontera entre práctica y espectáculo es ténue.
La seguridad sólo es parte de la subvención encubierta que recibe el deporte. Hay que añadirle lo que gastan las televisiones públicas y ventajas fiscales como la ley Beckham, por no hablar de pelotazos urbanísticos y otras estratagemas para salvar las siempre tambaleantes finanzas de los clubs de fútbol (las empresas más estables del mundo a pesar de sus vaivenes financieros).

lunes, 9 de abril de 2012

Garicano y el agua salada (por Francesc Trillas)

Podría decirse que Luis Garicano, con su artículo de ayer en El Pais y el artículo de hoy (escrito conjuntamente con Tano Santos y Jesús Fernández Villaverde) en El Mundo realiza ejercicios al borde del agua salada, sin llegar a poner ni la punta del pie en ella por miedo a resfriarse. Me refiero a la distinción que realiza Krugman entre economistas de agua dulce (freshwater economists) y economistas de agua salada (saltwater economists). ¿Dónde están los economistas españoles de agua salada? Mientras en Estados Unidos (el mismo Krugman, De Long, Stiglitz, Rodrik y tantos otros) y en Francia (Aghion, Picketty) es fácil identificar a los economistas de alto nvel académico inspirados por las ideas de progreso, ello es tarea casi imposible en España, donde son semi-clandestinos y viven atemorizados por los manifiestos de "economistas" o por "las ideas de los economistas", como si entre estos no pudiera haber distintos valores e ideologías. En el artículo de ayer en El Pais Garicano dibujaba un perfil ideal del futuro gobernador del Banco de España, donde los tres únicos requisitos eran que el nombrado debía saber de finanzas, inglés, y ser un buen economista (por los ejemplos que ponía, con un doctorado por una universidad americana). Nada que decir a estos requisitos, aunque el tercero no hubiera filtrado a algunos de los principales culpables de la última crisis financiera global (¿no ha visto Garicano "Inside Job"?). Sí se echa de menos algo más, como por ejemplo alguien con un pensamiento económico que permita tener una visión equilibrada de las lecciones de la crisis económica financiera, por ejemplo alguien que sepa de historia, y que no comulgue con la ideología del puro libre mercado, o que no tenga conflictos de interés con la gran industria financiera. Respecto al artículo de hoy en El Mundo, tengo que decir que pese a que me asusté con el título (porque pensé que iba a echar toda la culpa al PSOE de todos los problemas del gobierno del PP), lo cierto es que es todo lo contrario: es uno de los artículos más duros escritos por alguien que no  es socialista contra el actual gobierno del PP y lo desastroso de sus primeros pasos. Pero se echa de menos la reflexión sobre el reparto equitativo de los costes de la crisis que hubiera hecho un buen economista de agua salada.

jueves, 5 de abril de 2012

El mal gobierno del PP (por Pedro Alas)

Aunque uno no les haya votado, siempre se espera de un nuevo gobierno un nuevo impulso, alguna idea innovadora que, más allá de las diferencias ideológicas, permita romper con la inercia de las cosas y conseguir avances útiles para el conjunto de la población. Poco más de 100 días de gobierno y un proyecto de presupuesto han bastado para disipar esta esperanza respecto al nuevo gobierno del PP en España. Ni nuevas ideas, ni nuevas caras, ni nuevas políticas. Es difícil establecer comparaciones, pero aunque a nivel individual uno tiende a preferir a Rajoy antes que a Aznar, también se diría que por lo menos el primer gobierno de Aznar en 1996 tuvo un cierto impulso novedoso del que carece el actual gobierno Rajoy (quizás porque aquél, a diferencia de éste, no tenía mayoría absoluta). La sequía de ideas parece total, y la credibilidad internacional del nuevo gobierno, rápidamente agotada. Los conejos de la chistera se suceden, como el de la amnistía fiscal para los defraudadores coincidiendo con una reducción para el presupuesto destinado a las unidades de lucha contra el fraude fiscal. Siendo el de Rajoy un gobierno de centro-derecha o de derecha que se somete a la disciplina de las fuerzas hegemónicas en Europa, ¿por qué no intenta Rajoy por lo menos (es decir, sin pedirle nada especialmente progresista)  imitar al gobierno Monti en Italia? Monti ha emprendido una fuerte lucha contra el fraude fiscal, que incluye anuncios en los medios de comunicación y refuerza el presupuesto de las unidades de lucha contra la evasión, y que introduce impuestos hasta ahora inexistentes para uno de los principales propietarios de riqueza existentes en Italia, igual que en España: la Iglesia católica. Monti frena la candidatura de Roma a los Juegos Olímpicos de 2020 mientras Rajoy mantiene la de Madrid. Monti selecciona a personas de prestigio social y profesional para los principales puestos de responsabilidad, mientras Rajoy premia a los leales de su partido y a sus familiares. Sería interesante estudiar paso a paso como la prima de riesgo de España se ha ido distanciando por arriba de la de Italia a medida que estas distintas decisiones se iban tomando.